Amigos visitantes y seguidores de este apartado rincón del
espacio-tiempo cibernético, donde el objetivo principal no es informar, sino
poner a pensar para evitar la atrofia de facultades mentales básicas para la
supervivencia.
Hoy les voy a hablar de lo que es izquierda y derecha, y de
una trampa globalista que muchos no ven, pero antes hay que entender qué es eso
de las ideologías: las ideologías, son conjuntos de ideas que al final forman
un cuerpo, un cuerpo doctrinario, son explicaciones del mundo y a su vez
proponen mejorarlo, o conservarlo, hay algo de religión en toda ideología
porque asume muchas de sus funciones, en las ideologías se cree, y se tiene fe,
son credos porque efectiva y funcionalmente lo son.
Ahora bien a raíz del resbalón que la civilización sufrió, y
que la hizo caer en la bañera de ácido del posmodernismo, o sea, “el vale todo porque
nada vale”, muchos ateos políticos han comenzado a pregonar la buena nueva de
que las ideologías están superadas, que eso de izquierda y derecha ya no tiene
sentido, y cosas por el estilo.
Confieso que en algún momento me sumé a ese coro, y eso
tiene su explicación: estudiaba la sola política, y no me había adentrado en el
fenómeno del poder, y por lo tanto no había comprendido que, sin construcción
ideológica, no puede haber mapa, ni brújula, ni plan de vuelo, entonces descubrí
también que eso es lo que el poder busca precisamente: que no podamos saber
adónde ir y orientarnos, y caer en el engaño de creer, que ideas sueltas aglomeradas
con una buena dosis de pragmatismo, son suficientes para apuntalar y sustentar a
la civilización.
Que un candidato a alcalde de una localidad, tenga ideas
pragmáticas, está bien, pero la civilización no se sostiene de esta forma,
porque la civilización es un universo, es un cosmos, la civilización tiene sus
fundamentos, visibles, tangibles, pragmáticos, pero también tiene sus misterios,
sus arcanos, campos de fuerza que no se pueden medir y describir desde la pura razón,
campos gravitacionales que son el continuum, el pegamento que mantiene entera a
una civilización.
Por lo tanto la ideología como gran visión, como visión de
conjunto, de las partes y el todo, la ideología como visión y como verbo, es
indispensable, que los tiempos actuales exijan una nueva construcción
ideológica, con eso concuerdo plenamente, esto es algo que explicaré en algún
video futuro, donde explicaré que debemos ir sin complejos hacia el poder para
salvarnos, y que ese poder que necesitamos para poder defendernos y no sucumbir
como civilización, requiere tres puntales: una nueva construcción ideológica,
un plan político y un plan de poder.
Plan político y plan de poder, dos cosas distintas, pero
ambos necesitan como sustrato y como horizonte, una vertebración ideológica, y
hasta que no comprendamos esto, estaremos aislados y perdidos: nuestros logros solo
serán provisionales, temporales, venceremos batallas pero no la guerra, y como
lo más probable es que esta debilidad estructural la tengamos que comprender
por las malas, con mayor razón tenemos que prepararnos, porque las
tribulaciones por las cuales pasaremos, tendrán como objetivo nuestra reducción
a seres fracturados, incapacitados de recuperación y evolución, al menos por
mucho tiempo.
Bueno, sigamos, pero antes de pasar al intento de definir
ciertas ideologías, se debe advertir que cuanto más precisa es una definición
ideológica, más alejada de la realidad se pone: si no nos contentamos con una
definición que solo apunta a grandes rasgos, terminamos confundiendo a la
gente, porque no existe realmente aplicación pura de la ideología, solo los
regímenes totalitarios se acercan a esa pureza, y para hacerlo necesitan
convertirse en monstruos inhumanos, un régimen como lo fue el de Pol Pot en
Camboya, es un buen ejemplo, un ejemplo aterrador.
La verdad es que en eso que seguimos llamando el “mundo
libre”, acto de fe cada vez más conmovedor, tenemos Estados democráticos, más o
menos democráticos, donde se alternan gobiernos supuestamente ideológicos, mejor
dicho, menos o menos que menos ideológicos que no pueden, no deben, ceñirse a
una ideología honrada, que no sea un producto mercadológico, y mejor si no
hablan de eso, porque eso es muy posible que los lleve al fracaso, al fracaso político
y electoral.
Para decirlo de otra forma, y voy al grano, hoy en día la fórmula
para obtener éxito político y electoral, se llama “centro”, hay que ser de
centro-izquierda o de centro-derecha ¡pero cuidado con alejarse de ese centro!
porque los bordes de ese centro supuestamente son un precipicio político, un precipicio
electoral.
