jueves, 26 de marzo de 2020

La pandemia interminable de la seguridad sin límites



(A continuación la transcripción del video, que se pone a la disposición para aquellos que no disponen de una conexión a la internet que permita la correcta reproducción de este tipo de contenidos, lamentablemente, esta situación es muy frecuente en Venezuela, desde hace años).

Amigos visitantes y seguidores de este apartado rincón del espacio-tiempo cibernético, donde la intención principal no es informar, es la de poner a pensar, para evitar la atrofia de facultades mentales básicas para la supervivencia.

Desde hace ya unos cuantos días nos encontramos todos confinados a nuestros hogares debido a la pandemia del virus chino, con nuestra preciada libertad objeto de persecución al haberse convertido en una amenaza a nuestra propia seguridad, desde luego, los gobiernos se supone que lo hacen por nuestro bien, la preservación de la salud y de la vida es lo más importante.

Ahora bien, cuando un gobierno decreta el estado de alarma, el estado de excepción, o de emergencia, el cual por diseño constitucional le permite suspender derechos individuales y colectivos, este gobierno asume no solo la tarea de la seguridad ciudadana, hay otros tipos de seguridad que deberá atender, por ejemplo, su propia seguridad, la seguridad del Estado, porque la operación de vigilar sobre todo el territorio es una dispersión y distracción de fuerza que pudiese ser aprovechada para acciones indebidas.

Debe ocuparse también de la seguridad económica, si la gente no puede trabajar y producir porque el gobierno le pide quedarse en casa, el Estado debe compensar esta situación, asegurando el sustento material de trabajadores y empresas, faltaría más, y está también la seguridad de los bienes, de la infraestructura, de los servicios, en fin, son muchas las seguridades que el poder debe proveer

Pero hay algunas que son especialmente importantes aunque generalmente pasan desapercibidas, y me refiero a la seguridad relacionada con la preservación del poder, la cual no solo abarca los poderes formales, sino a todo el sistema de poderes visibles e invisibles que realmente lo constituyen, más allá del gobierno, incluso más allá del Estado, estoy hablando de lo que denomino, la seguridad del poder.

En una emergencia como está, mejor aún si se la define de una vez como guerra”, el poder necesita defenderse, no solo por seguridad de Estado, que es lo que corresponde al nivel visible, o sea a eso que llamamos el gobierno y sus órganos, también deberá actuar para preservar el sistema que constituye su basamento profundo, sistema que no responde a leyes o constituciones formales, sino a leyes de dominio sobre la sociedad, y la nación.

Especialmente si ese poder responde a intereses que no son precisamente públicos, sino privados, intereses particulares,  sectoriales en algunos casos y globales en otros, porque existen ciertos intereses que van más allá del estado-nación, bien sea porque ese poder busca la supresión soberana o lo contrario, desea convertir a la nación misma en un proyecto expansionista, por ejemplo, los intereses del chavismo son de supresión de la soberanía y conversión de la nación en territorio listo para ser depredado, mientras que el proyecto chino, o el turco, o el iraní, son de conversión de sus naciones en proyectos-nación expansionistas, o imperialistas como en el caso chino, y aquí ambas modalidades se complementan: el proyecto del chavismo de destrucción de la soberanía venezolana es justamente lo que necesita un proyecto expansionista como el proyecto imperialista chino.

 Y para estos intereses, el objetivo del poder no es el orden, sino el control de la sociedad, algo que solo puede lograrse, si ese control puede abarcar a la totalidad de esa sociedad, y esa ruta totalitaria, de control absoluto, solo puede recorrerse en dictadura comunista, como pasa en China, o si se genera caos en las sociedades libres, (o supuestamente libres) caos que bien puede ser artificial, o aprovechando el caos derivado de algún evento natural, por ejemplo, una pandemia, y en ambos casos, bien sea por caos artificial o provocado, o por caos natural, o caos oportunista, la operación del poder corresponde a la ejecución de una planificación previa que se elabora trabajando sobre escenarios que hoy en día se pueden simular con gran precisión gracias a la potencia informática de los Estados que pueden disponer de enormes cantidades de información, enorme potencia de cálculo y procesamiento, y además esta potencia informática puede preparar el campo de acción, al ser capaz de incidir masivamente sobre el comportamiento colectivo, e incluso condicionar la percepción, el pensamiento, de grupos humanos de cualquier tamaño, sean mayoritarios o minoritarios, en otras palabras, los escenarios no solo se pueden simular, se pueden precipitar a conveniencia, y ni hablar de lo que puede lograrse si a esa sociedad la has venido ablandando…

Ablandando hasta convertirla en una masa amasable, plástica, mediante una operación de devastación cultural, y más aún si a la par de esa devastación cultural, produces devastaciones individuales, a nivel psíquico, en donde al ya tradicional lavado cerebral, por fragilización del individuo, agregas el lavado de la realidad misma, o sea, el lavado de los hechos, la fabricación de una realidad alterna.

