viernes, 29 de mayo de 2020

Fascismo y Nazismo, los Socialismos Nacionales: Todo el Totalitarismo es de izquierda


Amigos visitantes y seguidores de este apartado rincón del espacio-tiempo cibernético, donde el objetivo principal no es informar, sino poner a pensar para evitar la atrofia de facultades mentales básicas para la supervivencia.

Hoy les voy a hablar de los fascismos, en plural, y al hacerlo estaré englobando tanto al fascismo italiano como el nazismo alemán, estos movimientos tienen sus diferencias que las señalaré, pero constituyen eso que se ha dado en llamar el fascismo, de hecho la forma correcta de clasificar al nazismo es como nazifascismo.

Benito Mussolini, que se llamaba Benito en honor a Benito Juárez, estadista de la revolución mexicana, Mussolini trató de construir un Estado, un Estado convincente y contundente, en una nación que con mucha dificultad lograba darse uno a partir de su unificación hacia solo 60 años atrás, aunque habían transcurrido 400 años desde que Maquiavelo concibiera la necesidad de un Estado sólido y fuerte para regir la suerte de todos los italianos, y la fórmula que encuentra el fascismo, es la fórmula bolchevique, de superponer el partido al Estado cerrando toda posibilidad para la democracia, que para los fascistas no solo era una mala palabra, era el mal.

Esto significa que los italianos al fin se volverían una sola nación no mediante la aceptación racional de un Estado unificador, algo que no lograba excitar ninguna verdadera pasión nacional, sino a través de la adoración a un partido capaz de proporcionar emociones fuertes, emociones plenas, incluyendo las emociones bajas, inciviles, vulgares, que gustan tanto al pueblo, por lo tanto la relación de los italianos con su nación no sería de afecto o estima por sus instituciones, sino pasión desenfrenada por un partido demiurgo, y por su chamán o mesías, aunque Mussolini tenía su título: “Il Duce”, “Duce”  significa ductor, conductor.

El Estado no excitaba a nadie, pero el partido si, esa es la clave pasional que Mussolini logra encontrar, y una vez más, no es un invento de él, es una clave humana ancestral, que indica que el proceso de materialización de un ideal cosmológico, se debe activar a través de su encarnación en una persona, capaz de transmutarlo. El cristianismo antes de Cristo era un judaísmo sectario buscando un Mesías, mientras tanto se contentaban con profetas, pero lo buscaban, lo esperaban, porque sin cuerpo y sangre no hay buena nueva ni redención.

Los italianos en cambio no andaban buscando ni siquiera eso, en la Italia decepcionada, frustrada y engañada por falsas promesas, que sale de la primera guerra mundial. Sin embargo aparece Mussolini, y de inmediato aplica el único lenguaje capaz, en esa Italia tensamente deprimida, de espantar al enemigo y sacudir a los amigos: el lenguaje de la violencia.

Quería hacerles esta descripción porque no se pueden entender los fascismos sin su componente emocional, pasional, irracional, más allá de la ideología que elijamos estamparle a esos movimientos, que promueven como no, ideas, ideales, programas, planes y proyectos, pero que sobre todo son magos capaces de excitar a escala nacional un sentimiento de masa que algunos llaman primitivo, mientras que otros, con mayor precisión, lo clasifican como propio del animal humano, y de su animalidad social, y también de su animalidad política.

Cualquier intento de definición de los fascismos debe tomar en cuenta este componente irracional, de fervor colectivo, y la definición también debe incluir el otro componente irracional, la violencia, si hay algo que caracteriza a los fascismos es la violencia pero no porque hay que usarla porque no hay más remedio, en los fascismos la violencia es expresión de virtud, por lo tanto si produce goce, regocijo, no está mal, la índole violenta debe formar parte del ser fascista, que debe ser un guerrero.

Los fascismos activan un circuito emotivo en donde el líder y la masa se necesitan mutuamente, y se identifican mutuamente, y refuerzan este circuito psíquico más allá de la mera demagogia populista, porque más que de un enamoramiento, un enamoramiento pasional, se debe hablar de un trance, de un Estado hipnótico masivo, donde el líder puede llevar a la masa a su autodestrucción, sin que la razón pueda hacer algo al respecto. En ese sentido ese “con hambre y desempleo con Chávez me resteo”, “Con Chávez todo, sin Chávez nada”, o ese “ahora tenemos patria”, son lemas tan fascistas como comunistas, porque en eso no hay contradicción y ya me explicaré, pero vayamos de entrada a una definición, para comenzar con un marco preciso.

El fascismo es absolutismo de Estado, que gobierna en forma totalitaria a una sociedad, que debe ser militarizada tanto en sus estructuras como en su cultura, y esta militarización por su naturaleza abarca también la glorificación de la fuerza, la valentía, la disciplina, la disposición al sacrificio, el espíritu de cuerpo, de un solo cuerpo colectivo sustituyendo totalmente a todo individualismo y todo egoísmo.

Y esta militarización se extiende a la modalidad política y económica de gobierno que aplica una doctrina, el corporativismo, transformado por el fascismo en método para organizar, disciplinar y jerarquizar a la sociedad en divisiones y brigadas, a las que se asignan tareas específicas para construir una civilización de combate, y este combate debe darse en el individuo y en la sociedad, donde el ser fascista y la sociedad fascista deben derrotar al yo burgués y a la sociedad burguesa, y la nación entera debe prepararse para un plan de conquista, sin límite de tiempo, de lo que debe ser un espacio vital que le toca por historia, pero que debe reconquistarse a través del mérito de la guerra.

Y ahora vayamos al punto importante, la otra naturaleza de los fascismos que es la naturaleza socialista, el fascismo italiano y el nazismo alemán fueron socialistas, a pesar de que hay ciertas semejanzas con la derecha, sobre todo con la derecha de aquella época, la de hoy en día es otra cosa, bien, vayamos con orden describiendo las características más notables del fascismo…

Comencemos por el anticomunismo, los fascismos al igual que la derecha son antiliberales, pero ojo, también el comunismo es antiliberal, pero además el fascismo se declara “anticomunista”, aunque eso no impidió el pacto germano-soviético de 1939, que se firmó una semana antes del estallido de la segunda guerra mundial, ni impidió que dos investigadores italianos descubrieran recientemente en los Archivos Nacionales de Washington, en las minutas del Gabinete de Guerra Británico, y en los diarios de diplomáticos italianos de la época, que al parecer la Unión Soviética y las potencias del eje, Alemania, Italia y Japón, estuviesen, por detrás de esa escenografía que los mostraba como visiones antagónicas del mundo, estuviesen dialogando para conformar un bloque euroasiático para destruir al enemigo común: la sociedad liberal-burguesa de Occidente.

Además, se sabe que Mussolini trató con Stalin, en la intimidad, Mussolini confesaba que su modelo no era Adolf Hitler sino Josef Stalin, y se sabe también que esa admiración también la compartía Hitler, de hecho al ser entrevistado por Hermann Rauschning para el libro “Hitler me dijo” declara: "Hay más cosas que nos unen al bolchevismo de las que nos separan de él. Hay, sobre todo, sentimiento genuino y revolucionario, que está vivo en cualquier parte de Rusia excepto donde hay Marxistas judíos. Siempre he tenido en cuenta esta circunstancia y he dado órdenes de que los ex comunistas deben ser admitidos en el partido de inmediato. El pequeño burgués socialdemócrata y el jefe sindical nunca harán un nacionalsocialista, pero los comunistas siempre".

Bueno, la historia nos dice que los fascismos eran anticomunistas, y esto es cierto a nivel público, y oficial, así que acatemos lo público y notorio, además, no hay duda que el anticomunismo de los fascismos fue una clave “simpática” que facilitó el ascenso al poder, pero no fue la única, y la complejidad, aun hoy en día polémica, que rodea la llegada al poder tanto de Mussolini como de Hitler, no es algo que abordaré en este video, así que sigamos con otra característica, muy importante, de los fascismos…

El otro desprecio fuerte de los fascismos, el desprecio realmente intenso, es hacia al liberalismo, y todo lo que representa el cosmos liberal, por lo tanto, hay desprecio hacia el individualismo, la burguesía, y por supuesto, hacia la democracia liberal y sus instituciones, para los fascistas “liberalismo”, “individualismo”, “burguesía” y “democracia” eran malas palabras, las usaban para burlarse, como si fuesen una descalificación.

Y en lo que concierne el rechazo hacia la “democracia” y su diversidad política, hay desde luego una semejanza con todas las dictaduras, incluyendo las de derecha, que practican la persecución sistemática de la disidencia política, aunque en algunas dictaduras de derecha hay que decir que se toleraba cierta variedad política, siempre y cuando fuese inofensiva o aliada. Desde luego hay otras coincidencias con las dictaduras, con los autoritarismos, incluyendo los de derecha, por ejemplo, el énfasis en imponer el orden público y el orden interno, el orden político, pero siempre hay que recordar que esto también pasó con muchas dictaduras de izquierda, lo que pasa es que las dictaduras de izquierda siempre tienden al totalitarismo, o enfilan hacia el totalitarismo, tal como pasó con los fascismos.

 Y aquí habría que recalcar algo, porque efectivamente hay semejanza entre dictadura de derecha y régimen fascista, y es aquí donde se debe subrayar, resaltar, una diferencia esencial, y es que los regímenes de derecha no pueden ser totalitarios, porque se asientan sobre una hegemonía cultural preexistente, la tradicional, y la conservan, no pretenden transformarla, más bien intentan consolidarla y defenderla, más bien, lo que no desean es actividad política contraria a ese cosmos, cuidado, eso no significa que sean apolíticos o antipolíticos, pero no voy a meterme en ese tema.