Además, desde hace años en muchas democracias, no me refiero
a la venezolana, gozamos de algo que se llama “alternancia”, honrando ese
principio sagrado de la “alternabilidad”, que habilita a la oposición para
hacerse con el poder si lo hace bien, perdón, si el gobierno saliente lo hace
mal, porque eso es lo que generalmente pasa, y eso forma parte del juego…
Bien ¿qué pasa con esta dichosa alternabilidad? Pasa que se
ha vuelto alternancia pero no alternativa, no hay alternativa, todo gira en
torno a un centro, o sea en torno a un consenso cuyo mandato oculto es
“alternancia si, alternativa no”, y mucha gente en muchas partes se ha dado
cuenta, y quienes lo han concientizado tienden a volverse abstencionistas, o
votantes sin fe que votan por el “menos malo”, o votantes económicos, esos que pragmáticamente
votan calculando, aplican la “economía del voto”, porque saben que la
alternabilidad no significa alternativa, pero eventualmente significa
oportunidad.
Esa alternabilidad sin alternativa significa eso que antes en
Venezuela se resumía con la frase “quítate tu para ponerme yo”, que no es una
amenaza al rival, sino un buen consejo, que se dan entre sí los socios de un
sistema “conchupante”, el sistema que rige a una sociedad de cómplices, donde
todos “chupan”, si se adaptan a eso que llamamos el consenso, por lo tanto, el
“centro democrático” es oportunismo puro.
Bueno, ya les di una primera definición “ideológica”, y
quizá la única que puede describirse con precisión infalible: el “centro
democrático” es la ideología mercantilista que rige a las democracias de
consenso donde no debe haber conflicto público, o sea donde no debe haber
política sino antipolítica, donde solo debe prevalecer un electoralismo
rutinario, que promueve una circulación no de las elites sino de los comensales
en torno a la mesa del Estado, porque eso se ve bien, eso es “lo correcto”,
porque eso es “políticamente correcto”.
Y aquí les ofrezco esta lápida final: el “centro democrático”
es la ideología mercantilista de las democracias políticamente correctas, o
sea, de las tiranías de emperador invisible, donde no se elige, se vota…
¡cállate y vota! Como dicen las beatas venezolanas de la vía democrática, institucional,
constitucional, o sea, la vía “políticamente correcta” …
Y ese “cállate y vota” es la conversión del elector en
votante, es la desactivación política del ciudadano, y su conversión en
habitante, o como se dice hoy en día, en consumidor. “Consumidor”, “usuario”, “cliente”…
por eso afirmo que el centro democrático es mercantilista, porque se trata de
un mercado, el centro político es la ideología de la política eficiente,
productiva, la de los gerentes sustituyendo a los políticos, el centro político
es un estudio de M-E-R-C-A-D-O.
Bueno, sigamos, me voy a ir primero con los dos conceptos
que definen el campo político, izquierda y derecha, que nacen con la revolución
francesa donde en un determinado momento en la asamblea nacional, los
conservadores, comenzando por el clero y la nobleza, se sentaban a la derecha y
los revolucionarios a la izquierda, este es el origen del término, pero
interesa más saber que es izquierda y derecha como conceptos políticos, incluso
filosóficos.
Y como ya es costumbre, pasemos primero por el Diccionario
de la Real Academia Española…
DERECHA: (la acepción 13 es la que nos interesa y dice) Conjunto
de principios y normas, expresivos de una idea de justicia y de orden, que
regulan las relaciones humanas en toda sociedad y cuya observancia puede ser
impuesta de manera coactiva. ¿qué significa de manera coactiva? esto
significa que el imperio de la ley se puede imponer mediante el monopolio legítimo
de la fuerza, de las fuerzas del orden.
IZQUIERDA: (acepción 11) Conjunto de personas que
profesan ideas reformistas o, en general, no conservadoras.
Bueno, estas definiciones desde luego no son satisfactorias,
y la definición de izquierda me sorprende un poco porque los izquierdistas no
solo profesan ideas reformistas, también profesan ideas revolucionarias, de
cambio social por medio de una lucha, de una ruptura, aunque revolución no es
un término que le pertenece solamente a la izquierda, que siempre lo ha
falsificado, esa asociación debería ser rechazada.
Porque además, una revolución verdadera no implica solamente
un cambio en el eje horizontal izquierda-derecha, el eje político, sino también
tiene que ver con el eje vertical arriba-abajo, el eje social, el que siempre
termina estafado.
