domingo, 28 de enero de 2018

Por Ahora


La tesis de acudir a elecciones para forzar el fraude tiene varios inconvenientes, para no decir que es improcedente e inoportuna, más allá de que se desperdició toda oportunidad de aprovecharla en el pasado reciente, por ejemplo, en 2013 (la oportunidad suprema) y en las elecciones regionales y municipales de 2017, aunque en realidad nunca estuvo prevista por parte de una clase política que no desea ruptura sino asimilación al sistema. No hace falta probar esto, los hechos hablan por sí solos.

(Por cierto, observen y registren de una buena vez la conducta grotesca de la “mesa de la unidad democrática” MUD ante las negociaciones en República Dominicana, con su incapacidad patética para mantener un perfil público prudente, con sus esperpénticas filtraciones parlanchinas, creación mentecata de expectativas de todo tipo, absoluta falta de profesionalismo político y diplomático, con sus levantamientos y sentadas de comedia parroquial, con su cuerpo de asesores bocones animando un triste espectáculo en las redes sociales. Los invito a reflexionar sobre todo esto para entender en forma definitiva que ni para una parodia medianamente bien hecha quieren servir, y desde luego hablo de servir a sus propios particulares intereses de clase).

Los inconvenientes, los impedimentos aplicables a la tesis de “forzar el fraude” expuestos de la forma más sencilla posible, son los siguientes:

1. Solo es válida si exponer el fraude, implicase provocar una crisis sin salida, un impasse. La MUD no tiene la menor intención, y el resto de la sociedad no tiene la menor organización. El trabajo que implica prepararlo todo para que el conflicto terminal sea posible y sea eficaz, apenas está comenzando, y comienza muy tarde.

(Nota: me refiero y me dirijo siempre a los que quieren acabar con esto, y no a los “mudistas” que nos quieren llevar a la estafa de una transición gatopardiana)

2. Si el impasse no genera un impacto terminal, realimentará al sistema, un conflicto donde el Estado tiene todas las de ganar.

a. Lo tiene previsto en su diseño: la “ruptura histórica” siempre se ha concebido para que ocurra en medio del caos más profundo, y con violencia.

b. Lo están esperando, y se han preparado para eso. Desechen de una vez toda fantasía que les haga pensar lo contrario.

c. Todas las líneas de abastecimiento de servicios básicos y de comunicación, y de bienes esenciales para el sustento de la población están en manos del Estado.

d. La población ha sido precarizada, se encuentra desguarnecida y debilitada, a esta situación se ha llegado con toda la intención de menoscabar no solo su capacidad de insurgir sino de resistir, algo que ya expuse en mi artículo sobre “la resistencia suicida”.

e. El tipo de conflicto civil que algunos insensatos proponen es precisamente el tipo de conflicto que el enemigo domina, llámese “guerra asimétrica”, “guerra popular”, o “guerra zamorana”.

A los impacientes se les debe recordar que esta capacidad del Estado chavista para realimentarse del caos generado por ellos mismos, o por “los otros”, no durará para siempre, en algún momento impondrán la necesaria etapa de “la conservación” (consolidación), etapa de gradual estabilización que es la que podría abrir las ventanas de oportunidad.

3. Con todo y el pesar que pueda generar, hay que decirlo: no es el momento para actuar, es el momento para comenzar a trabajar, para comenzar a organizarnos...

“Compañeros, lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos debemos plantear no podrán ser cumplidos… vendrán nuevas situaciones”.

Ya saben quién dijo esto... y deberían saber que eso ocurrió 10 años después del “juramento del samán” y que tuvieron que transcurrir siete años más para “coronar” ese “por ahora”, y que esto a su vez no hubiese sido posible sin un trabajo previo de infiltración y conspiración: al final todo el trabajo tardó 40 años, de 1959 a 1999.

La generación del 28, que eran cuatro gatos al principio, tardó 30 años.

