Amigos visitantes y seguidores de este apartado rincón del espacio-tiempo cibernético, donde el objetivo principal no es informar, sino poner a pensar para evitar la atrofia de facultades mentales básicas para la supervivencia.
Este video especial dedicado a la democracia, es tan
especial que va a tener dos partes, para no hacerlo demasiado largo, y aun así
creo que con dos partes me voy a quedar corto, no, no lo creo, estoy seguro,
pero bueno, empecemos…
Amigos esta emergencia que vivimos tiene su lado positivo,
podemos aprovecharla para reflexionar, por ejemplo, ya sabemos en qué consiste
una dictadura, una tiranía, lo aprendimos por las malas ¿pero realmente sabemos
en qué consiste la democracia? a mí me asusta cuando escucho a venezolanos
decir “que primero debemos salir de esto, y después arreglaremos lo que se
tenga que arreglar”, o cuando escucho que la ruta democrática es la única válida
para salir de Maduro, porque “el modo como salgamos de esto determinará nuestro
futuro”, amigos, estas son invitaciones al callejón sin salida, en este video y
en los próximos, espero que terminen de entender esto, pero a mí lo que más me
preocupa es que sigamos sin tener una idea clara de lo que significa
democracia.
Señores, mientras no aceptemos que la democracia tiene sus
bondades pero también tiene sus defectos, y que se debe discutir y discutir
sobre esto, nunca estaremos a salvo, porque no puede volver a ocurrir lo que
ocurrió en Venezuela, que culpamos a la democracia, que era la única inocente,
como si fuese un equipo de fútbol que culpa a la cancha, y se retira del juego,
sin entender que al retirarnos de la cancha, de la difícil cancha democrática,
habíamos emprendido la ruta hacia nuestra destrucción, y que eso haya
justamente sucedido por vía del voto, es una clave que aun está pendiente por
ser resuelta…
En la campaña presidencial de 1998, todos sabían que las
clases populares, los pobres, votarían masivamente por Chávez, ese aluvión
estaba cantado, lo que si no estaba previsto, o no tan previsto, es que la
clase media, la preparada, la educada, aportara millón y medio de votos al
triunfo de Chávez, y que la noche del 6 de diciembre de 1998, esta clase media celebrara
su triunfo como si fuese fin de año, eso fue, no encuentro la palabra… yo vivía
en Sabana Grande, un sector típico de clase media, y aun tengo grabada la
magnitud histérica de esa celebración, de clase media, estaba presenciando un
suicidio colectivo, y aunque carecía de las herramientas de análisis que he
adquirido con el tiempo, sabía de todos modos, que eso que veía era un
suicidio.
Bien, hoy vamos a hablar de la democracia que es una forma
de Estado, pero no tanto para describir lo que formalmente debería ser, sino
para hablar del menos malo de los gobiernos como decía Churchill, que de todos
modos es malo, pues si, la democracia tiene cosas tan malas que desafían la
imposibilidad, porque gobernar permitiendo la libertad siempre será una tarea al
borde de lo imposible, sobre todo cuando a la libertad se la absolutiza en una
infatuación adolescente despojada de toda gravedad, de toda ley natural, de
toda sabiduría, y también cuando a la libertad se la transforma en un disfraz,
una escenografía, un carnaval, en fin cualquier cosa que no es…
La libertad, siempre será una farsa, sino surge de un
sufrimiento, de una colección de dolores y de luchas, de una privación generosa,
de una postergación de la gratificación efímera, que debe ocurrir antes en las
almas, no por ostentación de virtud sino por estricta exigencia espiritual.
Bien, que es democracia, la democracia tiene su origen en
la antigua Grecia y casi siempre se hace referencia a la ciudad-estado de
Atenas, aunque esa no fue la única ciudad-estado griega donde se practicó la
democracia, y en realidad el término se usaba en forma despectiva por parte de
los opositores a ese sistema, mientras que los simpatizantes de ese sistema más
bien usaban otros términos para definirlo, como “isonomía”, igualdad de todos
los ciudadanos ante la ley, y “Parresía”, que consiste en la libertad de
expresión, de poder decirlo todo, pero eso sí, con franqueza, con la verdad por
delante, ahora bien, la democracia ateniense era “directa”, porque las
decisiones eran adoptadas por una asamblea general de ciudadanos, sin
intermediarios o representantes.
