Amigos visitantes y seguidores de este apartado rincón del espacio-tiempo cibernético, donde el objetivo principal no es informar, sino poner a pensar para evitar la atrofia de facultades mentales básicas para la supervivencia.
Hoy vamos a desarrollar la segunda parte de esta miniserie
sobre “El drama de la democracia”, segunda parte y final, y quedara pendiente
el tema de la democracia social, la democracia popular y la democracia directa
en modo siglo XXI.
Vamos con algo que me gustaría abordar de entrada, que
parece un contrasentido: voy a hablar del atractivo de las dictaduras, si las
dictaduras son atractivas, no las tiranías, esas son otra cosa, esa diferencia la
explicaré en un próximo video, pero las dictaduras, especialmente eso que
llaman las dictaduras de derecha pueden ser muy atractivas, otros más comedidos
las llaman regímenes autoritarios, con respecto a eso tenemos ejemplos muy
actuales, como Dubái, o Singapur, pero sobre todo tenemos ejemplos nostálgicos
de verdaderas dictaduras, como la de Marcos Pérez Jiménez en Venezuela, o la de
Franco en España.
Señores, vamos a decirlo de una vez: muchísima gente podría
vivir muy bien bajo una dictadura, es más algunos plantean la dictadura como la
única transición posible después de desalojar del poder a un régimen como el
chavista, porque se trata, no de acabar con el chavismo sino con el Estado que
lo sustenta, con el Estado rentista y todo su ecosistema de poderes, que si no
es eliminado, a la vuelta de la esquina lo tendríamos mandando de nuevo, aunque
sea con otra cara, y para esto habría que acabar con toda, o casi toda la actual
clase política, y esto no se podría hacer en una transición democrática,
llamando a elecciones lo antes posible, como predican no lo más ingenuos, sino
lo más interesados en el gatopardismo, o sea, en que todo cambie para que todo
siga igual, pero esa dictadura, o régimen de facto podría durar años, es más la
gente podría hasta comenzar a pedir que no termine, y no me refiero al pueblo,
me refiero por ejemplo a esa clase media que lo quiere es “calidad de vida” y
“buenos gerentes” no políticos, al frente del gobierno.
Ahora bien, ¿cuál es el problema? el problema es que la
concentración de poder irreversiblemente lleva a la corrupción del poder, y esa
corrupción tarde o temprano termina siendo lo más opuesto posible a un buen
gobierno, en algún momento al usted colocar todo el poder en otro y despojarse
del suyo, eso va a surtir un efecto, esperado, o inesperado.
Por eso es tan importante que un régimen de facto, como
régimen de transición, y una vez superada la guerra de demolición contra el Estado
rentista y su ecosistema de poderes, se deben reabrir las vías democráticas, una
vez que se hayan cumplido ciertos objetivos precisos que deben ser de
conocimiento público, no se trata de convocar a elecciones a los 6 meses, que
sería un error, mejor dicho, una traición, pero tampoco quedarse por años, o por
décadas… y ustedes se preguntarán ¿a qué viene toda esta explicación? bueno
viene al caso porque a algunas personas, totalmente carentes de cultura
política, hay que explicarle en términos muy materiales, muy infantiles, lo que
significa perder la libertad hoy en día, especialmente a los que añoran una
dictadura y su paz, su orden, su prosperidad, sin saber que estamos en el siglo
XXI, y que el poder hoy en día juega de una manera muy distinta.
Y que esos Estados autoritarios del pasado, del franquismo y
el perezjimenismo presentados como paraísos perdidos, esos no podrían volver, porque
el poder ha cambiado para siempre, porque hoy en día la alternativa a la
democracia pudiese ser algo que incluso hasta parecer deseable pero no lo es en
absoluto, y me refiero a las supuestas meritocracias técnicas, tecnócratas, dominadas
por ciencia y tecnología, gobiernos ultra eficientes, que superan la utopía
política del gobierno ideal para imponer una dominación de “distopía iluminada”,
iluminada por “la razón”, por la “racionalidad”, por el triunfo de una lógica que
ya no es humana, es binaria, es ordenada, es de ordenador, ya no es humana, ya
no es “sabia”, porque es
la dominación que posee exclusivamente toda la información, es informática, y esa
información lo sustituye todo, comenzando por la moral, y al final sustituye
también a Dios, y a su creación.
