Obama provocó un daño planetario al debilitar las defensas
de occidente en todas sus orillas. Revertir esto llevará tiempo, nos hizo
perder ocho años y posiblemente nos agregó ocho más para proceder a las
reparaciones, algo que no me extrañaría que actúe en la conciencia de la actual
administración republicana.
En Latinoamérica, presidentes como Piñera, Kuczynski y
Macri, se encuentran en la misma situación de Trump enfrentando una ofensiva
interna inagotable, que obedece a un sistema global.
Si logra mantener el crecimiento de la economía y el empleo,
Trump logrará reelegirse y solo a partir de ese segundo mandato podríamos
asistir al advenimiento de su versión verdaderamente "hemisférica",
más allá de toda retórica y acciones de “soft/hard power” de grado menor.
Y una situación no muy distinta a esta, es la que observo en
los países latinoamericanos que podrían ayudarnos.
Mientras esta conjunción no genere un verdadero bloque
internacional, de alianza atemporal, no circunstancial, un bloque capaz de
enfrentarse al enemigo y plantear guerra en todos los frentes, y en los mismos
términos que nos aplican (de guerra irrestricta), no habrá consolidación local
ni continental de cualquier avance nuestro. Bastará el menor tropiezo para que
el retroceso sea nuestro.
Mientras esto no ocurra a una escala geopolítica
significativa, y como alianza permanente en el tiempo, a Venezuela no la salva
nadie.
El aislamiento internacional del régimen de Maduro es
directamente proporcional a la buena compañía que consigue en las
transnacionales del mal.
Venezuela en las Américas: de sucursal cubana a frente
internacional y de allí a tumor primario regional, no puede ser que solo cuando
la metástasis les moleste en el culo, reaccionen los buenos.
Mientras tanto el teatrino venezolano con coreografía
dominicana prosigue, función donde la oposición de la “mesa de la unidad democrática”
(MUD) no puede hacer nada ni decidir nada. Y hay algo que se pierde de vista en
todo esto: para poder operar políticamente, y optar a las prebendas
correspondientes dentro del Estado chavista transnacional no basta con
"portarse bien", debes obtener el plácet de los socios: Cuba,
Vaticano, Rusia, China, etc., ergo, “yanquis go home”.
La razón de la operación mediática de lavado de cara para
mostrar que la MUD salió airosa de la negociación, obedece primariamente a que
al mismo Estado chavista no le conviene competir electoralmente, con
candidaturas depotenciadas o desprestigiadas ante la opinión pública “mainstream”
nacional e internacional, la apariencia importa, especialmente cuando se habla
de “escorts”, la verdadera vocación de los dirigentes MUD.
El plan Trump, que Rex Tillerson en su reciente gira ha
comenzado a exponer, ha mostrado cartas que suponen acciones más allá de la
retórica: la oferta de ayuda a los refugiados venezolanos en Colombia, y de
abastecer de petróleo al caribe en caso de embargo petrolero a Venezuela, son
ofertas que más allá de su factibilidad, muestran un tipo de diplomacia basada
en acciones, en una escalada de acciones, y todas muestran un grado de
habilidad diplomática, superior al promedio mostrado por EE.UU. en las últimas
décadas .
Por ejemplo, EE.UU. “sopesa” destinar recursos a los
venezolanos refugiados en Colombia, y esto de llegar a actuarse podría
traducirse en un llamado perentorio a los venezolanos para que corran hacia
Colombia (ya saben qué hacer, no se equivoquen), de esta forma se estaría
enviando un claro mensaje (de amenaza) que Juan Manuel Santos debe haber
sentido como una patada en donde ya saben.
¿Qué te parece Santos, esta oleada de oposición en masa, con
fuerza testimonial no desmentible y aprovechable por Álvaro Uribe, de paso
mantenida por los EE.UU.?
Ensayemos de todos modos un escenario alterno: un triunfo
verdaderamente "uribista" en las próximas elecciones, de todos modos podría
provocar un vaciado de migración alborotada hacia Colombia y otros países, y un
vaciado "narco-bélico" hacia Venezuela, una crisis
"resplandeciente" y un conflicto de pronóstico reservado.
Esta diplomacia de businessmen (Trump/Tillerson) la
considero una novedad “refrescante”, y habrá que estar atentos a como se
desenvuelve, eso sí, no será desplegada a la carrera.
El plan Trump además, ha mostrado que no se desarrollará sin
antes obtener el acompañamiento concreto, sólido, de varias naciones
latinoamericanas, sin duda no desean pasar como un policía de vecindario que arremete
unilateralmente y en solitario.
Además de resultar impensable que los EE.UU. se lancen en
solitario, menos aún la Unión Europea accedería a respaldar una acción
polarizada norte/sur, por más que se demuestren las manos metidas de China, Rusia
e Irán en Venezuela.
La crisis es continental, concierne a todo el continente
americano, y países de este continente deberán “sentirse aludidos” y colaborar
y aportar en concreto, si realmente desean sacudirse la amenaza.
En el horizonte se vislumbran acciones que demandan una
inversión material importante por parte de EE.UU. y su eventual "joint
venture" latinoamericana (Trump así lo exigiría), por eso, siempre hablo
de que la operación de intervención en Venezuela, hay que saberla VENDER.
Lamentablemente en la oposición MUD no se detecta nada
parecido a “grandes negociadores” centrados en el interés nacional (y
regional). Fundamentalmente, su dirigencia se encuentra en manos de patoteros
de urbanización y otros subproductos sociales de élite, y en manos de buhoneros
de baratijas la que anda de comparsa penosa por Miami, Washington o Madrid. En todos
los casos estamos en manos de grupos y micro grupos de artesanos alarmantes,
que solo destacan por sus apetitos particulares.
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