1.
La única oposición posible es de insurrección contra el régimen y el Estado,
contra todo el régimen chavista y todo el Estado rentista.
2.
Enfocarse en Maduro es estrategia para crear un supuesto "madurismo",
y dejar intacto el "legado de Chávez" para usufructo político.
3.
Toda la clase política aspira a heredar el legado de Chávez, el chivo
expiatorio de Maduro se usará para lavar ese altar común.
4.
El enfoque en Maduro es el puente hacia un régimen chavista más negociador, que
comparta la hegemonía y pacte un consenso de asociación y alternabilidad.
5.
Enfocarse en Maduro y su salida, cumple también el deseo de dejar intacto el Estado
rentista, ecosistema indispensable para el populismo.
6.
Quien no apunte a la insurrección contra todo el régimen y el Estado rentista,
no desea una transición real a la libertad y la democracia.
7.
Quien no apunte a una transición verdadera hacia la república, la democracia y
el mercado, no desea la libertad, solo un cambio cosmético.
8.
Lo positivo de estos días ha sido la activación de la lucha por la libertad y
el retroceso de los gatopardos: tratarán de voltear esto.
9.
A la distracción del enfoque sobre Maduro, se suma la de refrescar el prestigio
de la "unidad" de la “oposición”, caer en ambas trampas sería nuestra
perdición.
10. La oposición ya existe, solo debe organizarse y no caer
en la trampa del "falta poco" que la condenaría al desorden que
favorece a otros.
Artículo publicado originalmente el 25 de mayo de 2017 en la
antigua página de “La Cabilla” (lacabilla.com).
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