De hecho, los gobiernos no democráticos del siglo XXI
podrían ser ultra eficientes, si como no, y podrían tomar decisiones cada vez
más correctas, decisiones infalibles, pero de una forma que Platón no pudo
prever, porque se trata de un nuevo Estado, un Estado artefacto, un Estado
máquina, de andamiaje tecnológico, con “big data” e inteligencia artificial,
para lograr la transparencia total de los gobernados, en otras palabras su
anulación total. Es el sueño de la "razón" tomando al fin las riendas
del mundo. De aquí a unos cuantos años, las democracias, con su desorden, sus
fallas y defectos, podrían ser el blanco de chistes ¡al igual que las
dictaduras del pasado! en el nuevo mundo feliz, o en la matrix, pero tal como
lo pintó Goya, el sueño de la razón engendra monstruos.
Así que piénsenlo bien, antes de desear dictaduras, o
gobiernos de facto sin límites temporales o precisos marcos de acción, porque
podrían dar lugar a lo irreversible, aunque entreguen el poder, especialmente
si terminan alineándose con la agenda globalista de dominación, la supuesta
alternativa “liberal” a la agenda del comunismo versátil.
Bueno, esta introducción de todos modos me sirve, para
adentrarme en uno de los meollos de la “factibilidad democrática”, y es que la
democracia es muy exigente en cuanto a los gobernados, porque no puede haber
libertad sin responsabilidad común, por lo tanto la democracia necesita de un
sustrato cultural, de una hegemonía cultural que le sea compatible, si la
sociedad no desarrolla un sistema inmune cultural, no desarrolla anticuerpos,
la democracia entonces puede convertirse fácilmente en una trampa, es
desesperante la facilidad con que la democracia puede decaer en un engaño.
No por nada, la democracia llega a Europa durante la
posguerra, después de arrasar con culturas adversas a ella, no por nada, las
elecciones, en todo tiempo y lugar no son suficientes para garantizar democracia,
más bien pueden ser la herida abierta por donde se filtra la infección
autoritaria, o totalitaria, no por nada, la democracia no es exportable, a
pesar de que EE.UU. por un tiempo persistió en el error de creer posible
implantar la democracia en pueblos y culturas incompatibles con la libertad política.
Lo que pasa es que a la democracia la han trasformado
mediante una operación pervertida de corrección política globalizada, en un
protocolo formal, politológico y no político, de “resolución de conflictos”,
que parece hecho a propósito para legitimar actores y fuerzas tanto sociales
como políticas, que nada tienen de democráticos, salvo la astucia de promover
en sus sociedades una supuesta cultura del voto, un amaestramiento de la
población para ejercer una “participación protagónica” que ni siquiera es
política, es contraria a la política porque que es infantilizante y por lo
tanto es paternalista, proteccionista, y a la postre tribal, a la postre mafiosa,
una vez lograda la sociedad inmadura, y también hay que decir que no es
política, porque la política no existe para promover conformismo, egoísmo, codicia,
miopía, molicie, resignación.
Estas democracias políticamente correctas, o sea, estériles,
terminan creando un ecosistema de predadores y presas, una sinergia maligna
donde por un lado hay codicia y por el otro dependencia y sumisión, porque se
debe imponer una paz ciudadana que no debe llevar al despertar sino al adormecimiento,
y este proceso de empantanamiento siempre pasa por demonizar el conflicto, que
no es otra cosa que la demonización de lo público, aunque afirmen ser regímenes
que favorezcan lo público sobre lo privado, esos son los peores.