Como ya dije, el objetivo de ciertos poderes o sistemas de poderes nucleados en torno a ciertos ejes o agendas de dominación, no es el orden, o sea, la finalidad moral que justifica la existencia de la política, orden por ejemplo para que haya paz, progreso y prosperidad, no, no es así, el objetivo de estos poderes no es el orden sino el control, se trata de controlar a la sociedad, incluso para que ese "orden", esa "paz y prosperidad", ahora entre comillas, no sea la que desean los ciudadanos, sino la que desea el poder.

Y esto se puede lograr bien sea por imposición, método desacreditado, o por transformación de la sociedad en algo en dócilmente moldeable, tanto a nivel colectivo como individual, cosa que solo puedes lograr si rompes, si ablandas, si le quitas a ese individuo y a esa comunidad, su coraza, su escudo, su sistema tradicional, ancestral, de valores, creencias y costumbres, en otras palabras todo lo que a esa comunidad le proporciona sentido, identidad, unión, determinación, fuerza, resistencia.

Para lograr esto es primordial el manejo de la información, en otras palabras el dominio de la comunicación: las fake news, el lavado cerebral, el lavado de la realidad, la ridiculización de los que no se adaptan al relato o a la narrativa mainstream, o sea la de los medios acreditados, la de los medios prestigiosos, la generación de ruido, rumores, temores, esperanzas… todo esto es más conveniente que operar censura pura y dura.

Además, por si el condicionamiento mental y de la percepción no bastase, como primer anillo de seguridad del poder, están las tecnologías que permiten espiarnos, espiar nuestra navegación en internet, nuestros chateos, nuestras compras (no solo las que hacemos por internet), saber dónde estamos, hacia donde vamos -ese es el segundo anillo- y complementando todo esto, están las tecnologías de vigilancia fuera del hogar, con las cámaras, los dispositivos de reconocimiento facial, los drones, etc, ese es el tercer anillo, y todos estos “anillos” permite recolectar una colosal cantidad de información, lo que llaman la big data, lo que permite afinar y perfeccionar a todos estos mecanismos de control y además generar una enorme base de datos de todo tipo, de datos y de perfiles, tanto individuales como grupales, en fin, toda esta estructura de seguridad constituye una extensión de la capa o envoltura tecnológica del poder, que es la que más diferencia a los sistemas de poder actuales con respecto a los poderes del pasado, incluso poderes del pasado reciente.

 Por ejemplo, muchos gobiernos, como el de Alemania o de Italia, han estado usando la data suministrada por las empresas de telefonía celular para verificar el cumplimiento por parte de la ciudadanía de la cuarentena, desde luego, estos gobiernos advierten que no se trata de información detallada, persona por persona, sino de información acumulada a escala colectiva, a escala local, regional, nacional, y que esa información no solo ha sido útil para determinar cuanta gente salió de sus casas, por cuanto tiempo y hasta que distancia, además permitió establecer si habían ocurrido reuniones, y ubicar esas reuniones o aglomeraciones, y cuantificar su dimensión, su duración.

Pues bien, no debería hacer falta que explique lo que implica todo esto, toda esta intromisión profunda en la vida de los ciudadanos, solo les daré la conclusión inevitable, y es que nos encontramos ante la transparentación final de los ciudadanos ante el poder, y por lo tanto la transformación del poder en una entidad que todo lo ve, todo lo sabe, un poder omnímodo y absoluto, desde luego, todo esto es por el bien de todos, es para proporcionarnos la seguridad que tanto pedimos, algo que nadie debería atreverse a reclamar o a discutir en este momento.

Lo que pasa es que estamos en guerra, los gobiernos nos hablan abiertamente de guerra, aunque para terminar de graduar los estados de excepción, alarma, o conmoción, como estados de guerra real, solo falta la supresión de la garantía a la libre expresión, la cual de paso terminaría realmente de convertir nuestro confinamiento en los hogares, en una verdadera prisión no sé si lo han pensado, porque esta, no es una posibilidad remota, es algo que podría ocurrir de un momento a otro, se acordarán de esto que les digo...

Ahora bien, y a riesgo de caer en la banalidad, les debo recordar que la antigua acción cotidiana de salir a la calle nos permitía no solo entrar en contacto con la realidad sino ser la realidad, la “distracción callejera que se expresaba en alguna acción, sea la del trabajo, la diligencia, la compra, la diversión, o el mero paseo para ver o para dejarnos ver, al ser conjuntamente acción e interacción, nos reconectaba higiénicamente con nuestra esencia evolutiva social, la cual desde hace 300.000 años impedía nuestro alejamiento del grupo de pertenencia y por lo tanto, impedía que nos convirtiésemos en un blanco solitario, o sea en presa fácil de algún depredador al acecho.