Y en aquella democracia directa ¿quiénes tenían derecho a
votar? pues había que ser hombre y haber cumplido con el servicio militar, esto
implicaba ser mayor de 20-21 años, y esto implicaba que mujeres y esclavos,
estaban excluidos del derecho al voto, por lo tanto ¿de cuál porcentaje de la
población estamos hablando? más o menos el 15%, más o menos unas 50.000 personas
¿y cuantos asistían regularmente a esas asambleas? porque 50.000 personas
metidas en una asamblea ¡hay que verle la cara! pues bien, se sabe que para
poder aprobar ciertas decisiones se necesitaba un quorum mínimo de 6.000
ciudadanos, eso ya nos da una idea de cuantos asistían ¿y qué pasaba con los
que no asistían? nada, eso sí, se les consideraba “idiotas”, así los llamaban, o
sea “ciudadanos privados” que aun teniendo derechos políticos, optaban por el
individualismo, y no se interesaban por los asuntos públicos.
Estamos hablando de una democracia sin separación de
poderes, y su punto de fuerza residía más en cierta cohesión social entre
ciudadanos y elites, donde había cierto equilibrio entre “privilegio y deber”
por parte de las elites y cierto nivel de conciencia ciudadana en los
gobernados, en cuanto a los derechos políticos y su importancia, esta cohesión
es lo que validó a la democracia ateniense por un tiempo, a pesar de que, efectivamente,
no existió realmente el libre acceso por parte de cualquier ciudadano, a las
instituciones más altas del poder, esto lo digo porque se ha incurrido en
cierta idealización de la democracia ateniense como perfecta y maravillosa,
cuando no lo era, Señores, la democracia ha sido difícil, problemática e
imperfecta desde siempre, desde su misma invención.
Ahora bien, la democracia ateniense duró poco menos de 3
siglos, y se perdió
con los macedonios, más o menos en coincidencia con la muerte de Alejandro Magno,
la cual no salvó a los griegos de caer bajo el control de ese imperio. Bien, ahora
pasemos rápidamente a la edad moderna, pasemos de una vez a las democracias
modernas tal como las conocemos, aunque algunos estudiosos afirman que hubo
formas democráticas en algunas ciudades durante la edad media, y hay otros que
afirman que la democracia no es una invención occidental, pero no es mi
intención detenerme en esto, así que vayamos al punto de la democracia como
forma moderna de Estado, la cual es una evolución de los Estados
liberales que surgieron, primero de la exitosa revolución americana, la de los
EE.UU., y luego de la no tan exitosa revolución francesa.
Estos Estados liberales, estoy hablando de finales del
siglo XVIII hasta mediados del siglo XX, se caracterizaban por la división del
poder público, en los 3 poderes clásicos, ejecutivo, legislativo, judicial, y
en el reconocimiento como derechos del ciudadano, de varias libertades
fundamentales, entre las cuales el derecho a la libertad económica y a la
propiedad privada, que implicaba también la extensión del principio de la
libertad, hasta la esfera no solo colectiva, la esfera de la nación, sino también
hasta la esfera del individuo, libres las naciones pero también los individuos.
Esos Estados liberales, hay que decir que nunca
respondieron a un modelo uniforme, sino que fueron heterogéneos, porque se
constituyeron según el contexto histórico y social de cada sociedad, esos Estados
eran “Estados de derecho”, basados en el imperio de la ley aplicado incluso a
los monarcas, aplicado a todo ciudadano sin excepción, y en donde una
constitución, regulaba todas las relaciones entre los ciudadanos y el Estado (aunque
en el Reino Unido no había, no hay, una constitución única como tal, sino un
conjunto de estatutos, tratados y tradiciones) pero bueno, aquí lo importante a
resaltar es que estos Estados de derecho no eran democráticos, porque en ellos
el pueblo no tenía acceso al gobierno y tampoco podía ejercer el derecho al
voto en forma universal, en esos Estados votaban los nobles, el clero, los
ricos, los propietarios, por lo tanto esos Estados eran Estados elitistas,
aunque tuviesen formas de gobierno parlamentarias, tanto en el caso de las repúblicas,
como en el caso de las monarquías, que eran monarquías constitucionales.
Ahora bien, estos Estados liberales entraron en crisis
con el avance de la revolución industrial, al surgir la clase obrera, los
proletarios, que comenzaron a organizarse para protestar y expresar sus
reivindicaciones sociales, y laborales, esto comenzó a agudizarse a mediados
del siglo XIX y se puede decir que estalló en el siglo XX, de esas crisis del Estado
liberal, surgieron en el siglo XX las formas de Estado que hoy día conocemos:
el Estado socialista, el Estado totalitario, pero también de estas crisis
surgieron los Estados democráticos, sobre todo después de la segunda guerra
mundial.
Muy bien, vayamos a lo que siempre me gusta hacer, vamos a
consultar el significado de Democracia en el DRAE:
1. Forma de gobierno en la que el poder político es ejercido
por los ciudadanos.