Las dictaduras de derecha consideran que la conservación se logra desactivando la política conflictiva, el “pluralismo agonista”, y como ven en eso subversión, un atentado contra el orden público e interno, lo combaten, por eso les viene bien el individualismo, incluso el individualismo liberal, de dejar hacer, dejar pasar: que cada quien se ocupe de su vida, sus asuntos, y forme su profesión, su empresa, su hogar, su familia, sin meterse en política, de todos modos, una dictadura de derecha no renuncia a las manifestaciones colectivas pero en ellas el programa político además de la exaltación nacionalista, es la tradición, las costumbres, la conservación.

Por eso los regímenes de derecha no tienen problemas con cierta sociedad civil mientras no haga oposición política, es lo que expliqué en un video anterior cuando describía la diferencia entre dictadura y tiranía, en un dictadura de derecha uno no pertenece al Estado, obedece al Estado, pero no pertenece al Estado como es en el caso del fascismo y de otros socialismos totalitarios, en donde el individuo debe disolverse en un colectivo, que debe depender del Estado, hasta para pensar.

Hay dictaduras de derecha que hasta prescindieron del partido de masas, o mejor dicho, no lo pusieron como centro o base del régimen, lo usaron para crear una confederación clientelar, muchas veces convertida en confederación mafiosa, por cierto, ese un rasgo particular del chavismo, o de Chávez, que parece un rasgo de derecha, si, el de haber usado al partido como un accesorio clientelar, pero sin nunca convertirlo en el núcleo central del poder, MBR200, MVR quinta república, el PSUV… pero esta es una particularidad superficial porque Chávez siempre tuvo su partido, el partido militar, la base de su poder. Y ese partido militar será tutor y socio del Deep State de la futura tiranía de emperador invisible, que se constituirá en Venezuela cuando se vaya Maduro, disculpen este “off topic”.

Bien, y para finalizar las semejanzas con la derecha, ahora en forma general, tanto los fascismos como la derecha, apelan a una espiritualidad superior, para el fascismo era la voluntad de recuperar la fortaleza del imperio romano cuando era único e invicto, para el nazifascismo hay toda una construcción cosmológica de dominio mundial del Tercer Reich, en la derecha, esa espiritualidad es religiosa y también hay una construcción cosmológica que es la civilización, que engloba las construcciones de la tradición, las costumbres y el orden.

Y dicho esto, hay que decir que la principal crítica de los fascismos contra el marxismo está en el rechazo del materialismo científico, que realmente se extiende hacia toda la tradición racionalista, los fascistas, especialmente Mussolini, critican que la historia solo pueda explicarse objetivamente, mediante un proceso dialéctico ligado al modo de producción y las relaciones y estructuras que determina. A Mussolini le fabricaron una imagen teatral de payaso, cuando en realidad, y basta leerlo, era un intelectual muy bien amueblado, esa idea de que el fascismo era un mazacote es propaganda. Bien, sigamos, y vayamos, ahora sí, a la cuestión del socialismo fascista.

“El fascismo es la forma nacional del socialismo” lo afirma categóricamente el filósofo español Gabriel Albiac, pero lo decía también Mussolini, el socialista Mussolini que antes de ser “Il Duce” llego a ser el director del órgano de prensa del partido socialista italiano, el diario “Avanti”, y Mussolini es un socialista terco, tan terco que cuando lo derrocan en 1943 y forma nuevo gobierno en el norte de Italia, en ese pedazo de país constituyó la “república social italiana”, y Hitler, líder del partido nacional socialista alemán, nacional socialista, que siempre se declaró, al igual que el partido fascista, un movimiento revolucionario, Hitler en la entrevista que ya cité antes, declaró: “mi socialismo consiste en considerar que la revolución no puede estar nunca terminada, somos movimiento, somos la revolución perpetua”.

Y en la obra de gobierno, los fascismos son prácticamente idénticos al socialismo reformista, no comunista, que ya les describí en un video anterior, salvo, en la supresión de la democracia, por lo tanto, no hay abolición de la propiedad privada, ni abolición de la economía privada, pero si hay formas de capitalismo de Estado socialista que planifican, controlan y dirigen la economía, que controlan la inversión, controlan el mercado, regulan al mercado pero no lo suprimen, así como no se suprime la inversión privada.

Y vuelvo a citar a Hitler tomado siempre del mismo libro: “déjenlos poseer tierras o fábricas tanto como les plazca. El factor decisivo es que el Estado, a través del Partido, es supremo sobre ellos independientemente de si son propietarios o trabajadores. Todo eso no es esencial, nuestro socialismo va mucho más profundo. Establece una relación del individuo para el Estado, la comunidad nacional. ¿Por qué vamos a complicarnos socializando bancos y fábricas? Socializamos a los seres humanos”.

Y los fascismos también son ejemplarmente socialistas en sostener un Estado social, de bienestar, un Estado asistencial en salud y educación, con su previsión social, su sistema de pensiones, eso si, la educación es totalitaria, ideologizada y adoctrinante, en grado sofocante. Tanto Mussolini como Hitler inicialmente se montan sobre la hegemonía cultural imperante, no desmontan de inmediato la tradición, Mussolini no abolió la monarquía y pactó con la iglesia católica, recuerden que el fascismo no promueve la lucha de clases, no promueve ninguna lucha social, son socialistas no marxistas PERO ese respeto inicial de la tradición cambió prontamente, porque Mussolini desea crear el hombre nuevo fascista, el “hombre colectivo”, y Hitler es incluso más ambicioso y desea lograr “el superhombre”, restableciendo la raza superior, la raza aria. Ambos, necesitan crear una sociedad guerrera con una raza de guerreros, todo debe estar dispuesto para la guerra, tanto la nacional como la internacional.

Ahora bien este fuerte acento racista y antisemita, de base más mitológica que ideológica, es una de las diferencias entre fascismo italiano y nazismo alemán, cuando uno consulta las tesis ideológicas del fascismo italiano en 1932, o sea, un año antes de la llegada de los nazis al poder, uno encuentra racismo, de todos modos incomparable con el racismo nazi, pero no hay nada contra los judíos, aunque luego Mussolini también adoptaría las mismas leyes raciales del nazismo en 1938, sin aplicar una política de exterminio, sino más bien la de obligar a los judíos a emigrar a países neutrales, y esto ocurre, 16 años después de su llegada al poder, y este es un indicio, al cual se le han dado varias interpretaciones.

Aunque y desde luego, el que diga que las leyes raciales de Mussolini fuesen ligeras, se equivoca feamente, por lo tanto la participación del fascismo italiano en una política de terror social, la cual por estar dirigida solamente hacia los judíos, no deja de ser terror de Estado, es un hecho, y quienes opinan que Mussolini por algo se tardó 16 años en aplicar leyes raciales, yo creo que ignoran que tanto en el socialismo fascista italiano como en el socialismo comunista soviético, hubo gradualidades, a distintas velocidades, pero hubo transitoriedad, recuerden que eso está previsto por el marxismo, cuando pone al comunismo como objetivo final, de una larga ruta intermedia de transición, que es el socialismo.

 Y hablando de gradualidad, de Estado transitorio, que Mussolini se abstuviera de abolir la monarquía, puede verse como algo que entra dentro de esta lógica, ¿Por qué Mussolini no se va de una a la república? Primero, porque justamente vino de la monarquía la cesión de legitimidad que será resolutiva y decisiva para el fascismo, y sobre esa cesión de legitimidad Mussolini construye su transición, de hecho el fascismo por un tiempo, de alguna forma juega con una simulación de la dictadura romana, necesaria para un momento excepcional, para evitar el caos, de todos modos, la capacidad del rey Vittorio Emanuele III de interferir, era nula de facto, por correlación de fuerzas, y por su propia decisión personal: el rey nunca fue un obstáculo para Mussolini.

Pero sigamos, el fascismo, que llegó al poder 11 años antes que Hitler, se caracteriza sobre todo por la adopción de una doctrina político-económica que se llama corporativismo, cuyo objetivo es suprimir los conflictos entre el capital y el trabajo imponiendo un control inflexible por parte del Estado. Por lo tanto, hay sindicatos pero uno solo para cada categoría profesional, y lo mismo pasa con las organizaciones empresariales, hay una por cada sector productivo, en el fascismo, al igual que en el socialismo reformista, las clases sociales deben colaborar a favor del colectivo nacional, de la armonía social, solo que el pacto social no se establece por consenso sino por una imposición dirigida por el Estado, en modo militar.

Por cierto el corporativismo, deriva de una concepción católica que se comenzó a teorizar y difundir a partir de la encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII en 1891, en donde se aborda la cuestión social, y se enfrenta una crítica social creciente tanto del liberalismo como del comunismo, esta encíclica será la base de la “doctrina social de la iglesia” de la cual derivará el socialismo cristiano y la democracia cristiana, pero también esta encíclica relanza la idea del corporativismo, que no es una novedad, tiene su pasado sobre todo medieval.

Y este corporativismo propuesto por la iglesia en esa época, planteaba un modelo de pacto social, para mediar entre una clase trabajadora a riesgo de caer seducida por el comunismo, y una clase empresarial, liberal, que aún aplicaba un régimen de explotación típico de la revolución industrial, con pocas o muy pocas mejoras. Por lo tanto esta encíclica está en la base tanto del pacto social consensuado del socialismo democrático, como del pacto social hegemónico del socialismo fascista, el pacto del fascismo es la resolución de un Estado que lo debe contener todo, por eso digo que el fascismo ejecuta socialismo reformista, pero lo hace en el modo totalitario, propio del socialismo comunista.

Señores, el corporativismo fue adoptado por igual, tanto por el catolicismo como el fascismo, ambos, iglesia católica y fascismo, eran en ese momento anticomunistas y antiliberales, y por lo tanto no se puede negar que ambos compartían un componente socialista determinado por las circunstancias de esa época, y esta es la clave política importante de los acuerdos que se dieron entre el Vaticano y los Estados fascistas.