Esto que vivimos se puede revertir en menos tiempo desde luego, pero sería bueno comenzar a trabajar en la dirección correcta, llevamos 19 años de retardo.


jueves, 25 de enero de 2018

El Vaticano anuncia elecciones


El país amanece con la devolución de Antonio Ledezma a casa, y el anuncio del Vaticano pidiendo suspensión de la constituyente, no me detendré en lo de Ledezma, porque el drama de un liderazgo sin grandeza, incapaz de estar a la altura del compromiso histórico, no me interesa, en cambio, el anuncio del jefe de la oficina central de asuntos geopolíticos de la izquierda internacional, mejor conocido como Papa Francisco, si tiene su trascendencia.

Yendo al grano, el Papa está dando luz verde a un acelerón en las negociaciones entre el régimen y su oposición oficial, debidamente validada, y en estas negociaciones, falta soltar “el lomito”, lo más ansiado, y la clave para bajar la presión ipsofacto: el anuncio de elecciones presidenciales.

El solo anuncio de la fecha despejaría el horizonte, alejando la tormenta, el tener una fecha de salida surtiría su efecto despresurizante, no solo sobre la oposición oficial, también sobre el mismo Nicolás Maduro, terminando de paso de levantar la muralla que dejará fuera a los radicales de la verdadera oposición, convirtiéndolos en insurrectos perseguibles, en enemigos de la ley y el orden, en enemigos del Estado.

Que el anuncio de elecciones presidenciales sea inminente, cuenta ya con señales poderosas, la primera, la excarcelación de Leopoldo López, necesaria para los cuadres opositores cara a cara, y en conciliábulo íntimo, la segunda señal, más que obvia, es la activación frenética de la campaña presidencial de Henry Ramos Allup, el que tenga ojos que vea.

¿Qué pasó con la vuelta a Ramo Verde de Leopoldo? Aquí solo resta especular, y prescindiendo en lo posible de los efectos ópticos que esta medida nos envía, puede dar lugar a muchas hipótesis, incluyendo la de un acuerdo fracasado entre opositores, el fin de la unidad, lo que explicaría la reacción de Ledezma, la huida de Lilian Tintori, y desde luego, la re-encarcelación de Leopoldo.

¿Cuándo llegará el anuncio de las presidenciales? Eso depende de muchos factores, incluyendo la no interferencia con las elecciones regionales, incluyendo, el nivel de caos necesario para que surta el máximo efecto desinflante.

¿Qué pasará con la constituyente? esta no será retirada, mucho menos después de ceder una fecha para las presidenciales. La constituyente seguirá su camino, ya anunciado y descrito en artículos que podrán encontrar en La Cabilla, la incógnita está en la velocidad con la cual se recorrerá ese camino, el cual también depende de una pugna interna dentro del Estado chavista, entre extremistas y “moderados” (no, no es una pugna entre chavistas y maduristas, es una pugna por el reparto de posiciones de poder, y posesiones territoriales, es una pugna entre clanes mafiosos).

Recuerden que la constituyente pudiera hacer realidad, muchas cosas apetecibles para cualquier micropolítico populista pro legado-de-Chávez, que lo son todos, hoy en día dentro de la MUD, y dentro del chavismo democrático con el cual se van a fusionar en “la nueva unidad”, no se crean mucho esos gritos de alarma, la constituyente pudiera construir todo un parque de diversiones soñado por cada uno de ellos, el parque de diversiones, de una nación de sumisos y dependientes del Estado rentista.

Artículo publicado originalmente en La Cabilla, el 4 de agosto de 2017.

La guerra de los mundos


Venezuela 2018, elección presidencial, candidaturas, campañas y promesas, las cuales, nunca han parado desde hace años, escoja usted la fecha de su comienzo como festividad colectiva recurrente: ¿2006 o 2010?, no puede ser antes porque la candidatura de Francisco Arias Cárdenas en 2000 no fue una candidatura, fue la excreta de un desierto tan estéril como el Valle de la Muerte, la supuración final del cadáver partidista que se “autosuicidó” en 1993 (como diría el mismísimo Carlos Andrés Pérez).

En 2018 veremos candidatos hasta en la sopa, faltaría más siendo un año electoral, donde solo aumentará el grado de desfachatez amoral que se exhibirá, estimulado aún más por una carrera que se declaró corta, con meta en abril. En realidad la carrera, carrera sin obstáculos y con pista ligera, realmente comenzó con la elección constituyente, y como falta el “Caballo II” (Chávez, el primero era Fidel) que era un “stayer” consagrado, a la carrera le adelantan la llegada para que sea la “esprintada” final del cuarto de milla nacido y criado en el haras Cúcuta, y entrenado en la cuadra habanera.