Y esta demonización de todo conflicto, sirve para promover al
máximo traidor de la democracia, que se llama “el consenso”, palabreja, que
muchos adoran pero a mí me causa mucha alarma, porque no se trata de un
consenso entre libres, sino un consenso de asociación indebida, donde el
compromiso tiene ramificaciones ocultas, el consenso que promueve pactos pero
no un pacto social, es un pacto antisocial, que promueve el la gavilla, el
privilegio, en una sociedad cuyo credo debe ser el oportunismo, en otras
palabras el “consenso” promueve ecosistemas de poder cerrados, mafias, donde
los partidos no son intermediarios, son operadores obedientes a poderes que les
consienten la condición de quiste o de parásito, porque ya no se trata de
constituir democracia, se trata de constituir una oligarquía, una plutocracia,
de promover un Estado privado, que atiende a intereses privados, no públicos.
Recuerden, oligarquía: gobierno de pocos, plutocracia:
gobierno de ricos, eso ya lo expliqué en un video anterior, deben seguir los
videos en orden si desean entender todos los términos…
Señores de lo que les estoy hablando es de devastación
cultural, es la lumpenización de la sociedad, es un proceso cancerígeno, de
metástasis y tumoración, que no se puede curar con paños calientes, ni puede
prevenirse si no se contrapone a esto una hegemonía cultural invencible, el
concepto de hegemonía cultural ese lo explicaré debidamente en otro video.
Y llegado a este punto estoy hablando también de la
corrupción en su acepción más amplia, que no roba “erarios”, no roba dinero,
roba instituciones completas, roba naciones enteras, que como dice el filósofo
español Gabriel Albiac, es el factor realmente constituyente, el factor
aglutinante de ciertos sistemas de poder que por ejemplo, pactan la alternabilidad
política, o sea, que diversos partidos falsamente plurales puedan ser cuotas
del Deep State, para así poder alternarse en el poder, sin que ocurran
sobresaltos o accidentes en la repartición, y esto es lo peor, porque todo esto
puedo ocurrir aunque se cumpla con el protocolo formal de democracia, según los
cánones globalistas de la corrección política, los cánones de la ONU o de la
Unión Europea, cánones que no certifican democracia, certifican a Estados
gatopardos, o sea, donde todo cambia en forma “correcta” para que todo siga siendo,
igualmente “correcto”.
Y aquí aterrizamos en el problema de las partitocracias, que
es también el problema de la degeneración electoralista de la política, que es
el que produjo la degeneración de los partidos socialistas, en particular los
socialdemócratas, pero no solo de ellos, veamos el caso de partidos como el PP
español, COPEI en Venezuela, el CDU en Alemania, el problema de las
partitocracias tiene que ver con la privatización paulatina del Estado operada hoy
en día por poderes fácticos locales asociados a superpoderes globales, estoy
hablando de las agendas, señores, las partitocracias son la forma “correcta” de
gobierno preferida por las agendas globales de dominación, incluso la del
comunismo versátil: a los chinos les encanta tratar con una falsa democracia,
porque esto les transfiere legitimidad ¿entienden?
Bien, la instauración de pactos de poder ocultos, cuya
expresión pública son los consensos, en otras palabras, las partitocracias, son
consecuencia directa de la instauración de los Deep States, que cada uno en
cada país constituye, la interfase local con la agenda global a la que se
encuentra aliado ¿está claro?
En Venezuela, el chavismo está con la agenda del comunismo versátil,
la oposición de la mesa comensalista está con la agenda globalista, y el Deep State
criollo anida cómodamente en las entrañas del Estado rentista y se encuentra
bajo la supervisión y control de las fuerza armada, que es la garante de su
continuidad y a su vez coordina con Cuba, con China, con Rusia, un nuevo pacto
de consenso, de repartición de la torta que permita una alternabilidad
gatopardiana sin contratiempos, de forma que la agenda globalista también se
lleve su parte, eso conviene a todos, y de paso y a ser posible dejando fuera a
Trump, incluso a un Trump, dispuesto a ceder, a cambio de estabilidad, de
revertir la inmigración y que los EE.UU. vuelvan a tener aunque sea nunca como
antes, cierto espacio de acción económica en Venezuela ¿está claro esto
también?