Ahora bien, superado este punto vayamos a lo que fue la ejecutoria de gobierno del régimen nazi fascista, hay corporativismo, pero lo que realmente distingue su ejecución es que estuvo obsesivamente enfocada en crear una economía de guerra, en forma integral, urgente, sin transición gradual, y totalmente orientada hacia el rearme acelerado, esta es otra diferencia con el fascismo italiano que si tuvo su orientación bélica, sobre todo para reactivar el colonialismo romano en África, pero esta no es la nota dominante, fue importante pero no dominante, de hecho la preparación que mostró Italia cuando entró a la segunda guerra mundial, es ridícula, si se compara con Alemania.

En la Alemania nazi toda la política económica, salarial, laboral, industrial está dirigida hacia la guerra, las demandas sociales pasan a segundo plano, se prohíbe el despido, pero se prohíbe la huelga, desde luego en una economía de guerra la industria es crucial y Hitler la fortalece, pero siempre controlándola férreamente, y orientándola hacia un proceso de concentración industrial que desde luego favoreció a las grandes empresas, a la gran industria alemana le fue bien, muy bien, pero no tenía libertad.

Ahora bien, hagamos un resumen, cuáles son los rasgos en común de los fascismos: primero, Estado social de distribución de la riqueza mediante distribución de bienestar, con las fallas clásicas del socialismo, segundo, intervencionismo no solo económico pero en todos los ámbitos, por lo tanto, atrofia estatal totalitaria, tres, corporativismo como instrumento de pacto social y para militarizar a la sociedad.

Y hay algo que es típico de ciertos fascismos y socialismos: es el “nacionalsindicalismo”, la instrumentación de los sindicatos, más allá del pacto social, para crear un aparato clientelar, de mafias y pandillas dedicadas a la extorsión, la rapiña, la delación, y el control social, en otras palabras, dedicadas al gansterismo político, son como los colectivos chavistas pero bastante más serios, digo esto solo para que se hagan una idea.

Por cierto al nacionalsindicalismo en España se le denomina falangismo y está relacionado con los “sindicatos verticales” del franquismo, y en Argentina, gracias al fascismo peronista hay tradición al respecto: son los “navajeros peronistas” de una época y actualmente los “piqueteros”, el matón Luis D'Elía es un típico representante moderno, actualizado, del nacionalsindicalismo fascista del peronismo argentino.

Bueno, vayamos aterrizando, el fascismo es socialismo porque es de izquierda, el fascista habla como socialista, camina como socialista, piensa como socialista, huele a socialista por donde pase… el fascista es socialista porque pertenece a la hermandad de los que rechazan al mundo y desean cambiarlo profundamente. Señores, la derecha no rechaza al mundo, no lo desprecia, desea conservar todo lo que tiene de bueno, y mejorar lo que se puede y deba mejorar, pero no rechaza ni desprecia al mundo ni quiere desecharlo como lo desea la izquierda de los socialismos tanto comunistas como fascistas.

Y es que al fin y al cabo, los regímenes soviéticos, y de sus países satélites, comenzando por el castrista de Cuba, y el régimen chino, incluyendo el comunismo versátil después de Mao, son regímenes fascistas, el uso que hacían o que hacen del miedo, de la violencia y de la propaganda y la supresión de toda libertad colectiva e individual hasta lo más íntimo del ser humano, es fascismo, y aquí lo que habría que entender es que el término que engloba tanto al socialismo fascista como al socialismo comunista es totalitarismo.

Y llegado a este punto, en donde solo se puede hablar de tiranías, las supuestas diferencias entre estos monstruos, quedan para la discusión académica, la cual respeto, pero en términos de lo que debemos estar claros, nosotros los ciudadanos, es que los totalitarismos no pueden ser de derecha, porque los totalitarismos pretenden cambiar profundamente a las sociedades y al hombre, y crear un nuevo cosmos, por lo tanto, son lo más opuesto al conservadurismo que uno se pueda imaginar.

Y esto se puede resumir en forma aún más simple, en boca de los fascistas y de los comunistas siempre está presente la palabra “revolución”, palabra que nunca, nunca encontrarán en el vocabulario de la derecha.

Así que muy buen trabajo hizo la izquierda al meternos esa estafa de que el fascismo es de derecha, y tuvo tal éxito que hasta el día de hoy, lo común, lo usual, es asociar al fascismo con la derecha.

Ahora bien dicho esto, de todos modos hay que tratar el tema de las objeciones, de que el fascismo no es socialismo porque no es internacionalista y la objeción de Hannah Arendt y sus fieles, de que el fascismo no fue totalitario.

Antes que nada tengo la impresión de que quienes razonan así, razonan como socialistas, creo que se han dejado atrapar por una diatriba entre socialistas, que siempre son interminables, y que tiene su larga historia sobre todo a partir de la “Tercera Internacional Socialista”, la “Comintern”, otra historia de pasión, intriga y suspenso, que les comenté en el video anterior, y que una vez más no les voy a contar por razones de tiempo.

Se dice que el fascismo no es socialismo porque supuestamente es nacionalista, o sea, no es internacionalista, pero el nacionalismo fascista nunca significó aislacionismo ni autarquía política, el fascismo tiene una concepción internacionalista bélica, diferente del internacionalismo neutral o pacifista del socialismo, pero es una posición internacionalista, ligada al “futuro y desarrollo de la humanidad” al igual que en el socialismo, y esa posición Mussolini la expresa, con la contundencia que lo caracterizaba, en su posición con respecto a la paz entre las naciones, y lo voy a citar directamente: “En primer lugar, el fascismo, en lo que respecta en general, al futuro y al desarrollo de la humanidad […] no cree en la posibilidad o utilidad de la paz perpetua. Por lo tanto, rechaza el pacifismo que esconde una renuncia a la lucha y la cobardía frente al sacrificio. Solo la guerra lleva todas las energías humanas al máximo de la tensión y otorga un sello de nobleza a los pueblos que tienen la virtud de enfrentarla”.

Y cómo negar ese internacionalismo fascista bélico cuando Italia y Alemania, se unen en un “pacto de acero” para ir a esa guerra internacional que, tanto para Mussolini como Hitler, era un proceso virtuoso que otorgaba energía, fuerza y nobleza a la humanidad.

Mas bien el internacionalismo bélico del fascismo es menos hipócrita del internacionalismo neutral y pacifista del socialismo comunista, porque al fin y al cabo el socialismo comunista también fomentaba la guerra, la guerra civil contra el Estado burgués dentro de cada nación ¿es que acaso la propuesta de revolución comunista no es una guerra? ¿Preguntemos a cualquier pueblo del mundo que haya tenido que sufrir las consecuencias del internacionalismo pacifista del socialismo comunista, si lo que vivieron no fue una guerra? pero el socialista comunista siempre habla de paz, usan la palabra paz a cada rato, esa es hipocresía de propaganda…

Además yo no sé cómo se puede negar el hecho de que el fascismo prende a nivel internacional, y se manifiesta en el surgimiento de partidos fascistas en muchísimos países, y frente a esos movimientos, se manifiesta una voluntad organizadora por parte del fascismo italiano, el cual creó en 1933 los “comités de acción por la universalidad de roma”, para crear una suerte de internacional fascista, y un año después esto se materializó en el “congreso fascista internacional de Montreux”, Suiza, en el cual participaron 13 organizaciones fascistas europeas, de Francia, España, Irlanda, Portugal, Dinamarca, Holanda, etc, pero aquí lo importante, es que más allá de esa expresión, de esa intención meditada de organización internacional, fue la internacionalización espontánea que se manifestó en la existencia de partidos fascistas en muchos países, y algunos de ellos fueron exitosos, y llegaron al poder, y la mayoría de ellos fueron colaboracionistas tanto del fascismo italiano como del nazifascismo:

En Austria, el partido “Frente Patriótico”, llegó al poder, pero como eran nacionalistas se opusieron a la anexión alemana y los liquidaron, recuerden que Hitler era austríaco.

En Bélgica, estaba el partido de León Degrelle, un verdadero fascista internacional.

En Grecia el fascismo llegó al poder con el general Metaxas.

En Noruega, estaba el partido “Unión Nacional” de Quisling, que colaboró con la invasión nazi.

En Portugal, el dictador António de Oliveira Salazar, creo el “Estado Nuevo” que es fascista, y que duró 42 años hasta la revolución de los claveles de 1974.

En España está, la “Falange Española” de Primo de Rivera, que luego fue agrupada por el franquismo en el “Movimiento Nacional”.

Y en el Reino Unido, estaba la “Unión Británica de Fascistas”, la de Mosley, en Francia estaba el “Partido Popular” que elaboró doctrina fascista, y fue colaborador de la ocupación nazi, y en el régimen de Vichy, participaron varios partidos y movimientos colaboracionistas, y en Yugoslavia estaba el partido de Ante Pavelic, colaborador del fascismo y de los nazis.

Y esta proliferación fascista internacional también ocurrió en suelo americano, donde de paso se produce uno de sus triunfos más resonantes, en América tenemos el “Movimiento Nacionalsocialista” de Chile, la “Falange Socialista Boliviana”, la “Falange Cubana”, “Acción Integralista” en Brasil, la “Unión Canadiense de Fascistas”, la “Legión de Plata” en los Estados Unidos, las “Camisas Doradas” en México, y como guinda en la torta, hay que poner al peronismo, del cual no se puede negar su fascismo, además fue un protector sistemático de fascistas y nazis, el peronismo es esencialmente fascista, y eso nadie lo puede negar, pero para no alargar mucho este video, y porque necesito avanzar hacia los temas de las agendas globalistas, voy a posponer momentáneamente el tema del peronismo, al cual le dedicaré un video especial.

Bueno ahora vayamos con la objeción de Hannah Arendt de que el fascismo italiano no fue totalitario, pues bien, Arendt en su obra magna “los orígenes del totalitarismo”, considera que el fascismo italiano no fue totalitarismo, por una serie de particularidades: no eliminó la monarquía, pactó con la iglesia católica, pero sobre todo, no aplicó el terror ni el exterminio de masas, y este es un veredicto al que se han opuesto verdaderos estudiosos, estudiosos sistemáticos y profundos del fascismo como Emilio Gentile, uno de los historiadores más importantes de este fenómeno, al cual voy a citar varias veces cuando me vean leyendo.

