Por Aura Palermo y Federico Boccanera
1. El control del Estado sobre la población busca tanto la
anulación de la ciudadanía como la anulación del individuo, lo social y lo
individual como un continuum sin independencia.
2. La transformación de la ciudadanía en población sin
capacidad alguna de independencia, en donde los valores son sustituidos por
necesidades básicas, donde todos los incentivos apuntan a la perversión.
3. La única movilidad social posible para el poblador
irreversiblemente sometido por necesidades básicas, y permanentemente
estimulado a la perversión, la constituirá su ascenso jerárquico a tropa, espía
o esbirro. El “patriota cooperante” será un triunfador.
4. Pero el individuo despojado de todo valor y poder, y la
población controlando a la misma población no son suficientes, el Estado debe
ser capaz de saberlo todo y solo puede lograrlo si es capaz de ver, escuchar y
seguir a todos.
5. El lavado cerebral, el lavado de la realidad, la
hegemonía cultural para dominar sin represión no bastan, debe haber vigilancia
a todo nivel. La pérdida total de la iniciativa debe acompañarse de la pérdida
total de la privacidad, no es suficiente el triunfo de la sumisión.
6. El miedo no es suficiente ni es lo más eficiente, si a la
población se le convence de que vive en paz y seguridad se puede lograr la
dominación total y perenne, incluso disfrazada de felicidad, incluso de
libertad, incluso de democracia.
7. Gracias a la tecnología cualquier Estado, aunque no sea
totalitario, puede alcanzar ese nivel de control absoluto y venderse como el
"guardián del bien", y convencer a la población de colaborar, esto se
logra fácilmente con miedo, pero también con un mercadeo sonriente.
8. A medida que la tecnología obtenga información total
sobre la población, en esa medida distinguir entre Estados totalitarios y
"libres" será cada vez más difícil. Cuidado, el totalitarismo podría
ser no otra cosa que esa información total, o sea, nuestra transparencia.
9. Que nosotros seamos totalmente transparentes y el poder
totalmente opaco, la tecnología informática podría lograr este totalitarismo
perfecto, uno que podría ser imperceptible para la población e indistinguible
del bien: el poder omnisciente y omnímodo.
10. "El Estado es bueno y vigilará que todos los
ciudadanos sean igual de buenos, y habrá ciudadanos más buenos que otros: los
que colaboran". Este podría ser el tinglado perfecto para "un nuevo
totalitarismo feliz" de base tecnológica, y próximamente, de inteligencia
artificial.
Los mensajes (cuentos chinos) del “nuevo totalitarismo
feliz”
“Lograr una vida con orden, comodidad y felicidad,
teniendo a la seguridad como basamento, es la visión de quienes trabajan por la
vigilancia total, sin perderse una sola esquina de cada ciudad.
Con vigilancia total y seguimiento preciso, podemos unir
el pasado con el presente y el futuro, podemos descubrir y predecir cualquier
riesgo a la seguridad, y con máxima participación de la comunidad, extender
esta protección a cada rincón de cada ciudad.
La plataforma pública de seguridad hará posible la
comunicación bidireccional entre el gobierno y la comunidad, permitiendo que
los ciudadanos puedan jugar un papel activo en su construcción.
Con monitoreo “multi-aspecto” y también con una profunda
recolección y análisis de datos masivos, podemos hacer que todo funcione en
forma inteligente y eficiente. Adonde vaya cualquier ciudadano, seremos
vuestros guías.
Trabajaremos incansablemente para cumplir totalmente
nuestra misión: esforzarnos en forma permanente por la seguridad y la felicidad
de la gente”. [1]
Estos mensajes son cortesía de:
Chinos
Erigiendo
Incansables
El
Comunismo (versátil)
CEIEC, muy pronto en sus bolsillos, y sobre sus cabezas.
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