Amigos visitantes y seguidores de este apartado rincón del espacio-tiempo cibernético, donde la intención principal no es informar, sino poner a pensar para evitar la atrofia de facultades mentales básicas para la supervivencia.
Y para rematar, y para que puedan medir en toda su magnitud la importancia de este personaje, se debe señalar también que fue directora del programa de derechos humanos, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale, y como guinda del pastel, fue miembro de la junta directiva de Amnistía Internacional capítulo EE. UU. Como podrán apreciar, se trata de una verdadera estrella de la constelación intelectual y académica globalista.
Bien, pero vayamos al grano, porque resulta que este informe preparado por el equipo coordinado por Rosa Brooks, sobre elección presidencial y transición, es ni más ni menos, un verdadero panfleto de propaganda y operación psicológica, el cual se extiende por 22 inquietantes páginas, donde en su resumen ejecutivo inicial se afirma lo siguiente:
Los resultados de los cuatro escenarios (los planteados en el informe) los resultados fueron alarmantes. Evaluamos con un alto grado de probabilidad que las elecciones de noviembre estarán marcadas por un panorama político y legal caótico. También evaluamos que es probable que el presidente Trump impugne el resultado por medios legales y extralegales en un intento por aferrarse al poder.
Acontecimientos recientes, incluyendo la propia falta de voluntad del presidente para comprometerse a acatar los resultados de las elecciones, la aceptación por parte del Fiscal General de reclamos infundados sobre fraude electoral y el despliegue sin precedentes de agentes federales para sofocar las protestas de izquierda, subrayan los extremos a los que el presidente Trump pudiese estar dispuesto a llegar para permanecer en el cargo.
Y sigue así a lo largo de 22 páginas, en donde se expone todo un relato de terror político, donde solo falta afirmar que Donald Trump es un tirano amoral y sin escrúpulos dispuesto a ir a la guerra con tal de no soltar el poder. La verdad es que cualquier descripción que les haga sobre este mal disfrazado libreto de agitación y propaganda se va a quedar corta, por lo tanto, los invito a descargar y leer este documento para que ustedes puedan hacerse una idea más clara, el link, lo encontraran abajo en el texto descriptivo.
De todos modos, lo importante es que este documento ha desatado una fuerte polémica en ciertos círculos donde algunos analistas, con mucho acierto argumental, muy bien fundamentado, han logrado dar con su clave, de hecho analistas políticos como Darren Beattie, desde hace días vienen alertando que este documento no está proponiendo nada original, porque el mismo alude ni más ni menos, a la posibilidad de activar en los Estados Unidos, una modalidad de operación e intervención política internacional conocida como “revolución de colores”.
¿Y en qué consiste una revolución de colores? pues se trata de operaciones promovidas por el Departamento de Estado, la CIA y factores del Deep State, que han de ser ejecutadas por factores locales y organizaciones especializadas de la sociedad civil, como las relacionadas con George Soros, el National Endowment for Democracy y otras organizaciones de fachada, cuyo objetivo es activar protestas y revueltas populares, para deshacerse de gobiernos y líderes políticos inconvenientes a los planes de la agenda globalista. Se trata de operaciones de cambio de régimen que se han aplicado sobre todo en el este de Europa, de hecho, son notorios los ejemplos de la operación OTPOR en Serbia en el año 2000, la de Georgia en 2003, y sobre todo está el ejemplo de la “revolución naranja” aplicada en Ucrania, la obra maestra globalista del quinteto Obama, Biden, Clinton, Soros y la Unión Europea, ¿la recuerdan? es la revolución de las manitos blancas, la del puño en alto y los manuales de Gene Sharp...
Bueno, lo mismo que le aplicaron a esos países, ahora se lo piensan aplicar a Donald Trump, lo cual significaría que por primera vez, la CIA y por tratarse de un asunto interno, el FBI también, ambas agencias, o mejor dicho, ciertos sectores desviados de estas agencias, estarían planteando la posibilidad de un regime change no en alguna republiqueta del segundo o del tercer mundo, sino en los mismísimos Estados Unidos.