Se irá rematando así el ciclo histórico de elecciones universales y directas, para pasar en algún momento a elecciones indirectas y colegiadas, que serán totalmente controladas por el Estado (comunal). “Geometría del poder” prevista hace décadas por el “Proyecto Nacional Simón Bolívar” y otros planes trascendentes, que nunca han sido secretos, más bien han sido editados y distribuidos profusamente, suerte de “Mein Kampf” en varios volúmenes, que nadie leyó, o tomó en serio, hasta que ya era tarde.

Ergo, todas las elecciones serán transicionales y todos los electos provisionales, hasta que la “constituyente originaria” decida sobre la materia, y el principal engaño, más allá del perverso que promueve el automatismo votante, consiste en no explicar esto. ¿Pero qué se puede esperar de esta supuesta “unidad”, celosamente ansiosa de consensuar una transición nicaragüense, con peronización garantizada de la clase política, Estado rentista (privado y transnacional) para siempre, y al “legado”, o sea a las fuerzas armadas, “ni con el pétalo de una rosa”?

Sin autodeterminación posible en el horizonte todo quedará dentro del sistema. Todo dentro del sistema, nada fuera del sistema. Si ganase el “candidato unitario” de la falsa oposición, lo primero que el mundo escucharía serían campanadas, si, en la Plaza de San Pedro.

Crucificado Maduro, el resucitado será otro.

No nos han vendido otro evangelio sino este, no sé si se han dado cuenta.

Recuerden que Nicolás Maduro representa la última voluntad del “comandante eterno”, es el cosechador designado de la siembra de Chávez, los frutos los proporcionará la constituyente. Su permanencia en el poder dependerá de que instancias supremas le permitan o no continuar la tarea, tarea que hasta ahora ha ejecutado sin que le temblara el pulso, ni por un microsegundo.

Y sin importarle la soledad, mejor dicho, el aislamiento, y a propósito del aislamiento de Maduro, este es un ruego que fácilmente nos podrían conceder, precisamente por el notable empeño de concentrarlo y limitar toda acción a su sola figura y su equipo de “mal gobierno”, una trampa magistral, comenzando por el señuelo.

En cuanto al aislamiento internacional, habrá que ver hasta dónde puede llegar con el permiso de la internacional progresista, su oficina central en el Vaticano, y el de países hermanos como China, Rusia e Irán, y un vasto conglomerado de mafias globalizadas. Dicho aislamiento podría representar la verdadera “bendición papal” ¿no será qué precisamente lo que se busca, es este supuesto “Maduro contra el mundo”?

Bienvenidas las sanciones recientes de la Unión Europea, especialmente por incorporar la “novedad” de Diosdado Cabello, queda insistir en su ampliación a las clases que gravitan en torno al poder, por ejemplo, la clase política “opositora”. Esa si sería una verdadera señal de buena voluntad para liberarnos del mal, es más, anoten esto de una vez: esa sería una “luz verde”.

Mientras tanto, cuidado y el “aislamiento” termine por llevarnos definitivamente a quedar rodeados por el mismo mar de felicidad, que a cierta isla le ha resultado tan bien, sobre todo en celebración y reconocimiento internacional.

Por los momentos, ningún país se atreverá a intervenir una nación que se apresta a celebrar elecciones presidenciales, más adelante, cuando las elecciones sean las de una entrañable república democrática popular, ya veremos. La experiencia de intervenir en países petroleros como Irak y Libia no invita precisamente a la repetición, Venezuela ni está en una “zona caliente”, ni tampoco ha sido abandonada a su destino por la multipolaridad en contienda, y la ausencia de una oposición seria, capaz de vender geopolíticamente la operación necesaria -algo que requiere mucha frialdad y paciencia- es con mucho, la carencia, el “inconveniente” que más oscurece el panorama.

