22.6.2025
Hay algo en lo que no dejo de pensar desde que ocurrió el ataque de EEUU a las instalaciones nucleares más importantes de Irán.
Viendo las fotos satelitales (de alta resolución) hay algo que no me cuadra, pero es demasiado temprano para pronunciarme, espero como siempre, que a alguien más (a un verdadero “experto”) le pase por la cabeza el mismo pensamiento (o parecido).
Es mi método preferido para formarme una opinión.
De todos modos, olvídense de que los iraníes fueron engañados sobre la dirección de penetración de los bombarderos B-2, eso es algo risible porque cuentan además con datos espaciales proporcionados por Rusia y China.
La verdad: en ningún momento los iraníes habrían detenido el avance de los B-2 penetrando durante un tiempo precioso su propio territorio, sobrevolando sobre todo tipo de sensores propios, más los rusos y los chinos registrando también.
Total, ya sabían que la enésima estafa armamentista de los EEUU, las “bombas bunker-buster” solo causarían rasguños superficiales, y en efecto así fue.
Pero algo muy importante obtuvieron: la huella espectral electromagnética e infrarroja de los B-2, con sensores puramente pasivos (indetectables), especialmente en la medida que se iban acercando a sus objetivos.
La única forma de evitar esto hubiese sido montando “Lentes de Lüneburg” sobre los B-2, pero eso hubiese multiplicado el riesgo de intercepción por un factor superior a 100, a 1.000 inclusive.
Hay que recordar que la “tecnología furtiva” de los Northrop B-2 data de principios de los años 80 e incluso antes, y que nadie podría tomarse en serio que los estadounidenses sigan pensando que, en 40 o más años, la tecnología se estancó y estos delicadísimos aviones sigan siendo tan “sigilosos” como antes.
La verdad es que nadie pero nadie toca el tema, no vaya a ser que alguien pueda deducir de tu indiscreción lo que sabes o no sabes… (Arte de la Guerra).
Federico Boccanera
@FBoccanera en "X"