Ya yo expliqué lo que son los Deep States en un video
anterior, el que se titula “Poderes, Superpoder y Deep State: lo visible y lo
oculto”, es el video número 2, allí expliqué que los Deep States son sistemas
transversales de poder, ajenos a los vaivenes del poder político, cuyo fin es
imponer una dominación, no solo nacional, más allá del presidente, del partido o
de la ideología de turno, porque actúan como el respaldo o el backup del poder
para anular las peripecias de la democracia, su desorden, su inestabilidad, sus
trancas dialécticas, y su ineficacia, pero ineficacia en el sentido de lo que
esos poderes se plantean como objetivos, objetivos que son ajenos a los de la
voluntad popular.
Ahora bien tomando en cuenta todo este cuadro dantesco que
acabo de pintarles sobre la democracia en clave de farsa, quisiera abordar dos
temas que no quiero que se me escapen, el de la
infantilización de la sociedad, del victimismo como infantilización, y el de la
sociedad civil, como expresión orgánica, y también individual, que también es
el problema de la civilización, bueno, voy.
Señores, de nada sirve quejarnos de los políticos si no los
vigilamos, el victimismo siempre es infantil porque arroja nuestra responsabilidad
en otro y por lo tanto siempre proporciona un “culpable”, lo cual no significa
que culpables seamos todos, o solamente lo políticos, porque irse a esos dos
extremos también refleja infantilidad, se trata de un problema de madurez
política, la cual no consiste en dejar que “los políticos con burdel actúen
porque ellos son los que saben”, no, ese no es el problema, es un problema de
madurez y por lo tanto de infantilización, porque ¿de qué forma un adulto
deposita su "confianza" en un extraño? si ese adulto es adulto
realmente, no deposita confianza así no más: anda pendiente, hace seguimiento,
vigila, verifica y evalúa, aprueba o reclama, y si el reclamo no da resultado,
protesta, pasa a ocupar el espacio público para expresarse directamente.
Por cierto, todo este proceso de control ciudadano necesita
de información, la materia prima de la democracia, algo que ya expliqué en el
video anterior.
Ahora bien, ¿qué significa esto al final? que los políticos,
y sus votantes, en forma inevitable son uno el resultado del otro, la
"representación" siempre ocurre, para bien o para mal, ojo, con eso
no estoy diciendo que políticos sin vergüenza necesariamente sean el producto
de votantes sin vergüenza, con esto estoy diciendo que la representación como tal,
no asegura nada, que el problema de la representación, de los padres y
representantes de los niños y votantes, solo tiene una resolución cultural, en
el sentido de cultura política, y no hay otra, y este también es un problema
que se está presentando a escala global.
Porque incluso en países que se supone “con cultura”, la
cultura política ha decaído hacia la indiferencia y la desconfianza permanente
de la gente hacia los políticos ¿se dan cuenta como todo oscila entre extremos?
La gente, o confía demasiado en los políticos o no confía nada, y vota con
entusiasmo o deja de votar ¿Y por qué pasa esto? porque estamos infantilizados,
y esa infantilización de la sociedad ¿a quién conviene? pues conviene a todos
esos que afirman que lo que necesitamos no son políticos sino “buenos gerentes”,
necesitamos técnicos, necesitamos profesionales, si es posible de Harvard, necesitamos
científicos, si es posible con Premio Nobel, otra institución puramente
globalista, de todos modos ¡fuera los políticos!
Señores cuidado con esta “super trampa”, porque es capaz de
atrapar no solo a ignorantes, es más, está hecha para atrapar a quienes se
consideran preparados, capacitados, aptos para comprender los retos del mundo
globalizado…
Y aquí debería entrar a un tema que ya traté en un video
anterior que es el tema de la sociedad civil, la cual siempre se asocia con el término
“organizada”, se habla casi siempre de sociedad civil organizada, pero habría
que preguntarse si la sociedad civil desorganizada existe, si puede existir y
si puede cumplir con algún papel, pues bien aquí volvemos otra vez al problema
de la representación, o sea al hecho de que la representación como tal no es
garantía de nada, y aquí entramos al meollo de que es lo político, una cosa es
la política y otro lo político, porque lo político no es otra cosa que lo
público, lo político es la dinámica conflictiva y antagónica inherente a toda sociedad
humana, la política, es la actividad que pretende ordenar el conflicto público
y organizarlo, o sea, ordena y organiza lo político
¿y que es la antipolítica? es cuando la política abandona lo
político, cuando los políticos en vez de encargarse del conflicto público, lo
usan, y lo instrumentan en forma no conforme a un interés público, sino a un
interés particular, privado, oculto, de ciertos poderes o grupos de poder,
cuando eso ocurre la clase política se encierra, se divorcia de la sociedad
civil y se convierte en eso que llaman la clase política o la casta política ¿y
cómo se podría evitar una situación semejante? Con una sociedad civil que exista
también a partir de lo individual, a partir de nuestra organización o
disciplina interna, si los ciudadanos dejan de ser políticos, cuando nosotros dejamos
de ser políticos, también los políticos dejan de ser políticos ¡la
representación es un espejo, siempre actúa como espejo!