Gentile, afirma y sustenta que Arendt con respecto al fascismo italiano demuestra tener un escaso conocimiento y cierto menosprecio de su importancia “produciendo malentendidos históricos y confusiones teóricas”, y esto porque Arendt excluye toda una elaboración teórica del concepto de totalitarismo, que hubo desde los años 20 hasta los años 50, que incluye a intelectuales de la talla de Luigi Sturzo, Jacques Maritain y Raymond Aron, que nunca excluyeron al fascismo italiano del totalitarismo.

Además Arendt limita “la esencia del totalitarismo al terror y al exterminio masivo”, y esta definición tan limitada, adicionalmente es objetada por otros estudiosos, como ven no se trata del solo Gentile. Por si fuera poco, Arendt clasifica prácticamente, al fascismo como una dictadura tradicional, lo que lleva a Gentile a sentenciar que “de hecho Arendt muestra poco conocimiento histórico, político, institucional, social y cultural del régimen fascista, al que dedica pocas consideraciones marginales, basadas en datos históricos exiguos, aproximados, de segunda o tercera mano, es decir, tomados de citas de citas, incluso sobre cuestiones de grave importancia”. El link a estos comentarios de Emilio Gentile lo encontrarán más abajo, en el texto descriptivo de este video, y el mismo Emilio Gentile está en varios videos de YouTube, búsquenlo es muy interesante escucharlo.

Bueno, tengo poco que agregar a esto, a lo largo de mis videos creo haber suministrado suficiente información y argumentación sobre el fenómeno totalitario, y sobre los fascismos como totalitarismos íntegros, completos.

Solo recordaré algo que parece anecdótico pero no lo es, y es que durante el fascismo todo debía ser hacerse en modo fascista, desde la forma de vestir hasta la forma de hablar, el fascismo, impuso la eliminación del idioma italiano, de un pronombre personal, el “Lei”, que no solo significa “ella”, porque también se aplica cuando no se debe tutear a alguien, pues bien, el fascismo obliga a sustituir ese pronombre personal “Lei” por “Voi”, que es más directo, más personal, más igualitario, porque usar el “Lei” significaba hablar, y pensar, como un burgués.

Es impresionante como el fascismo cuidaba cada detalle para borrar “lo burgués” del modo de ser italiano, y me van a disculpar, pero eso es totalitarismo puro y duro, hay que recordar siempre la fórmula esencial de Mussolini: “todo dentro del Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado” es la nación devenida en Estado, donde el individualismo, que para los fascistas siempre es individualismo burgués, se convierte en algo que atenta contra el fascismo, por lo tanto contra el Estado, ergo, la nación.

Y ahora concluyo citando a Giovanni Gentile, no es familia del historiador, Giovanni Gentile, es el filósofo oficial de la ideología fascista, “para el fascista, todo está en el Estado, y nada humano o espiritual existe, mucho menos tiene valor, fuera del Estado. En este sentido, el fascismo es totalitario”. El fascismo esencialmente es absolutismo de Estado pero no por la gracia de Dios sino por la gracia de una “ley superior […] voluntad objetiva que trasciende al individuo particular” y aquí estaba leyendo nuevamente a Gentile, cuando describe al fascismo también, como una concepción “religiosa”.

Bueno, me extendí mucho describiendo a los fascismos porque considero indispensable que se comprendan claramente. No solo porque el fascismo hoy en día es la descalificación más popular, la que usan por igual las tropas del comunismo versátil, y la “gente de bien”, la “gente correcta” que apoya al globalismo, pero no es eso, hay una razón, realmente grave, y es que los verdaderos fascistas, y nazistas, son ellos, eso lo van a entender en algún momento, si me seguirán con los videos.

Bueno amigos, es todo por hoy, esta vez me tardé en aparecer porque me mandé un video triple, que no podía dividirlo en partes, pero nos volveremos a ver pronto, muy pronto… reflexionen procesen bien este video y cuídense, hasta luego.


lunes, 25 de mayo de 2020

Socialismo, Comunismo y la “Gran Receta Anticomunista” (Parte 2)


Amigos visitantes y seguidores de este apartado rincón del espacio-tiempo cibernético, donde el objetivo principal no es informar, sino poner a pensar para evitar la atrofia de facultades mentales básicas para la supervivencia.

En la primera parte de este video, comencé a explicarles las diferencias entre comunismo y socialismo, para evitar confusiones que solo convienen a los mercaderes de la opinión pública, y les di dos ejemplos de socialismo, de socialismo supuestamente democrático, recurriendo sobre todo al ejemplo de lo que fueron los partidos Acción Democrática y COPEI en Venezuela, y el PSOE y el PP en España, bueno, hoy profundizaré en eso, para explicarles el porqué de ese auge socialista en tantas partes, y tocar también el tema del comunismo, y su relación para nada prohibida con el capitalismo, bien, comencemos…

Los que vieron el video anterior ya saben que tanto AD como COPEI son partidos socialistas, AD más a la izquierda, COPEI más a la derecha, pero ambos fueron partidos socialistas, y digo “fueron”, porque en la actualidad me cuesta seguirlos definiendo como partidos.

De todos modos ¿qué es lo importante aquí?, lo importante, es que eso que se afirma muchas veces de que en Venezuela los gobiernos de la democracia fueron siempre socialistas, eso es cierto, pero lo mismo se podría afirmar de la inmensa mayoría de los gobiernos de Europa, desde hace 70 años. ¿Y por qué paso esto? porque después de la segunda guerra mundial, y para prevenir que el comunismo, que también salió como vencedor, y con mucho prestigio, para prevenir que ese comunismo triunfador, comenzara a expandirse hacia occidente, hacia un occidente europeo que había salido bastante maltrecho de la guerra, y por lo tanto se encontraba en una situación delicada, vulnerable, entonces como medida preventiva se elaboró una receta, muy bien pensada, que se comenzó a aplicar sistemáticamente.

Se trata de la “gran receta anticomunista” promovida por EE.UU. y el Reino Unido, la cual se aplicó en muchos países para prevenir cualquier auge del comunismo, y esta receta consistió en la promoción y el patrocinio de partidos de masas, que fuesen socialdemócratas y de democracia cristiana, o sea, partidos socialistas reformistas, que promovieran Estados sociales, o sea Estados de bienestar, esto algo que volveré a abordar en otro momento cuando toque el tema de “la izquierda neoliberal”, que en realidad es el tema de la decadencia ideológica indispensable, para que las agendas globalistas de dominación puedan avanzar.

Por cierto, esta receta anticomunista de fortalecer al socialismo y al Estado social como vacuna para prevenir el comunismo, debía cumplirse al pie de la letra, ¡cuidado con jueguitos! cuando al dirigente demócrata cristiano Aldo Moro, dirigente histórico y prestigioso de la democracia cristiana italiana, que era muy católico y muy progresista, cuando a Aldo Moro se le ocurrió ir hacia una convergencia o coalición sin precedentes, con los comunistas, ya sabemos lo que pasó después, y a Enrico Berlinguer, secretario general del Partido Comunista Italiano, dispuesto a ir hacia ese “compromiso histórico”, los mismos soviéticos intentaron asesinarlo, porque tampoco la Unión Soviética deseaba eso, esta historia es posible que algún día la cuente en algún “Paseo por El Laberinto”…

Bueno, volvamos al tema, esa “Gran Receta Anticomunista” y pro-socialista, tenía como núcleo programático la constitución de Estados sociales y democracias sociales en todo país que careciera de tradición democrática, y si se ponen a ver ¿cuántos países carecían de tradición y cultura democrática? pues eran muchos, Italia y Alemania solo para comenzar, pero también países como Venezuela encajaban en esa clasificación, por eso digo que se trató de un plan muy bien pensado, porque era aplicable en muchos países…

OK, llegado a este punto me parece importante no confundir Estado social y democracia social con el concepto de Estado socialista y democracia popular, o república popular, que solo se aplican a los países comunistas, cuidado con esta confusión, una cosa es Estado social o democracia social, y otra Estado socialista y democracia o república popular, de hecho, se define como “Estado socialista” al que surgió con la Unión Soviética y los Estados comunistas que derivaron de ese proceso.

Estados comunistas que a su vez se definen como “repúblicas o democracias populares”, por ejemplo, la Alemania del este, la Alemania comunista tenía como denominación oficial “República Democrática Alemana”, y la Unión Soviética era una unión de repúblicas, y China después de volverse comunista se convirtió en una “república popular”. La democracia popular es una democracia que no respeta diferencias, las suprime, la república popular, no es una república que limita al poder, lo vuelve ilimitado, total, totalitario…

Y en Venezuela, cuando usted lee “Ministerio del Poder Popular”, usted se encuentra ante una rotulación comunista, solo los comunistas hacen hincapié en el “poder popular”, los comunistas siempre se esconden, sobre todo usando palabras.

Ahora bien, ¿y qué es el Estado social? Es el Estado asistencialista, el Estado de bienestar social, el “welfare state”, cuya finalidad es brindar seguridad social y asistencia social, garantizar la salud, la educación pública, un sistema de pensiones, y todo esto es la base de aquello que les dije en un video anterior: “igualdad de oportunidades en igualdad de condiciones”.

Y a esto corresponde una democracia social, cuyo objetivo es eliminar los desbalances de poder que puedan surgir, de los conflictos de interés entre las clases sociales, conflictos entre pobres y ricos, entre el capital y el trabajo, entre mayoría y minorías, en otras palabras una democracia social garantiza no solo distribución de la riqueza mediante la distribución de bienestar, sino que además distribuye y balancea el poder, en otras palabras una democracia social es una democracia de pacto social que busca la armonía social.