¿Y por qué digo esto? porque hoy en día se habla, y cada vez
con mayor frecuencia (menos mal) de que no debemos enfocarnos en ese eje político
cuyos extremos son derecha-izquierda, porque no se trata de una línea sino de
una cruz, donde hay un eje vertical, social, cuyos extremos son arriba-abajo, y
ese eje vertical está destinado a cobrar importancia cada vez mayor, incluso
mayor que la del eje izquierda-derecha, esto lo veremos con mayor claridad
cuando entendamos que las agendas globalistas, pretenden crear una neta
distinción entre arriba, entre las elites dirigentes, las elites dominantes del
nuevo orden, y los de abajo, las clases medias y trabajadoras y los pobres, o “expobres”,
todos cada vez más comprimidos desde el punto de vista socioeconómico.
Porque en esa
compresión, se está incluyendo a los pobres, habrá cada vez menos pobres pero
al mismo tiempo cada vez menos clase media, y ese objetivo de superación global
de la pobreza, uno de los objetivos de la ONU, cuando lo vemos desde una
perspectiva de dominación globalista, no debe ser visto con ingenuidad, porque
ese avance se hará comprimiendo a las clases medias y trabajadoras hacia abajo,
pobres subiendo y clase media bajando, empobreciéndose, ¡cuidado! mucho cuidado,
con esto! Porque la propaganda globalista se cuida mucho de resaltar la
superación de la pobreza, pero se cuida también, se cuida muchísimo de no alertar
con el mismo énfasis sobre la precarización global de las clases medias, de las
clases trabajadoras, y muchos caen en esta trampa donde muchos no ven, que
ambos procesos están relacionados.
Por cierto, ¿y qué significa precarización de las clases
medias y trabajadoras? Eso significa, sueldos reales cada vez más bajos, el
predominio del empleo temporal sobre el fijo, mantener cierta cifra de
desempleo como chantaje para aceptar salarios bajos, y el otro chantaje son los
inmigrantes porque esos se quedan con los trabajos que nadie quiere, no porque
sean indignos, es porque que la paga es indigna.
Y la precarización sobre todo significa, no poder formar
hogar y familia, porque la profesión universitaria ya no es garantía de empleo
seguro y buen sueldo, los jóvenes no se pueden independizar como antes, quieren
tener hijos pero no los tienen, o tienen uno solo porque eso es muy costoso, en
términos de dinero y tiempo productivo, además el poder adquisitivo depende de
productos hechos en China porque si se fabrican en otra parte serían muy caros,
y si un asalariado medio quiere aumentar su consumo solo puede hacerlo recurriendo
al crédito, y ni hablar de ahorrar, eso quedo en el olvido, es así como demasiada
gente termina viviendo con un salario de subsistencia y endeudados hasta el
culo, o comiéndose las prestaciones sociales, y esta situación, toda esta
situación ha sido creada por las agendas globalistas de dominación, por este
nuevo orden mundial, tengan paciencia… y video a video lo iré explicando.
Desde luego en Venezuela, la precarización ha significado
empobrecimiento en grado destructivo y a ritmo vertiginoso de la clase media y
trabajadora, y ha ocurrido con mayor violencia y en menos tiempo que en otras
partes, pero se trata de un proceso a escala global y que afecta también a los
países del primer mundo.
Bueno, disculpen esta excursión fuera del tema, sigamos y
vayamos al punto: ¿qué significa ser de derecha o de izquierda? Y me voy a ir
por una síntesis que quizás es demasiado pura, y después explicaré que tal
pureza en la realidad no se da, comencemos…
Ser de derecha en términos convencionales,
históricos, significa ser conservador, en otras palabras, alguien favorable a
la conservación de la sociedad tal como es, y como ha sido durante generaciones,
por lo tanto es un defensor de la tradición: defiende los principios, las
costumbres y las estructuras sociales y de gobierno tradicionales.
Pero hay otro aspecto que se debe
recalcar y es que para el “derechista tradicional” las desigualdades en el
mundo son inevitables, porque forman parte de un designio superior,
providencial o natural, porque siempre habrá personas que de una forma u otra son
superiores al resto. Esta descripción que estoy dando es como ya dije la del
conservador tradicionalista, eso que algunos llamarían de “ultraderecha”.