3. Doctrina política según la cual la soberanía reside en el
pueblo, que ejerce el poder directamente o por medio de representantes.
Bien, estas definiciones, muy esenciales, igual las
considero muy satisfactorias, aunque en los libros de texto, en la literatura
política, encontrarán que el Estado democrático debe mostrar algunas
características fundamentales para poder ser considerado como “democrático”,
por ejemplo, en una democracia debe haber pluralismo político, debe haber partidos
con ideologías y programas distintos que compiten libremente por el gobierno
del Estado, y es posible la alternabilidad en el poder: en otras palabras, la
oposición puede acceder al poder, si gana, en unas elecciones donde el sufragio
es universal, es decir, para todos los ciudadanos adultos, y tan indispensable
como todo esto, lo es la vigencia de un Estado de derecho que garantice todas las
libertades civiles, tanto individuales como colectivas, o sea, la libertad
individual y la libertad política, me refiero al derecho a la libre expresión
individual ¡y en grupo! incluyendo la protesta, el paro, la huelga, porque
existe también el derecho a la libre asociación y el derecho de reunión, tanto
en espacios privados como en el espacio público, en otras palabras, no se trata
solo de democracia social, se trata de democracia civil, democracia política, porque
sin todas estas garantías no puede haber verdadera sociedad civil, plural, e
independiente del Estado, sin la cual no puede darse la ventilación publica de
los conflictos, no puede expresarse lo verdaderamente público, o sea, “lo
político” y la consiguiente deliberación por parte de los representantes, y
todos estos, son actos tan vitales para la democracia, como el voto universal
en elecciones libres, y justas.
Pero sigamos con las definiciones del diccionario sobre los
tipos de democracia:
Democracia directa: democracia que se ejerce por el pueblo
sin la mediación de representantes, a través de asambleas vecinales,
referéndums o iniciativas ciudadanas.
Democracia representativa: democracia que se ejerce a través
de representantes surgidos de elecciones libres y periódicas.
Bien, sobre una posible reedición en clave moderna, de la
democracia directa, facilitada por posibles herramientas de participación
política basadas en la internet, este tema lo trataré cuando hable de los
partidos de “gatekeeping”, en particular el caso del partido italiano
“movimento 5 stelle”, al respecto debo confesar que sobre la democracia directa
electrónica he debido rectificar totalmente mi opinión, pero eso lo haré cuando
grabe ese video, ahora prefiero seguir.
Y hay otro tema “democrático” que tratare en otra ocasión,
que es el tema de la democracia social y de la democracia popular, que los
abordaré cuando trate el tema del Estado social, del Estado socialista, y el
tema de los Estados totalitarios, prometo que será pronto…
Bien, después de haber cumplido con esta cuota mínima de
presentación formal, vamos a entrar en el tema que me interesa, y me angustia,
la democracia como problema, como drama, vamos a tratar el problema de sus
patologías: hay varias, el desorden pornográfico, el ciudadano apolítico, la degeneración
consumista, los sumisos que solo piden calidad de vida, el victimismo infantil,
el tema de la materia prima, seguimos…
El desorden pornográfico, si en la democracia el desorden es
pornográfico, porque los conflictos se manifiestan en forma explícita y sin
pudor, lo cual es bueno, pero es imposible que lo hagan en orden, y eso es
malo, cada quien, individuo o grupo, tiene su problema y se siente libre de
exponerlo, y exige que sea resuelto, si es posible con velocidad, no importa
que para resolver ese problema antes se tenga que resolver otro mayor, más
importante, o indispensable para que el problema de ese ciudadano o grupo sea
resuelto después, o como consecuencia directa.
Es más, ese supuesto
problema mayor es visto por los ciudadanos como una excusa por parte del
gobierno, y allí como comienza el verdadero problema, que es el de ciudadanos
que como no son políticos, y por lo tanto, no les interesa la política, carecen
de visión de conjunto, no jerarquizan las prioridades, no logran ponderar las
escalas, y tampoco sienten que, como en el metro, “dejar pasar es entrar más
rápido”, y eso porque el ciudadano apolítico piensa, que para eso están los
políticos, para solucionar, pero ni se les ocurre pensar que parte de ser un ciudadano,
consiste en visualizar a la sociedad como un todo, y comprender esa
complejidad.
Ahora, si además los políticos resultan ser mediocres este
desorden pornográfico se acumula con el tiempo, y termina por hartar a los
ciudadanos, los cuales comienzan a pedir “decencia”, en otras palabras,
comienzan a pedir un poder que termine con el desorden, con el caos, o sea con el
follón… en otras palabras piden un policía que acabe con la exhibición
pornográfica.