Y todo esto que les acabo de describir, la receta anticomunista y pro-socialista, la promoción de Estados sociales de bienestar, de democracias sociales asociadas sobre todo a gobiernos parlamentarios, con sistemas electorales proporcionales, no mayoritarios, para evitar accidentes incontrolables, todo este conjunto de medidas, se hizo siguiendo un plan de alianza atlántica, de EE.UU. con Europa, con los EE.UU. a la cabeza, con los EE.UU. en rol de promotor y hasta financiador principal, y este plan se aplicó a muchos países de Europa, en Italia y Alemania, las naciones perdedoras, pero también se aplicó en Latinoamérica, en Venezuela después del tropiezo de 1948, finalmente cuajó en 1958, y a esto hay que sumarle todo un nuevo orden mundial, basado en los acuerdos de Bretton Woods, el Plan Marshall, la ONU, la OTAN, la promoción de la futura Unión Europea, después vendría la guerra fría con sus dinámicas y lógicas de poder y superpoder.

¡Bueh! faltan muchas cosas por contar! Pero ya saben cómo fue que se difundió tanto el socialismo, y si desean protestar por esto, volteen hacia los EE.UU. y el Reino Unido, desde luego, los socialistas aprovecharon esto, y lo penetraron todo hasta imponer su hegemonía cultural, cualquier otro hubiese hecho lo mismo, pero la semilla la pusieron, los de la “Gran Receta”.

Pero ¡Cuidado! escuchen atentamente: esto no pasó porque había un plan macabro de los EE.UU. y el Reino Unido para sembrar el socialismo, lo que hicieron estuvo bien, muy bien, no solo porque no había alternativa, sino porque eso era lo más lógico, lo más inteligente que podían hacer, después se cometieron numerosos errores, históricos, pero eso ocurrió después, y la degeneración política de esa receta y de ese nuevo orden mundial, esa es otra historia, espero que esto les quede claro, y les quedará más claro en la medida que avance con los videos, por eso es que debo ir por pasos.

Bueno, sigamos…

Por cierto, en el pasado video al tratar la descripción de los distintos socialismos, se me olvidaron dos que de todos modos tienen su importancia, hay uno muy importante que es el socialismo de los “partidos laboristas”, defensores de la clase trabajadora, estos partidos se pueden clasificar perfectamente como partidos socialdemócratas, lo que pasa es que en los países de habla inglesa, se usa esta denominación, el Partido Laborista del Reino Unido es un partido socialdemócrata, ni más ni menos, aunque Jeremy Corbyn lo haya transformado en un partido de izquierda globalista, faltaría más.

No olvidemos que Acción Democrática tenía en su sector sindical, uno de los basamentos más sólidos de su popularidad, y el partido COPEI tenía su “Frente de Trabajadores Copeyanos”, en otras palabras, y no solo en Venezuela, en todos los partidos reformistas, socialdemócratas, demócrata cristianos, siempre hay un fuerte componente laboral, una fuerte fracción sindical, que es perfectamente consustancial con su naturaleza de partidos socialistas.

Y hay otro tipo de socialismo que me interesa comentar de pasada, porque existen los “socialistas liberales”, si, son los “socioliberales”, “socialismo de derecha, liberalismo de izquierda” así es como los resumía Norberto Bobbio, pero no voy a ocuparme de ellos hoy, lo haré más adelante, cuando trate otros temas, sobre todo los relacionados con una nueva construcción ideológica, indispensable para poder complementar la anti-agenda, la agenda en contra del globalismo, la cual existe, y ya está en marcha desde hace unos 4 años…

Esto también lo explicaré cuando se haya comprendido bien al enemigo que estamos enfrentando, y sus intenciones, no hagamos las cosas al revés, como pasó en Venezuela, donde ahora es que la falsa oposición nos habla de Cuba, de la tiranía cubana, cuando por años no hubo forma ni manera de que escucharan, pero ahora por conveniencia si lo hacen, pregúntenle al demócrata cristiano Julio Borges, como fue que ocurrió ese cambio, porque él se burlaba, se burlaba de todos los que denunciaban a Cuba, soy testigo…

Ahora bien, vayamos a un punto que debe quedar muy claro: hay un socialismo que es comunista, es el socialismo de transición hacia el comunismo, a este socialismo comunista se le aplica el término de “socialismo real”, a partir de su invención por parte del Presidente del Soviet Supremo Leonid Breznev en 1970, esto nos permite abordar el tema del comunismo, y sus aspectos básicos.

Comencemos por lo esencial: el comunismo a diferencia del socialismo, no es compatible con la democracia, con la propiedad privada, con el libre mercado, y mucho menos es compatible con la tradición, porque el comunismo, como expliqué en un video anterior, es totalitario, aquí no hay que buscarle muchas vueltas, salvo tomar en cuenta que en el comunismo se planifica, se planifica siempre, una etapa de transición socialista, o de injerto socialista, como tantas veces lo ha denunciado Aura Palermo en el caso del chavismo, en donde el capitalismo persiste de muchas formas, en muchas formas “versátiles”.

Bien, convencionalmente se aplica el término “capitalismo de Estado” cuando se habla de comunismo, el capitalismo de Estado consiste en un aparato productivo fuertemente regulado por el Estado, donde no hay economía de mercado o se encuentra muy restringida, desde luego no hay libre mercado, salvo el mercado negro, que siempre existe en los países comunistas, pero la mayor parte o la casi totalidad del sector económico es de propiedad pública, desde luego, y esto hay que recordarlo siempre, en el comunismo hay “capitalismo para los amigos”, para los privilegiados, olvídense del comunismo como un sistema que elimina oligarquías y burguesías, el comunismo crea las suyas, muy exclusivas, los oligarcas de la era Yeltsin no surgieron de la nada, de un día para otro.

Es tanto así que una de mis definiciones de lo que es “comunismo” es muy simple: es el régimen político que con mayor habilidad transforma al capitalismo en un privilegio, porque vamos a estar claros, el comunismo no acaba con el capitalismo, lo que hace es ponerlo a trabajar en modalidades compatibles e indispensables para su verdadero objetivo, que es la preservación del poder en forma irreversible, perpetua.

Y China con su comunismo versátil, es la demostración definitiva de todo esto, donde comunismo y capitalismo pueden convivir en un sistema dual, “un país, dos sistemas” como decía Deng Xiaoping, olvídense de los que idealizan al capitalismo como si fuese una ideología política, eso es infantilismo, además porque para eso está el liberalismo, para promover las virtudes de la libertad en una dimensión que va más allá del libre mercado, del capitalismo para todos, del “país de empresarios”, en el cual cae el economicismo bobo, bobo, de cierto liberalismo.

Señores mientras no entendamos que en el nuevo orden globalista capitalismo y comunismo son cómplices, vamos a seguir totalmente perdidos… Aquí lo que está en juego es toda una civilización, la nuestra, y se trata de una confrontación que comprende muchas dimensiones, no solo las relacionadas con la economía y la producción, donde de paso debemos resolver varias ecuaciones: “Estado vs mercado”, “capital vs trabajo”, “mercado libre vs mercado justo”, “nacionalismo vs globalización”, pero no se trata solamente de eso, en algún momento y creo que será por las malas, haremos “clic” y entenderemos que debemos comenzar a trabajar en una nueva construcción ideológica, que proponga resolver la decadencia de nuestra civilización, y esa construcción deberá comenzar por el basamento filosófico.

Bueno y ya para finalizar, me interesa que quede claro que la izquierda hoy en día por un lado se encuentra alineada con el comunismo versátil, sobre todo la izquierda de Latinoamérica, y ciertos partidos europeos como Podemos, que no es otra cosa que una franquicia del chavismo, o partidos como “5 Stelle” en Italia, que en su proceso de deshacerse de todas las caretas con las cuales estafó a sus votantes, se ha mostrado abiertamente como el principal agente de China en Italia, esto por un lado, y por el otro tenemos a la izquierda globalizada, que tanto en Europa como en EE.UU. apoya desde luego a la agenda globalista.

Lo que queda del Partido Demócrata de los EE.UU., nos muestra además, que se puede dar cierta dualidad, donde tenemos a la fracción de Bernie Sanders en la cual operan chavistas como Alexandria Ocasio-Cortez y su clan, pero también tenemos a globalistas como el propio Sanders, y en la fracción elitista, encabezada por el dúo Clinton-Obama, tenemos sobre todo a globalistas, que de todos modos frente a los asuntos de su patio trasero, apoyan al comunismo versátil, y eso fue lo que hizo Obama con su apertura hacia Cuba, recuerden siempre que ambas agendas actúan como aliadas, en algunos casos compiten como pasa por ejemplo en Ecuador, o en Venezuela, con el chavismo y su falsa oposición, pero se trata de una relación de mutuo beneficio en la gran mayoría de los casos, ya lo entenderán cuando llegue finalmente a ese asunto.

Bueno, queda pendiente para terminar esta descripción básica de las ideologías de izquierda, el tema de los socialismos nacionalistas, como el fascismo y el nazismo, y el peronismo. Con respecto a este tema, muchos caen en la trampa de cierta propaganda de izquierda, que empezó sobre todo a partir de la segunda guerra mundial, y terminan clasificando a los fascismos como ideologías de derecha, lo cual es risible, es cómico, bueno, de eso tratará el próximo video.

Les recuerdo una vez más, que en esta serie de videos donde abordaré el tema de las ideologías, que en la descripción de las mismas trato de mantenerme dentro de unas líneas generales, no solo para facilitar la comprensión inicial, recuerden que la pureza ideológica solo existe en totalitarismo, pero lo hago también porque en los videos sucesivos, donde explicaré por ejemplo qué son las agendas de poder y las agendas globalistas, ahondaré en muchos aspectos relativos a la ideología y sobre todo a su degeneración en los partidos políticos actuales.

Prefiero hacer esto gradualmente de forma que esta complejidad que intento describir, que tiene mucho de caos, porque es un instrumento, quiero que esta complejidad se comprenda y se asimile con la menor cantidad de dudas por ignorancia, de forma que nuestro ejercicio de la duda, como agente activador de pensamiento superior, se enfoque en lo realmente importante.

