Con militares que en las actuales circunstancias hagan
público su descontento o piden la baja, lo único que debemos hacer es
SOSPECHAR.
Con funcionarios del régimen que a pesar de disentir siguen
intactos en sus cargos, lo único que debemos hacer es SOSPECHAR.
De cualquier individuo que nos haga llamados a la paz,
debemos SOSPECHAR.
De todo el que quiera amaestrar la protesta, con rutinarias
procesiones sumisas ante instituciones inexistentes, debemos SOSPECHAR.
De todo el que nos quiera llevar, con triunfalismos de
pacotilla, a emboscadas donde los verdugos nos esperan, debemos SOSPECHAR.
De cualquier agrupación que anuncie públicamente y con
anticipación, sus acciones a la tiranía, se debe SOSPECHAR.
De quien nos haga creer, que triunfaremos por seguir a
micropolíticos que solo nos han arreado hasta la estepa arrasada, debemos
SOSPECHAR.
De quien nos haga creer, que otras naciones van a hacernos
el trabajo que no hemos querido hacer, debemos SOSPECHAR.
Llegados a este punto, sospecharía hasta de mi sombra, si ella me abandona.
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