No sé si lo sabrán, pero todo depredador, sea lobo, león, o malhechor, siempre vigila al rebaño a la espera de que alguna oveja o borrego se separe del rebaño o se rezague para iniciar el ataque, en la naturaleza, un borrego descarriado es un borrego muerto. Pues bien, no contentos con transformarnos en borregos, al machacar o licuar nuestros cerebros, ahora han encontrado la forma de separarnos netamente los unos de otros, y todo en nombre de la seguridad, seguridad que nosotros mismos estamos dispuestos a hacer cumplir y la prueba está en que, al que se le ocurra salir de su casa, lo hemos transformado en un delincuente, en una amenaza, ahora resulta ser que la oveja descarriada es la amenaza ¡perfecto!

Lo lograron, es increíble pero lo lograron ¡los felicito!

Llegado a este punto, me parece fundamental que entendamos que en estado de confinamiento y aislamiento, ambas cosas a la vez, y lo recalco porque no son lo mismo, es cuando el bombardeo de información y desinformación es más eficaz en cuanto a la inducción de incertidumbre, duda o miedo: al no poder salir a la calle nos toca pegarnos a la red o a los medios, y por lo tanto surge la posibilidad del método Ludovico, aflora la posibilidad de la naranja mecánica, la cual no es otra cosa que la posibilidad de reeducación del forzado a la inmovilidad. Por favor, busquen esa película, la “Naranja Mecánica” del director Stanley Kubrick, eso sí, les advierto que es muy fuerte, muy cruda, si no logran verla hasta el final, lo puedo entender.

OK, volviendo al tema, los invito a sumarse a una tarea de alerta temprana: vamos a ver cuántas de estas limitaciones a nuestra libertad serán suspendidas al terminar esta pesadilla, vamos a ver si todos estos dispositivos de vigilancia van a ser retirados o limitados cuando volvamos a la normalidad, si es que algún día volveremos a ella, porque ya nos están diciendo, los poderes nos están diciendo, que tocará cambiar muchas cosas

¿O será que nos obligaran a cambiar? y lo digo porque simple y llanamente muchos podrían quedar en la posición de no poder reclamar nada, por ejemplo, al quedar en una posición de total dependencia del Estado, aunque sea para recuperar un puestecito de trabajo con salario de subsistencia.

A ver, ¿este gran despliegue de medidas de seguridad? ¿son de seguridad para la gente, o son para la seguridad del poder, o para asegurar el poder? aunque caiga el poder político en algunas partes, que como explico en mi bio de Twitter, es meramente un nivel intermedio. ¿De verdad creen que el poder va a renunciar a todo este control que ha logrado sobre nosotros, luego de haberlo afinado y perfeccionado gracias a esta gran experiencia, gracias a este gran ensayo o laboratorio global?

¿De verdad vamos a creernos que van a renunciar a este superpoder a nombre de la libertad, en nombre de nuestra libertad?

Créanme, la ingenuidad de cierta gente me das más miedo, mucho más miedo que el propio virus chino.

Por último, Señores este virus chino parece creado a propósito no para crear una enorme mortandad, sino para crear un gran contagio masivo, capaz de difundirse a velocidad alucinante, un contagio que obliga a la parálisis y al colapso de las sociedades, en otras palabras, parece creado para provocarle un gran daño a nuestro modo de vida, facilitado por el grave daño económico que podría dejar, un daño que no va a ser tanto en los grandes actores económicos (esos siempre caen de pie), sino en nuestras economías personales, porque vamos a salir de esto en una situación muy preocupante de dependencia del Estado y de sus sistemas de poder asociados.

Cuidado porque este virus chino parece creado a propósito para llevarnos a cierto modelo de sociedad en donde tendremos, por un lado a una gran masa precarizada de trabajadores necesitados de todo tipo de auxilio y en todo caso subpagados, y por el otro, a una clase social constituida por consumidores insaciables, algunos más privilegiados que otros, y en medio una economía con altos niveles de concentración, en donde difícilmente tendrán cabida pequeñas y medianas empresas o comercios (a no ser que estén destinados a servicios o clientelas premium).

Una economía solo para triunfadores, o sea, grandes consorcios industriales y comerciales, siempre y cuando puedan alcanzar un rango de acción global, siempre y cuando sean “ultra eficientes”, “ultra competitivos”, y puedan aplicar economías de gestión a cierta escala, con costos laborales bajos, faltaría más…

Estoy hablando de un modelo de sociedad en donde solo hay dos tipos de igualdad: la primera consiste en que todos absolutamente todos, desde el simple trabajador hasta el gran empresario, ninguno goza de verdaderos derechos políticos, y la segunda igualdad es que todos sin excepción, serán vigilados y seguidos a cada paso por las redes cibernéticas del Estado, por su bien, por su seguridad, todos bajo el generoso manto protector del Estado, que es para eso que debe estar el Estado, para proporcionar seguridad.