Donald Trump parece estar claro, pero más claro aún está con respecto al hecho de que su permanencia en el poder, dependerá de seguir enfrascado en una campaña electoral permanente, en trifulca constante contra ciertos estamentos a los que quiere acorralados, y que esto dependerá principalmente de su eficacia interna para reactivar la economía y crear empleos. No sé si es aislacionista como algunos afirman, lo que sé es que quiere quedarse y para eso depende de la aprobación que le proporcione esta nueva versión de la “mayoría silenciosa”, que ha sabido seducir y reclutar.

Recuerden que hay que estudiar y conocer al enemigo, y saber también que eso no basta, hay que hacer lo mismo con quienes se supone que deberían ser nuestros amigos.

Constituyente, consenso, corporaciones, comunas, diálogos, transiciones, bendiciones, y más que nada, elecciones, nos ahogarán con elecciones precisamente en respuesta al “aislamiento”, por allí pasarán las escaramuzas, en el campamento minero.

Afuera, nuestra única esperanza, se resume a que ocurra algo mayor.

La guerra de los mundos.

Harán falta más microbios, y menos próceres. 

@FBoccanera

¡Son los militares, estúpido!


Una vez más, el tema príncipe del poder en Venezuela se escurre de la discusión pública, sin siquiera humedecer el entendimiento.

Sobre la persecución emprendida por el Estado chavista contra la corrupción en Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), hecho real en cuanto a persecución, en cuanto a corrupción, y en donde no hay simulación ni teatro en su descarnada ejecución, de todos modos se está perdiendo del foco de la opinión pública lo más importante, y es que esta “razzia” surge como consecuencia de la entrega de PDVSA a los militares.

¿Se trata de una “purga”? lo es en cuanto consecuencia y no causa. La “causa número uno” es “PDVSA para los militares”, el desalojo de lo civil por parte de lo militar en el corazón del Estado rentista, lo cual arroja como primera consecuencia que los desalojados del feudo serán aventados inmisericordemente, a la jauría de la permanente guerra entre mafias (civiles).

El “timing” de la operación es platealmente oportuno, ocurre después de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, ocurre en coincidencia con el “diálogo” en República Dominicana, donde punto importante por parte del Estado chavista son las sanciones internacionales, un mensaje directo a EE.UU. y la Unión Europea -en donde a la oposición graciosamente se le hace ver como “receptora” de este pedido- y es algo que también ocurre en sincronía con la apertura del camino electoral presidencial, en fin, todo ocurre en medio de una coyuntura en donde se definirán todos los roles y papeles a cumplir en los próximos años.

(Coyuntura definitoria en donde la “novedad” es el afloramiento protagonístico de España, en plan moderador de las calenturas opositoras, presta a actuar como factor promotor de estabilidad y gobernabilidad, determinación ya expuesta en los firmes balbuceos de Antonio Ledezma, y claramente remachada por la reciente visita de Adolfo Suárez, un “transicionista” por genética).

El no comprender todo lo que ocurre lleva, por ejemplo, a candorosos “errores” de evaluación por parte de ciertos analistas expertos en manipulación, que sospechosamente “fallan” repetidamente al no determinar que la única heredera y representante del golpismo de 1992, es la fuerza armada bolivariana, el verdadero poder que construyó Chávez (y su verdadero “legado”).

Y no, no hay “varios grupos de poder” como machaconamente se pregona en los medios del statu quo, hay uno solo en el poder y es la fuerza armada, del cual las facciones civiles son mafias asociadas en tensión y disputa permanente por la repartición de negocios y territorios, como siempre ocurre en estos casos.

Nicolás Maduro ejecuta una tarea de ruptura y transición, para la cual fue ungido con gran convicción por Fidel Castro y Hugo Chávez ya moribundos, a Maduro lo prepararon debidamente para asignarle la ejecución de un trayecto final, y su cumplimiento en forma implacable y sin piedad, en donde, a diferencia de Chávez, no le toca (no debe) arbitrar entre facciones (no tiene esa facultad) ni le toca misión pastoral alguna, razón por la cual la acumulación de fricciones, hostilidad e impopularidad lo tienen sin cuidado.

Maduro pudiera continuar o no, continuar para rematar la tarea o, no continuar y ser usado como fusible del circuito de poder, un fusible o un cordero sacrificial muy conveniente sobre el cual hacer recaer los pecados, y una vez regada su sangre, poder reivindicar con alivio nacional y global, la vuelta al “legado de Chávez”, operación de infinita utilidad para todos, para tirios y troyanos, adentro y afuera, y que acertadamente la estudiosa Aura Palermo la define como “re-seducción”.