Y esto nos lleva directo al problema de la civilización,
como construcción que solo puede ser bidireccional, de arriba hacia abajo, y
también de abajo hacia arriba, si el cimiento no recibe aportes de ambos lados,
no es civilización. El ciudadano civilizado es alguien que desea vivir una vida
estable, ordenada y productiva dentro de una sociedad estable, ordenada y
productiva, no desea solamente “calidad de vida”, proporcionada por “buenos
gerentes”, exige calidad de vida y calidad de sociedad, y calidad de país, y
calidad de nación, exige que exista esta armonía, en otras palabras, exige que
haya CIVILIZACIÓN, y ese ciudadano político, o sea, ese hombre civilizado, no
tiene miedo de ser representado por políticos, porque él mismo es un político, el
espejo funciona, y ya no es un niño, no es un adolescente a la espera de
milagros, actos de magia o un mesías, es el ciudadano político que se ocupa de
su vida, de su sociedad y de su nación, por eso digo que la democracia es un
sistema solo para adultos, también porque en ella hay pornografía, eso ya lo
expliqué en el video anterior.
Entonces, ahora me pregunto ¿puede existir la sociedad civil
sin organizaciones formales, una sociedad civil que más que organizada sea orgánica,
viviente en cada uno? si puede existir, eso es lo que había en Grecia y Roma,
las cunas de nuestra civilización, cuando en una sociedad un determinado número
de ciudadanos se politiza, automáticamente existe sociedad civil, existe la
civilidad, existe la civilización, y sin tener que irme a los tiempos clásicos…
yo vivo en un pueblo en Alemania, un pueblo pequeño y puedo observar esto todos
los días, porque tampoco hace falta que todos sean políticos, atentos a esto, algunos
hablan de que siempre es un tercio de la sociedad la que sostiene la
civilización, el “tercio laocrático” del cual hablaba el pensador español
Antonio García Trevijano, otros dicen que es uno de cada diez, más o menos como
era en la Atenas clásica, quitando a los idiotas, a los individualistas, porque
aquí el discurso no es de cantidad sino de calidad, sin ellos, sin estos seres
que son los seres realmente viriles, en un sentido romano, no importa si son
hombres y mujeres, sin ellos, la democracia es una farsa ¡y esa es la minoría más
importante en una democracia!
Por último, cuidado con esto de la democracia, porque el globalismo tiene como meta anular las democracias
soberanas, las democracias nacionales en todas partes, sustituyéndolas con
gobiernos continentales, multilaterales, mundiales… “Nuevo Orden Mundial”
¿saben lo que significa? significa gobierno mundial, cuidado con infantilismos
al respecto, como el infantilismo de los fanáticos de la Unión Europea, porque
la pérdida de la democracia es como esa gente atolondrada, esos que quieren
vivir en un “mundo sin fronteras”, muy bien, entonces a esos bobos les digo que
las fronteras son vitales desde que el mundo es mundo, son vitales para nuestra
supervivencia, porque en un mundo sin fronteras, usted nunca podría escapar para
refugiarse en otro país, como hemos hecho los venezolanos, piénsenlo, piensen
bien en esto…
Bien, es todo por hoy, muchas gracias por la atención,
cuídense de los que quieren una jaula única mundial, y nos veremos muy pronto,
hasta luego…
@FBoccanera
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