Señores, la democracia también busca el orden, pero un orden
que debería ser construido también por la misma sociedad: por eso no sataniza
el conflicto, lo ventila, lo enfrenta y lo resuelve públicamente ¿por qué?
porque lo procesa y lo metaboliza precisamente como una manifestación de
libertad.
Desde luego, es muy fácil, demasiado fácil criticar a la
democracia, sobre todo desde la democracia, hasta que descubrimos que solo en
democracia se puede criticar, lo cual significa que solo en democracia el
pensamiento de todos, puede evolucionar en forma convergente hacia el conocimiento
superior, algo así como el “Enlightened understanding” del cual habla Robert
Dahl… pero, pocas veces nos damos cuenta que la crítica en democracia debe ser
leal a la democracia ¿y cuál es la principal deslealtad hacia la democracia? Pues
inocular eso de que la democracia se la debemos dejar solamente a los
políticos, sin aclararnos que todos deberíamos ser políticos ¡la política no es
una profesión particular señores! la verdadera política es ejercicio ciudadano,
y quien se abstiene de recordarnos esta clave es un desleal, un embaucador, es
un traidor a la democracia.
Y mientras esta rectificación conceptual no se dé, la
democracia nunca se convertirá en modo de vida, en filosofía, que es lo que
debería ser, en cambio, se convierte en una especie de práctica mágica donde
nuestros pecados se los transferimos a otros, comenzamos a sacrificar chivos
expiatorios -el “voto castigo”- y como el proceso no resuelve nada, terminamos
invocando al mesías, que el poder -no la política- ya ha preparado, en otras
palabras, ocurre el descenso diabólico, diabólico en el sentido de disociativo,
el descenso diabólico de práctica mágica a religión de un falso redentor.
Pero cuidado también, con eso de “la culpa”, cuidado con eso
de que “culpables somos todos”, cuidado, porque mayoritariamente hemos sido más
culposos que culpables, porque no se puede dudar de la existencia de una
operación del poder, que consiste en mantenernos más que ignorantes,
desinformados, estoy hablando de un proceso que no solo es “desinformación”,
sino modelado, que opera para implantar una cultura donde solo somos “votantes
y consumidores”, sobre todo “consumidores de información”, y cuando la
información fatalmente es convertida en producto y comienza a operar según
lógicas estrictamente mercadológicas, y cuando a este proceso lo rige un
consenso, o sea un pacto que ya no es social, ya no es político, sino un pacto
de poder, el “consumo de información” activa un control totalitario en donde al
pueblo convertido en grupo consumidor, se le sigue diciendo que él es el
soberano, y acto seguido, se le lleva a beber a pozos envenenados, a los pozos envenenados
de la democracia, a partir de ese momento, la democracia ha sido apuñalada tras
bastidores, aunque la soberanía del rebaño narcotizado, se siga expresando a
través del voto.
Amigos, este es el problema de la materia prima, uno de los problemas
más difíciles ¿saben cuál
es la materia prima de la democracia? la información, porque en democracia para
poder conocer, identificar, discutir, y decidir, o sea para poder elegir, se
necesita información de alta calidad, y lo primero que define la calidad de una
información, no es que sea veraz, porque eso muchas veces es una idealización,
lo importante antes que nada, lo crucial, es que sea plural, que no provenga
solo desde las alturas, la pluralidad debe ser representativa del mundo
terrenal, y no de pluralidades celestes, y esta pluralidad solo puede darse si
la comunicación social es realmente social y la formación de opinión pública es
realmente pública, y eso es precisamente lo que la tecnología hoy en día, vía
redes sociales, y vía otros canales digitales, nos puede proporcionar.
Señores, con la internet vivimos una oportunidad como nunca
en la historia, y es por eso que los poderes no descansarán hasta volver a
poner al genio en la botella, el genio que ellos crearon y se les salió de
control, ahora los poderes quieren volver a la misma situación de antes, donde
la comunicación y la formación de opinión, eran unidireccionales y en manos de
privilegiados que se lo podían permitir, o se lo permitían desde lo alto,
cuidado con esto, es verdad que con toda esta libertad, uno se puede topar con
mucha basura, esa era la queja de Umberto Eco como intelectual privilegiado del
sistema, pero señores ¡así es la vida! ¡en la vida hay de todo! pero si hay
hegemonía cultural a favor de la civilización, la nuestra, la que deseamos
preservar, o recuperar, no debemos temer.
Bueno, vamos a dejar esta primera parte hasta aquí, que de
todos modos ya me pasé muchísimo, en el próximo video seguiremos con esta
miniserie sobre “El drama de la democracia”, un drama realmente arrancado de la
vida real, como se decía en las telenovelas de mis tiempos de juventud, hace 5,
o 10 años, no más…
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