Pero no lo harán aplicando métodos tradicionales, cruentos y violentos, incluso magnicidas, como lo hicieron en el pasado, no, esta vez se haría siguiendo el método políticamente correcto de las revoluciones de colores, con las cuales y por cierto, Joe Biden y su familia, poseen cierta “familiaridad” por el caso de Ucrania, por supuesto…
Bien, estas revoluciones de colores fundamentalmente consisten en operaciones civiles de rebelión progresiva y deslegitimación de gobiernos, y pueden tener sus etapas precisas que se podrían más o menos resumir en dos, en dos etapas:
La primera consiste en poner en duda hasta cuestionar fuertemente los resultados de una elección presidencial, con una operación comunicacional y propagandística masiva, machacona y globalizada.
Y una vez logrado este primer objetivo se pasa a la segunda etapa, a la fase superior, que consiste en agitar movilizaciones de masa y actos de desobediencia civil, que deben escalar hasta generar explosiones de represión violenta por parte de las autoridades, para así deslegitimar al régimen rápidamente y a los ojos de la opinión pública internacional.
Señores, esto al parecer es lo que se está planteando, como el verdadero escenario para el día de las elecciones y días sucesivos, desde luego, esto podría desencadenar en cuestión de días, un conflicto civil de proporciones impredecibles, y este conflicto civil, de llegar el caos y la crisis a proporciones nacionales, podría desembocar en una tentativa de guerra de secesión, tal como ya les anticipé en un video anterior, que se titula “Objetivo Demócrata: Los Estados Desunidos de América” cuyo link encontrarán abajo en el texto descriptivo.
Aunque con respecto a esto de anticiparme, no perderé la oportunidad para recordarles que hace 2 años, y si sin ser un miembro prestigioso de la intelectualidad o de la academia americana, les adelanté en gran parte toda esta trama tenebrosa y lo que podría llegar a suceder en un artículo, “La cocción de los Estados Unidos a término medio” cuyo link también encontrarán abajo en el texto descriptivo, y hace 3 meses en otro video, “Caos en los EEUU”, les adelante también que la operación neofoquista de activación de caos en las grandes ciudades, estaba destinada a preparar el terreno para operaciones de crisis de gobernabilidad y de desestabilización a mayor escala, y el link a este video también lo encontraran más abajo en el texto descriptivo.
Y si de verdad les interesa este tema, les sugiero ir a mi canal en YouTube y en una playlist que se llama “Crisis USA”, encontrarán todos los videos que he hecho sobre el tema, en secuencia lógica y temporal, y en uno de esos videos por cierto, toqué un tema que también ha comenzado a formar parte de la polémica que se ha desatado en estos días, con respecto a lo que podría pasar a partir del 3 de noviembre, y me refiero al escenario de un eventual golpe militar, en la figura de un desalojo militar de Trump, tal como lo escuchan…
En mi video “¿Ruido de sables en los EE.UU.?” les adelanté lo que para ese momento eran solamente unas impresiones personales, las cuales 3 meses después, puedo constatar que no estaban tan descaminadas porque de hecho, en los últimos días, la posibilidad de un verdadero descontento militar, es una preocupación creciente de la cual se ha comenzado a hablar con cierta insistencia, en vista de cierto hechos que han ocurrido, cuya secuencia se podría resumir de esta forma:
Primero, La campaña mediática para desprestigiar a Donald Trump ante los militares, lanzada el 3 de septiembre por un pasquín globalista que se llama “The Atlantic”, en donde se relata que a Trump no le gusta visitar los cementerios de guerra porque en ellos reposan americanos que son Losers and Suckers, o sea, “perdedores y tontos, o perdedores y bobos”, campaña totalmente falsa que se fabricó para sembrar en la colectividad la idea de que Trump desprecia e irrespeta a los militares y en general a la institución armada.