Bueno amigos, es todo por hoy, y esta vez espero realmente que nos veamos pronto, muy pronto, para que podamos avanzar con cierto ritmo. Cuídense y cuiden la calidad de sus pensamientos, no hay salud verdadera sin salud mental, hasta luego.


sábado, 23 de mayo de 2020

Socialismo y Comunismo: la “Confusión Perfecta” que conviene a los manipuladores (Parte 1)


Amigos visitantes y seguidores de este apartado rincón del espacio-tiempo cibernético, donde el objetivo principal no es informar, sino poner a pensar para evitar la atrofia de facultades mentales básicas para la supervivencia.

Antes de comenzar quisiera pedir disculpas por mi retardo al sacar nuevos videos, pero tuve que enfrentar una serie de inconvenientes técnicos que me quitaron mucho tiempo, espero que las soluciones aplicadas, de ahora en adelante me permitan producir a buen ritmo, porque la intención es sacar más videos, con más frecuencia, y también videos de mejor calidad.

Bien, vayamos al punto de hoy, las ideologías de izquierda: socialismo y comunismo, las llamo la confusión perfecta porque sobre ellas hay mucha confusión, debido a que hay mucha desinformación, ignorancia, manipulación, sobre todo por parte de supuestos formadores de opinión que a la hora de hablar del comunismo, o del socialismo, uno se da cuenta fácilmente, que ni siquiera han leído a Marx, y esto es más común de lo que se cree. Bien, comencemos…

El socialismo es un archipiélago de ideologías e interpretaciones del mundo que afloran de un mismo fondo, y este fondo está constituido por la idea y la convicción de que el mundo es injusto, que esta injusticia es la que impide la igualdad, y que a esto se puede poner remedio cambiando a la sociedad, como dije en el video anterior, el socialismo afirma que esto debe hacerse en forma gradual, aplicando reformas progresivas, progresistas, mientras que el comunismo afirma que esto se debe hacer mediante una revolución, porque para los comunistas el centro de la cuestión social está en la lucha de clases, por lo tanto para los comunistas debe ocurrir un conflicto social de consecuencias irreversibles, para poder cambiar al mundo, es más, esto lo ven como algo inevitable, como algo que va ocurrir de todas formas.

En cambio para los socialistas ese conflicto no es inevitable, además es indeseable, y se debe trabajar por una especie de “pacto social” que promueva una armonía social, basada en la proporcionalidad de los aportes a la sociedad, de acuerdo con el grado de riqueza, en otras palabras, se busca una mejor repartición, o redistribución, de las acumulaciones de riqueza.

Aquí lo importante a recalcar desde el principio es que en el comunismo hay socialismo, pero como régimen de transición hacia una sociedad perfectamente justa e igualitaria, sin clases sociales, una verdadera sociedad comunista, en otras palabras para los comunistas, el comunismo es una meta y el camino es el socialismo, en cambio, para los socialistas la meta de una sociedad justa e igualitaria implica una transición permanente, progresiva y permanente.

Y otra cosa importante a recalcar, aunque sé que va a parecer muy polémica, es que para el socialismo no comunista, sobre todo para la mayoría de los socialismos que comenzaron a gobernar en muchos países después de la segunda guerra mundial, y me refiero particularmente a la socialdemocracia y a la democracia cristina, el socialismo debe ser democrático, y debe prescindir de cualquier política forzada más allá de lo que permita la hegemonía cultural en determinado momento, desde luego, y como toda ideología, busca un cambio en la hegemonía cultural, hasta los liberales buscan eso cuando hablan de un “país de empresarios”, pero esto en el ámbito de los socialismos democráticos se traduce por ejemplo, en el rechazo a formas de colectivización forzada, y esto se traduce también, en el abandono del discurso anticapitalista generalizado por el comunismo, por lo tanto no se habla de abolición de la propiedad, se habla de su regulación y diversificación, en modos que pueden ser colectivos, cooperativos, mixtos, modos de propiedad socialmente incluyentes.

Y, para estos socialistas democráticos, esto se puede hacer conservando la plura lidad, conservando una dialéctica política, en otras palabras, se puede hacer democráticamente, por lo tanto en teoría, en teoría estos socialismos son compatibles con la democracia, con la propiedad privada, con el capitalismo, eso sí capitalismo regulado por el Estado, y estos socialismos incluso puede ser compatibles con la tradición, porque incluso los que sostienen el laicismo en asuntos de gobierno y de Estado, no encuentran ninguna contradicción entre cristianismo y socialismo, todo lo contrario, por lo tanto, nada impide que cierto socialismo democrático sea “conservador en lo social” en el sentido de los valores, creencias y estructuras sociales tradicionales, como la familia, y esto es algo que los demócrata cristianos y los socialcristianos pueden confirmar, pero también los socialdemócratas.

Eso sí, todo esto es algo que los comunistas, los verdaderos comunistas no admiten, porque para ellos la democracia debe ser “popular”, una democracia de repartición igualitaria, donde no debe haber diferencias, en otras palabras, no debe haber enemigos de clase, “enemigos del pueblo”.

Ahora bien, todo este discurso desde luego que se presta a una interpretación suspicaz donde se debe sospechar, sobre todo a la vista de sus resultados en la práctica, que los socialistas, los actuales socialistas sean realmente democráticos, de esto se debe dudar desde luego, especialmente cuando lo hacen abrazando la corrección política que no es otra cosa que “totalitarismo de pensamiento único con guantes de seda” y de paso se prestan a la degeneración de la democracia en una “tiranía de emperador invisible”, que ya expliqué lo que es, busquen el video, y de los comunistas se debe dudar de todo, especialmente cuando pronuncian la palabras “democracia” y “república” porque a la vista está que los Estados comunistas más que dictaduras, son tiranías, porque se trata de regímenes totalitarios, eso ya lo deje claro en un video anterior.

Y ni hablar de los desastres económicos y sociales que producen tanto los socialistas democráticos como los comunistas, con la supuesta excepción de China, pero esto será materia de otros videos, en donde explicaré lo que es el comunismo versátil y lo que es China como tiranía gran-capitalista expansionista, o sea imperialismo globalista, promotor de plutocracias neoliberales, que les puedan servir de aliados en la dominación neocolonial, y uso todos estos términos a propósito, con premeditación y alevosía, para dar un preaviso de lo que es realmente el comunismo Chino, el comunismo versátil, OK, sigamos…

Vayamos ahora al meollo de lo que son las confusiones, especialmente la confusión perfecta que muchos tienen entre socialismo y comunismo, que no es una confusión nueva, ni propia de los venezolanos…

La primera confusión aflora a partir del surgimiento del socialismo reformista en sus distintas variedades, hay muchas, muchísimas… esto, comenzó a ocurrir a partir de un proceso histórico que se inició a finales del siglo XIX, y culminó en el siglo XX con el divorcio entre socialistas y comunistas, este proceso revisionista, revisionista del marxismo, es toda una novela de pasión, intriga y suspenso que no les voy a  contar, porque sería demasiado larga y demasiado “distrayente”, y no quiero que se me distraigan, eso sí, recomiendo el estudio de ese proceso, porque permite comprender muchas cosas acerca de la política, el poder y la historia, pero bueno, sigamos….

¿Qué significa socialismo reformista? eso ya lo expliqué en un video anterior, son socialismos que fundamentalmente no creen en la lucha de clases, admiten su existencia pero creen más bien en un pacto social, y por lo tanto no prometen revolución sino reforma, y vamos a ocuparnos de dos de estos socialismos, por su importancia histórica: la socialdemocracia y la democracia cristiana, bien…

Socialdemocracia: la definición del diccionario de la real academia española, es simple pero completa: “Movimiento político que propugna un socialismo democrático y reformista”… esta definición funciona para mí. ¿Y cuáles son los partidos socialdemócratas? bueno hay que decir que muchos de estos partidos son antiguos, el SPD alemán, el PSOE, Partido Socialista Obrero Español, el Partido Laborista inglés, y el Partido Socialista Italiano, ya desaparecido, fueron todos fundados en el siglo XIX, y en Latinoamérica los representantes históricos de la socialdemocracia son el APRA del Perú, que va para 100 años, y Acción Democrática en Venezuela, que va para los 80, aunque los “adecos”, no siempre usaron ese término para definirse.

Todos estos partidos se agrupan en una organización que es “La Internacional Socialista” fundada en los años 50, y a la cual pertenecen también, por parte de Venezuela, los partidos Un Nuevo tiempo y Voluntad Popular.

Bien, los demócratas cristianos forman lo que se llama el ala derecha del socialismo, porque son los menos radicales, los más gradualistas, y son conservadores con respecto a la iglesia, son cristianos, y por lo tanto son conservadores con respecto a la tradición, la cultura, los valores del humanismo cristiano, pero a la vez son socialistas, porque aspiran a una mejor repartición de la riqueza, movida entre otras cosas por la solidaridad cristiana, aspiran a un cambio profundo de la estructura social, creen en la regulación de las relaciones económicas en busca de la justicia social, de la inclusión social, y son firmes sostenedores del Estado de bienestar y de las tesis de “la economía social de mercado”, en otras palabras son progresistas, promueven un Estado social y una democracia social, más adelante explicaré esto.

Ahora bien, yo sé que esto de poner a los partidos demócrata cristianos como socialistas (por cierto, no soy el único en hacerlo), sé que esto puede sorprender y hasta ofender, pero los que afirman que partidos como el Partido Popular de España, o COPEI en Venezuela, son de derecha, primero ignoran que los partidos demócrata cristianos con frecuencia son “partidos de tendencias”, con sectores a la izquierda, a la derecha y moderadores, en COPEI convivía el Opus Dei con la “propiedad comunitaria”, pero lo mismo pasa en muchos partidos socialdemócratas, en AD, aunque nunca se declaró como partido de tendencias, si se declaró como partido “policlasista” o multiclasista y por lo tanto los distintos intereses de clase, establecían distintos enfoques ideológicos, en la antigua AD convivieron personajes como Carmelo Lauría y Juan José Delpino, sé que a los jóvenes esto no les dice nada…

Bueno, también están los que afirman que la Democracia Cristiana es una mescolanza ideológica donde hay liberalismo, conservadurismo y socialismo, bien, lo mismo pasa con la socialdemocracia, y si vemos lo que estos distintos socialismos han ejecutado en la práctica, cuando les ha tocado gobernar, nos encontraremos con una abrumadora mayoría de semejanzas, y pocas diferencias, y muchas de esas diferencias son circunstanciales, muchas dictadas por coyunturas.