Señores, este es el modelo chino, estoy describiendo a China, y mi propósito no es el de lanzar una profecía, sino de lanzar un alerta, que espero sea comprendida en su justa orientación, por favor no bajemos la guardia, una vez superada la pandemia, sin duda muchas cosas habrán cambiado y comenzarán a cambiar, no sé a que ritmo, no sé con cual velocidad, pero atentos, sobre todo muy atentos hacia cierta campaña que ya ha comenzado a desplegarse en todo el planeta, donde se quiere presentar a los chinos como los salvadores del mundo, los solidarios, los generosos, todo un ejemplo a seguir

¿O un modelo a seguir?

Muchas gracias por la atención, y la paciencia, y no se olviden que la conexión no termina con este video, estoy a la disposición por este canal, en los comentarios que tengan a bien hacer, y también estoy en Twitter, en las cuentas que aparecen más abajo, donde está también la de Aura Palermo, que estará de vuelta en algún momento.

Hasta pronto. Estén alertas, cuídense.


3 comentarios:

  1. El NUEVO ORDEN MUNDIAL, ILUMINATI, MASONES, son el eje del mal, élite, clase privilegiada que dirige los hilos del mundo con fines diabólicos mediante figuras de poder en organizaciones políticas internacionales como el FMI, BM, ONU, UE, y en niveles diferentes del quehacer mundial como grandes corporaciones, medios de comunicación, sistemas financieros, educación, artistas, deportistas, políticos, etc.

    La reducción de la población, para el mayor control de las mayorías son algunos de sus objetivos. TODO ESTÁ PLANEADO.

    En internet el sr. Alberto Barcena lo explica muy bien.

    En YouTube Los Simpsons Virus, verá como desde 1993 lo que vivimos hoy y muchos sucesos pasados estaban planeado.

    Ejemplo, dificio más alto de Londres, estallido de torres gemelas, video llamadas y relojes inteligentes, el Ébola, escándalos en la FIFA. Anuncian la muerte de Trump, sucediéndole en la presidencia de los Estados Unidos, quirn pareciera ser la líder demócrata del congreso Nancy Pelosi.

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  2. De acuerdo a INFORMACIÓN CIENTÍFICA, https://youtu.be/edL8glxnD6A, el COVID-19 es menos letal que el resfriado o catarro común.

    En USA en lo que va de año han muerto por influenza 20.000 personas. Con una tasa anual de mortalidad por influenza de 6% mientras la del COVID-19 es de 3,4%

    +50% de los pacientes con el virus chino se ha recuperado sin tratamiento especial, ya que no existe así como tampoco vacunas. Es decir, ha sido en mismo sistemas inmunológico de los pacientes que les ha recuperado.

    Toda esta pandemia comunicacional es parte del Plan del Nuevo Orden Mundial, Iluminati, Masones, eje del mal, como quieran llamarlo, quienes tienen planes macabros para someter a las mayorías, y lo están logrando gracias a la difusión del temor, angustia, incertidumbre en todo el planeta por quienes están en niveles 3 y posteriores en la escala de veracidad.

    Entendiendo que en el nivel 1 está la información científica, probada, fidedigna. En el nivel 2 están los textos, publicaciones tomadas del nivel 1, dirigidas a quienes no son expertos en la materia y luego, el nivel 3 y siguientes donde se encuentran los noticieros, redes sociales, etc.

    ¿ Todo se debe a una guerra comercial por el incremento de impuestos de importación que la administración Trump impuso a China y quien en retaliación, quiere afectarlo colaborando en ello, intencionalmente o no los "medios de comunicación" afectando la productividad del país, y creando una recesión que evite la reelección de Trump ?

    Y la cantidad de fallecidos en Europa ? Recordemos primero, que en general en países como España, Francia, e Italia desde la adolescencia fuman, y no sólo cigarrillos y, aunque luego fumen solamente éstos últimos, lo siguen haciendo toda su vida. Fumar es nocivo para la salud. Además, no es en vano que se dice que Europa es el viejo continente, hay muchísimas personas de la tercera edad.

    Revisen la tasa de mortalidad anual por influenza en todos esos países, es superior a la del virus chino, el problema es que la morbilidad o nivel de contagio de éste es muy alta, más rápido que la gripe común.

    Además, quien no tenga un buen sistema inmunológico se complica y puede fallecer igual que con el catarro común.


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  3. ¿Y a donde vamos a vivir? Será mejor Venezuela que España, o creo que ninguna parte

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