Peor lo haga Maduro en cuanto a penurias infligidas y mejor lo habrá hecho al cumplir la tarea de hacer el “trabajo sucio” de “refundir el Estado burgués” y llevarlo al comunismo en clave “bolivariana”, creando el gran precariado nacional necesario para su conversión en Estado comunal. Su salida del poder entonces también será una prenda final, que representará un momento de alivio y respiro indispensable, para consagrar al chavismo y a todo el sistema.

En cuanto a Tareck El Aissami, del cual se habla como la cabeza de un “grupo de poder”, se debe recordar que fue el segundo ungido por Castro y Chávez, y sin extenderme mucho en la explicación de los poderes que están detrás de su figura (algo del cual podrán encontrar un esbozo en el artículo “Tareck el Trumpeado”) solo basta apuntar que, a todas luces, es él el que lleva las tareas de bajo perfil, o por lo menos de perfil menos público, requeridas para complementar las de Maduro. Me disculpan lo simple de la conclusión, pero esto lo encierra todo, encierra al personaje, su “filosofía” y su designio al lado de las sombras.

El futuro Estado chavista será un Estado comunista versátil, un Estado suigéneris y adaptado a la constelación de particularidades de Venezuela (como país occidental, católico, minero y rentista), un Estado en ruta a constituirse internamente como un Estado de corporaciones y comunas, que a su vez será un frente internacional sumamente importante para esa multinacional comunista de la cual, el Foro de Sao Paulo es su “filial latinoamericana”. [1]

Para cada una de estas tareas, comunal, corporativista, geopolítica, hay grupos nacionales y foráneos trabajando, que pueden ser identificados apropiadamente como “los protectores”, “las facciones”, “las mafias”, “los carteles”, de los cuales se pueden identificar algunos responsables de acuerdo con su exposición pública, pero de lo que no puede caber la menor duda, es que no disputan ni pretenden disputarle el poder a dos factores intocables: Cuba y la fuerza armada bolivariana.

Por eso, poco se habla de Cuba y de los militares, parece algo increíble, pero en un discurso opositor que debería apuntar permanentemente a denunciar quienes son los verdaderos dueños del poder, se habla demasiado poco o nada de Cuba y de militares, de paso esto explica también hasta qué punto “el diálogo”, es poco menos que un teatro de marionetas que se escenificará para su entrega al público en capítulos telenovelescos, una asamblea de subalternos de un Estado privado transnacional, en donde ni "gobierno" ni "oposición" tienen el menor poder para cambiar nada decidido en otras instancias.

Por cierto, por los medios y redes sociales ronda desde hace unos días, una nueva ocurrencia fruto de la impotencia opositora para confrontar la realidad, o de la necesidad de seguir mareando a la opinión pública, y se trata de hacer creer que existe una supuesta estrategia de "ganancia de tiempo" por parte del Estado chavista. Una nueva fábula opositora que pretende denunciar que la jugada del diálogo es solo “para ganar tiempo”, fábula que no toma en cuenta el pequeño detalle de que el tiempo solo cuenta, si el curso de acción del poder pudiese ser interferido, desviado o detenido, por alguna fuerza contraria o divergente.

Pero nada parecido se vislumbra en el horizonte, por ahora, y más bien al régimen le convendría estrechar la “ventana de oportunidad” electoral, para rematar el ciclo histórico de elecciones universales y directas, antes de pasar a la modalidad exclusiva de elecciones indirectas y colegiadas, que impondrá bien sea por “acto constituyente”, o por prescripción de la nueva constitución que establecerá el Estado comunal con su nueva “geometría del poder”.

La realidad es una y es muy distinta al disfraz que algunos persisten en vendernos contra toda evidencia, de esta realidad lo más nefasto consiste en que hemos perdido quién sabe por cuánto tiempo, la capacidad para autodeterminarnos como nación, algo que ya expuse hace unos meses, en mi artículo “Aquí ya no pintamos nada”.



Artículo publicado originalmente el 4 de diciembre de 2017 en la antigua página de “La Cabilla” (lacabilla.com).