COPEI nacionalizó la industria del gas natural, AD nacionalizó el hierro y el petróleo, y ambos mantuvieron la suspensión de las garantías económicas de la Constitución del 61, durante 30 años ¡30 años! y lo mismo pasó en España, con la alternancia entre el PSOE y el PP hasta que ocurrió el desmadre con la llegada de Zapatero, y el remate de faena que ejecutó Rajoy, Zapatero del PSOE, Rajoy del PP. Por favor, no me vengan con argumentaciones abstractas, estudien la cruda realidad…

OK, son partidos demócrata cristianos, partidos como el PP español, COPEI en Venezuela, el CDU alemán, el Partido Conservador de Colombia, el Centro Democrático de Duque y Uribe también, la Democrazia Cristiana de Italia, que ya no existe, el PAN en México, el Partido Social Demócrata de Portugal, etc, etc, todos ellos agrupados en la “Internacional Demócrata Cristiana”, que hoy en día se llama “Internacional Demócrata de Centro” ¿porque no se llaman “internacional de derecha”, o de “centro-derecha” si como algunos dicen, son de derecha?

Bueno, es todo por hoy, en la segunda parte de este video, les hablaré de la “Gran Receta Anticomunista” que se aplicó en muchos países, sobre todo del hemisferio occidental, por parte de los vencedores de la segunda guerra mundial, para asegurarse que el otro vencedor, la Unión Soviética, no pudiese expandir el comunismo por el mundo, y aprovecharé esto para hablarles del comunismo, sobre todo del comunismo en clave del siglo XXI.

Amigos y seguidores, como siempre, les pido que se cuiden, y activen su pensamiento, el que lo cuida todo, nos veremos pronto, esta vez sí será muy pronto, hasta luego.

jueves, 14 de mayo de 2020

Ideologías, izquierda y derecha (y la trampa globalista que muchos no ven)



Amigos visitantes y seguidores de este apartado rincón del espacio-tiempo cibernético, donde el objetivo principal no es informar, sino poner a pensar para evitar la atrofia de facultades mentales básicas para la supervivencia.

Hoy les voy a hablar de lo que es izquierda y derecha, y de una trampa globalista que muchos no ven, pero antes hay que entender qué es eso de las ideologías: las ideologías, son conjuntos de ideas que al final forman un cuerpo, un cuerpo doctrinario, son explicaciones del mundo y a su vez proponen mejorarlo, o conservarlo, hay algo de religión en toda ideología porque asume muchas de sus funciones, en las ideologías se cree, y se tiene fe, son credos porque efectiva y funcionalmente lo son.

Ahora bien a raíz del resbalón que la civilización sufrió, y que la hizo caer en la bañera de ácido del posmodernismo, o sea, “el vale todo porque nada vale”, muchos ateos políticos han comenzado a pregonar la buena nueva de que las ideologías están superadas, que eso de izquierda y derecha ya no tiene sentido, y cosas por el estilo.

Confieso que en algún momento me sumé a ese coro, y eso tiene su explicación: estudiaba la sola política, y no me había adentrado en el fenómeno del poder, y por lo tanto no había comprendido que, sin construcción ideológica, no puede haber mapa, ni brújula, ni plan de vuelo, entonces descubrí también que eso es lo que el poder busca precisamente: que no podamos saber adónde ir y orientarnos, y caer en el engaño de creer, que ideas sueltas aglomeradas con una buena dosis de pragmatismo, son suficientes para apuntalar y sustentar a la civilización.

Que un candidato a alcalde de una localidad, tenga ideas pragmáticas, está bien, pero la civilización no se sostiene de esta forma, porque la civilización es un universo, es un cosmos, la civilización tiene sus fundamentos, visibles, tangibles, pragmáticos, pero también tiene sus misterios, sus arcanos, campos de fuerza que no se pueden medir y describir desde la pura razón, campos gravitacionales que son el continuum, el pegamento que mantiene entera a una civilización.

Por lo tanto la ideología como gran visión, como visión de conjunto, de las partes y el todo, la ideología como visión y como verbo, es indispensable, que los tiempos actuales exijan una nueva construcción ideológica, con eso concuerdo plenamente, esto es algo que explicaré en algún video futuro, donde explicaré que debemos ir sin complejos hacia el poder para salvarnos, y que ese poder que necesitamos para poder defendernos y no sucumbir como civilización, requiere tres puntales: una nueva construcción ideológica, un plan político y un plan de poder.

Plan político y plan de poder, dos cosas distintas, pero ambos necesitan como sustrato y como horizonte, una vertebración ideológica, y hasta que no comprendamos esto, estaremos aislados y perdidos: nuestros logros solo serán provisionales, temporales, venceremos batallas pero no la guerra, y como lo más probable es que esta debilidad estructural la tengamos que comprender por las malas, con mayor razón tenemos que prepararnos, porque las tribulaciones por las cuales pasaremos, tendrán como objetivo nuestra reducción a seres fracturados, incapacitados de recuperación y evolución, al menos por mucho tiempo.

Bueno, sigamos, pero antes de pasar al intento de definir ciertas ideologías, se debe advertir que cuanto más precisa es una definición ideológica, más alejada de la realidad se pone: si no nos contentamos con una definición que solo apunta a grandes rasgos, terminamos confundiendo a la gente, porque no existe realmente aplicación pura de la ideología, solo los regímenes totalitarios se acercan a esa pureza, y para hacerlo necesitan convertirse en monstruos inhumanos, un régimen como lo fue el de Pol Pot en Camboya, es un buen ejemplo, un ejemplo aterrador.

La verdad es que en eso que seguimos llamando el “mundo libre”, acto de fe cada vez más conmovedor, tenemos Estados democráticos, más o menos democráticos, donde se alternan gobiernos supuestamente ideológicos, mejor dicho, menos o menos que menos ideológicos que no pueden, no deben, ceñirse a una ideología honrada, que no sea un producto mercadológico, y mejor si no hablan de eso, porque eso es muy posible que los lleve al fracaso, al fracaso político y electoral.

Para decirlo de otra forma, y voy al grano, hoy en día la fórmula para obtener éxito político y electoral, se llama “centro”, hay que ser de centro-izquierda o de centro-derecha ¡pero cuidado con alejarse de ese centro! porque los bordes de ese centro supuestamente son un precipicio político, un precipicio electoral.

Además, desde hace años en muchas democracias, no me refiero a la venezolana, gozamos de algo que se llama “alternancia”, honrando ese principio sagrado de la “alternabilidad”, que habilita a la oposición para hacerse con el poder si lo hace bien, perdón, si el gobierno saliente lo hace mal, porque eso es lo que generalmente pasa, y eso forma parte del juego…

Bien ¿qué pasa con esta dichosa alternabilidad? Pasa que se ha vuelto alternancia pero no alternativa, no hay alternativa, todo gira en torno a un centro, o sea en torno a un consenso cuyo mandato oculto es “alternancia si, alternativa no”, y mucha gente en muchas partes se ha dado cuenta, y quienes lo han concientizado tienden a volverse abstencionistas, o votantes sin fe que votan por el “menos malo”, o votantes económicos, esos que pragmáticamente votan calculando, aplican la “economía del voto”, porque saben que la alternabilidad no significa alternativa, pero eventualmente significa oportunidad.

Esa alternabilidad sin alternativa significa eso que antes en Venezuela se resumía con la frase “quítate tu para ponerme yo”, que no es una amenaza al rival, sino un buen consejo, que se dan entre sí los socios de un sistema “conchupante”, el sistema que rige a una sociedad de cómplices, donde todos “chupan”, si se adaptan a eso que llamamos el consenso, por lo tanto, el “centro democrático” es oportunismo puro.

Bueno, ya les di una primera definición “ideológica”, y quizá la única que puede describirse con precisión infalible: el “centro democrático” es la ideología mercantilista que rige a las democracias de consenso donde no debe haber conflicto público, o sea donde no debe haber política sino antipolítica, donde solo debe prevalecer un electoralismo rutinario, que promueve una circulación no de las elites sino de los comensales en torno a la mesa del Estado, porque eso se ve bien, eso es “lo correcto”, porque eso es “políticamente correcto”.

Y aquí les ofrezco esta lápida final: el “centro democrático” es la ideología mercantilista de las democracias políticamente correctas, o sea, de las tiranías de emperador invisible, donde no se elige, se vota… ¡cállate y vota! Como dicen las beatas venezolanas de la vía democrática, institucional, constitucional, o sea, la vía “políticamente correcta” …

Y ese “cállate y vota” es la conversión del elector en votante, es la desactivación política del ciudadano, y su conversión en habitante, o como se dice hoy en día, en consumidor. “Consumidor”, “usuario”, “cliente”… por eso afirmo que el centro democrático es mercantilista, porque se trata de un mercado, el centro político es la ideología de la política eficiente, productiva, la de los gerentes sustituyendo a los políticos, el centro político es un estudio de M-E-R-C-A-D-O.

Bueno, sigamos, me voy a ir primero con los dos conceptos que definen el campo político, izquierda y derecha, que nacen con la revolución francesa donde en un determinado momento en la asamblea nacional, los conservadores, comenzando por el clero y la nobleza, se sentaban a la derecha y los revolucionarios a la izquierda, este es el origen del término, pero interesa más saber que es izquierda y derecha como conceptos políticos, incluso filosóficos.