Lo que pasa, es que el conservador
moderno ya no es un “antiliberal”, porque hubo una época, en donde lo opuesto a
ser conservador era ser liberal, eso después cambió, y hoy en día lo opuesto al
conservadurismo, o sea, a la derecha, es la izquierda ¿y esto por qué? porque el
conservador de hoy en día tiende a ser liberal, por lo menos políticamente
liberal, aunque su visión económica no sea necesariamente liberal, por lo
tanto, hoy en día declararse como un conservador liberal, eso ya no suena a
contradicción, porque se puede ser conservador, pero creer en la movilidad
social, en el ascenso social, por mérito y esfuerzo individual, en otras
palabras, existen conservadores liberales que aspiran a una sociedad cambiante,
no igualitaria pero si con mayor equidad, porque creen en eso de “la igualdad
de oportunidades”.
Ahora bien ¿y qué significa ser de izquierda? para el
izquierdista, las desigualdades del mundo no son un designio superior, ni son
naturales: son el resultado de un sistema injusto e inhumano que debe ser cambiado
para lograr la justicia social y la igualdad, por lo tanto se debe cambiar el
sistema político y económico y también a toda la sociedad, para corregir esto.
Algunos izquierdistas, los socialistas, creen que esto se
puede lograr aplicando un proceso de reforma, estableciendo un pacto social, los
comunistas en cambio creen que la única forma de hacerlo es con una revolución,
que implica una ruptura inicial, aunque luego y de todos modos se tengan que
hacer las cosas en forma gradual, pasando antes por el socialismo para luego
llegar al comunismo. Los comunistas no creen en la equidad, creen en la
igualdad absoluta, los socialistas en cambio, matizan esto un poco al hablar de
“igualdad de oportunidades en igual de condiciones”.
Ahora bien, hay un término, “progresismo”, al cual le ha
tocado la mala suerte de ser secuestrado por la izquierda, cuando en realidad,
es un término liberal, de liberalismo social, todo el que desea movilidad
social, permeabilidad social, posibilidades de ascenso social para todos, es un
progresista, pero bueno, hoy en día progresista se asocia con comunista, y esto
es algo que lamento mucho.
Bien, como les avisé antes, estas definiciones que acabo de
dar de derecha e izquierda son demasiado puristas, si las confrontamos con el
espectáculo lamentable de lo que es la política hoy en día, donde tenemos a
liberales convertidos en anarquistas individualistas o neoliberales, a
conservadores que se abrazan a eso, sin darse cuenta del riesgo que eso implica
para la tradición y la civilización, y tenemos a la izquierda de Latinoamérica abrazando
al comunismo versátil, y a la izquierda de Europa apoyando al neoliberalismo
intrínseco, esencial, de la Unión Europea y sus instituciones, una izquierda
que se ha olvidado de la defensa de las clases trabajadoras, y siguiendo al pie
de la letra la agenda globalista, se dedica ahora a la defensa de “minorías
oprimidas”, todo esto lo explicaré a su debido tiempo.
Ahora bien, la izquierda como estrategia de propaganda, coloca
a todos sus opositores en la derecha, no solo a los conservadores que si son
derecha, pero también a los liberales ¡y hasta a los fascistas!, lo cual es un
chiste. Hubo una época cuando la izquierda dividía al mundo en revolucionarios
y “reaccionarios”, que es una distinción sesuda, intelectual, si la comparamos
con la decadencia actual de la izquierda que solo sabe expresarse escupiendo
términos como “facha”, “facistoide”, “ultraderecha”, y hay perfectos idiotas
liberales como Vargas Llosa ¡que hasta caen en eso! Bueno, esta estrategia la
explicaré cuando aborde el tema del populismo, en otro video.
Bueno, ahora que tenemos más o menos claro los conceptos de
derecha e izquierda, o sea, la derecha desea mejorar al mundo, la izquierda,
desea cambiarlo, en los próximos videos me dedicaré a explicar, las ideologías
específicas, las ideologías de izquierda: o sea, socialismo, comunismo y los socialismos
nacionalistas, o sea los fascismos, después les hablaré de las ideologías de
derecha: conservadurismo, soberanismo, nacionalismo, ultraderecha, y, hablaré
también del liberalismo, que en su versión clásica, realmente no se encuentra
sobre el eje derecha-izquierda, tampoco es el centro como algunos piensan, o
pregonan -ya saben lo que es “el centro”- y también explicaré un poco el
anarquismo, que tiene vertientes de izquierda, pero también liberales.
A propósito, ya volveré con los “paseos por el laberinto” no
solo para hablar de ovnis, y también con el tema de lo que está pasando en los
Estados Unidos, calma, puedo alternar entre videos sobre las agendas
globalistas y videos sobre otros temas.
Bien, es todo por hoy, cuídense, y activen su pensamiento,
pensar es una forma de cuidarse, si se usa como vía al conocimiento superior,
nos veremos pronto, muy pronto.
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