Segundo hecho, La respuesta que Trump le propinó a esta campaña, el pasado 7 de septiembre, en donde más o menos afirmó que:
“no voy a decir que los militares estén enamorados de mí, los soldados lo están, pero los que están en el Pentágono probablemente no me quieren porque ellos no quieren hacer otra cosa que pelear en guerras. para que todas esas maravillosas compañías que fabrican bombas y aviones se mantengan felices”
Esta declaración, y la reacción que produjo, sin la menor duda transparenta un conflicto del cual ya se está hablando abiertamente, y es conflicto entre Trump y el complejo industrial militar, un sistema de poder que desde luego no debe sentirse muy contento con este presidente que no ha comenzado ninguna guerra, y más bien ha estado insistiendo en retirarse de las ya empezadas por administraciones anteriores, de paso, este tema del conflicto entre presidencia y complejo industrial militar reaviva ciertos episodios del pasado, que muestran cómo estamos en presencia de una cuestión de poder, de balance entre poderes, que no ha sido resuelta históricamente desde que Dwight Eisenhower la planteara públicamente en su último discurso antes de entregar la presidencia a John F. Kennedy, el cual de paso, osó retar a ciertos sistemas de poder oculto en los EEUU, pera esta es otra historia que de todos modos la desarrollaré en un próximo video.
Pero lo que se debe destacar en estos momentos es que no existen buenas relaciones entre Trump y cierto sector del complejo industrial militar, eso ya lo había insinuado en mi video sobre el ruido de sables en los EE.UU., y ahora esta situación, para nada tranquilizante, quedó confirmada con la declaración de Trump, y también ha sido confirmada por una serie de episodios, de los cuales solo nombraré uno en particular, y aquí pasamos al tercer hecho, público y notorio.
Pues bien, resulta ser que dos oficiales retirados del ejército en una carta abierta publicada en un reconocido portal de noticias militares que se llama “Defense One”, en esa carta le solicitaron al general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, que aclarara su posición con respecto a la posibilidad de que Donald Trump se niegue a reconocer el resultado de la elección y por lo tanto se niegue a entregar el poder. Esta carta también tiene su link más abajo para que puedan leerla completa.
La solicitud, en términos precisos expresa lo siguiente "Si Donald Trump se niega a dejar el cargo al expirar su mandato constitucional, el ejército de Estados Unidos debe destituirlo por la fuerza, y usted debe dar esa orden".
Y esta solicitud fue redactada por un oficial del ejército veterano de las dos guerras en Irak, y por un teniente coronel que sirvió en Irak, en Bosnia y en la Operación Tormenta del Desierto.
¿Qué les parece? Pues bien hay más, al parecer hay más, lo que pasa es que ya se trata de rumores, pero con una diferencia con respecto a los clásicos rumores militares, y es que están siendo recogidos y examinados no por dateados folclóricos, sino por analistas especializados, incluyendo oficiales retirados de alto rango, que ya han publicado sus experticias denunciando la realidad de este mar de fondo, sobre todo en el complejo industrial militar, sobre todo en el Pentágono, porque no se trata de un descontento en los niveles medios, o en la tropa, se trata de un descontento arriba, en la parte del Deep State que involucra a los altos mandos de las fuerzas armadas, y estos análisis han estado circulando incluso en órganos de prensa especializados en el tema militar, que circulan en forma pública y abierta. Pero por los momentos no les comentare más, porque considero prudente esperar a que la situación se fluidifique mucho más y no tengo dudas de que esto va a ocurrir, por una razón…
Y la razón es que por primera vez estoy observando síntomas de mucha preocupación y hasta desesperación en las élites tanto globalistas como comunistas, situación que se transluce perfectamente en su comunicación no solo mediática, sino social e interna, Señores, la guerra por sacar a Trump del poder se ha convertido en una cuestión de vida o muerte para las agendas globalistas, y no hay duda de que echarán el resto en los próximos tiempos, y lo harán tratando de sacar a Trump a como dé lugar, sin importar la suerte de la nación americana y sus habitantes, sin importar a quienes se lleven por delante, y no se detendrán, sea cual sea el resultado de la elección, incluso si ganase Biden, pero este será un tema a tratar en algún video próximo.
Bueno Amigos y seguidores, es todo por hoy, como siempre, les pido que se cuiden, y activen su pensamiento, el que lo cuida todo, y nos veremos pronto, esta vez sí será muy pronto, hasta luego.
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