Y como ya es costumbre, pasemos primero por el Diccionario de la Real Academia Española…

DERECHA: (la acepción 13 es la que nos interesa y dice) Conjunto de principios y normas, expresivos de una idea de justicia y de orden, que regulan las relaciones humanas en toda sociedad y cuya observancia puede ser impuesta de manera coactiva. ¿qué significa de manera coactiva? esto significa que el imperio de la ley se puede imponer mediante el monopolio legítimo de la fuerza, de las fuerzas del orden.

IZQUIERDA: (acepción 11) Conjunto de personas que profesan ideas reformistas o, en general, no conservadoras.

Bueno, estas definiciones desde luego no son satisfactorias, y la definición de izquierda me sorprende un poco porque los izquierdistas no solo profesan ideas reformistas, también profesan ideas revolucionarias, de cambio social por medio de una lucha, de una ruptura, aunque revolución no es un término que le pertenece solamente a la izquierda, que siempre lo ha falsificado, esa asociación debería ser rechazada.

Porque además, una revolución verdadera no implica solamente un cambio en el eje horizontal izquierda-derecha, el eje político, sino también tiene que ver con el eje vertical arriba-abajo, el eje social, el que siempre termina estafado.

¿Y por qué digo esto? porque hoy en día se habla, y cada vez con mayor frecuencia (menos mal) de que no debemos enfocarnos en ese eje político cuyos extremos son derecha-izquierda, porque no se trata de una línea sino de una cruz, donde hay un eje vertical, social, cuyos extremos son arriba-abajo, y ese eje vertical está destinado a cobrar importancia cada vez mayor, incluso mayor que la del eje izquierda-derecha, esto lo veremos con mayor claridad cuando entendamos que las agendas globalistas, pretenden crear una neta distinción entre arriba, entre las elites dirigentes, las elites dominantes del nuevo orden, y los de abajo, las clases medias y trabajadoras y los pobres, o “expobres”, todos cada vez más comprimidos desde el punto de vista socioeconómico.

 Porque en esa compresión, se está incluyendo a los pobres, habrá cada vez menos pobres pero al mismo tiempo cada vez menos clase media, y ese objetivo de superación global de la pobreza, uno de los objetivos de la ONU, cuando lo vemos desde una perspectiva de dominación globalista, no debe ser visto con ingenuidad, porque ese avance se hará comprimiendo a las clases medias y trabajadoras hacia abajo, pobres subiendo y clase media bajando, empobreciéndose, ¡cuidado! mucho cuidado, con esto! Porque la propaganda globalista se cuida mucho de resaltar la superación de la pobreza, pero se cuida también, se cuida muchísimo de no alertar con el mismo énfasis sobre la precarización global de las clases medias, de las clases trabajadoras, y muchos caen en esta trampa donde muchos no ven, que ambos procesos están relacionados.

Por cierto, ¿y qué significa precarización de las clases medias y trabajadoras? Eso significa, sueldos reales cada vez más bajos, el predominio del empleo temporal sobre el fijo, mantener cierta cifra de desempleo como chantaje para aceptar salarios bajos, y el otro chantaje son los inmigrantes porque esos se quedan con los trabajos que nadie quiere, no porque sean indignos, es porque que la paga es indigna.

Y la precarización sobre todo significa, no poder formar hogar y familia, porque la profesión universitaria ya no es garantía de empleo seguro y buen sueldo, los jóvenes no se pueden independizar como antes, quieren tener hijos pero no los tienen, o tienen uno solo porque eso es muy costoso, en términos de dinero y tiempo productivo, además el poder adquisitivo depende de productos hechos en China porque si se fabrican en otra parte serían muy caros, y si un asalariado medio quiere aumentar su consumo solo puede hacerlo recurriendo al crédito, y ni hablar de ahorrar, eso quedo en el olvido, es así como demasiada gente termina viviendo con un salario de subsistencia y endeudados hasta el culo, o comiéndose las prestaciones sociales, y esta situación, toda esta situación ha sido creada por las agendas globalistas de dominación, por este nuevo orden mundial, tengan paciencia… y video a video lo iré explicando.

Desde luego en Venezuela, la precarización ha significado empobrecimiento en grado destructivo y a ritmo vertiginoso de la clase media y trabajadora, y ha ocurrido con mayor violencia y en menos tiempo que en otras partes, pero se trata de un proceso a escala global y que afecta también a los países del primer mundo.

Bueno, disculpen esta excursión fuera del tema, sigamos y vayamos al punto: ¿qué significa ser de derecha o de izquierda? Y me voy a ir por una síntesis que quizás es demasiado pura, y después explicaré que tal pureza en la realidad no se da, comencemos…

Ser de derecha en términos convencionales, históricos, significa ser conservador, en otras palabras, alguien favorable a la conservación de la sociedad tal como es, y como ha sido durante generaciones, por lo tanto es un defensor de la tradición: defiende los principios, las costumbres y las estructuras sociales y de gobierno tradicionales.

Pero hay otro aspecto que se debe recalcar y es que para el “derechista tradicional” las desigualdades en el mundo son inevitables, porque forman parte de un designio superior, providencial o natural, porque siempre habrá personas que de una forma u otra son superiores al resto. Esta descripción que estoy dando es como ya dije la del conservador tradicionalista, eso que algunos llamarían de “ultraderecha”.

Lo que pasa, es que el conservador moderno ya no es un “antiliberal”, porque hubo una época, en donde lo opuesto a ser conservador era ser liberal, eso después cambió, y hoy en día lo opuesto al conservadurismo, o sea, a la derecha, es la izquierda ¿y esto por qué? porque el conservador de hoy en día tiende a ser liberal, por lo menos políticamente liberal, aunque su visión económica no sea necesariamente liberal, por lo tanto, hoy en día declararse como un conservador liberal, eso ya no suena a contradicción, porque se puede ser conservador, pero creer en la movilidad social, en el ascenso social, por mérito y esfuerzo individual, en otras palabras, existen conservadores liberales que aspiran a una sociedad cambiante, no igualitaria pero si con mayor equidad, porque creen en eso de “la igualdad de oportunidades”.

Ahora bien ¿y qué significa ser de izquierda? para el izquierdista, las desigualdades del mundo no son un designio superior, ni son naturales: son el resultado de un sistema injusto e inhumano que debe ser cambiado para lograr la justicia social y la igualdad, por lo tanto se debe cambiar el sistema político y económico y también a toda la sociedad, para corregir esto.

Algunos izquierdistas, los socialistas, creen que esto se puede lograr aplicando un proceso de reforma, estableciendo un pacto social, los comunistas en cambio creen que la única forma de hacerlo es con una revolución, que implica una ruptura inicial, aunque luego y de todos modos se tengan que hacer las cosas en forma gradual, pasando antes por el socialismo para luego llegar al comunismo. Los comunistas no creen en la equidad, creen en la igualdad absoluta, los socialistas en cambio, matizan esto un poco al hablar de “igualdad de oportunidades en igual de condiciones”.

Ahora bien, hay un término, “progresismo”, al cual le ha tocado la mala suerte de ser secuestrado por la izquierda, cuando en realidad, es un término liberal, de liberalismo social, todo el que desea movilidad social, permeabilidad social, posibilidades de ascenso social para todos, es un progresista, pero bueno, hoy en día progresista se asocia con comunista, y esto es algo que lamento mucho.

Bien, como les avisé antes, estas definiciones que acabo de dar de derecha e izquierda son demasiado puristas, si las confrontamos con el espectáculo lamentable de lo que es la política hoy en día, donde tenemos a liberales convertidos en anarquistas individualistas o neoliberales, a conservadores que se abrazan a eso, sin darse cuenta del riesgo que eso implica para la tradición y la civilización, y tenemos a la izquierda de Latinoamérica abrazando al comunismo versátil, y a la izquierda de Europa apoyando al neoliberalismo intrínseco, esencial, de la Unión Europea y sus instituciones, una izquierda que se ha olvidado de la defensa de las clases trabajadoras, y siguiendo al pie de la letra la agenda globalista, se dedica ahora a la defensa de “minorías oprimidas”, todo esto lo explicaré a su debido tiempo.  

Ahora bien, la izquierda como estrategia de propaganda, coloca a todos sus opositores en la derecha, no solo a los conservadores que si son derecha, pero también a los liberales ¡y hasta a los fascistas!, lo cual es un chiste. Hubo una época cuando la izquierda dividía al mundo en revolucionarios y “reaccionarios”, que es una distinción sesuda, intelectual, si la comparamos con la decadencia actual de la izquierda que solo sabe expresarse escupiendo términos como “facha”, “facistoide”, “ultraderecha”, y hay perfectos idiotas liberales como Vargas Llosa ¡que hasta caen en eso! Bueno, esta estrategia la explicaré cuando aborde el tema del populismo, en otro video.

Bueno, ahora que tenemos más o menos claro los conceptos de derecha e izquierda, o sea, la derecha desea mejorar al mundo, la izquierda, desea cambiarlo, en los próximos videos me dedicaré a explicar, las ideologías específicas, las ideologías de izquierda: o sea, socialismo, comunismo y los socialismos nacionalistas, o sea los fascismos, después les hablaré de las ideologías de derecha: conservadurismo, soberanismo, nacionalismo, ultraderecha, y, hablaré también del liberalismo, que en su versión clásica, realmente no se encuentra sobre el eje derecha-izquierda, tampoco es el centro como algunos piensan, o pregonan -ya saben lo que es “el centro”- y también explicaré un poco el anarquismo, que tiene vertientes de izquierda, pero también liberales.

A propósito, ya volveré con los “paseos por el laberinto” no solo para hablar de ovnis, y también con el tema de lo que está pasando en los Estados Unidos, calma, puedo alternar entre videos sobre las agendas globalistas y videos sobre otros temas.

Bien, es todo por hoy, cuídense, y activen su pensamiento, pensar es una forma de cuidarse, si se usa como vía al conocimiento superior, nos veremos pronto, muy pronto.