jueves, 5 de diciembre de 2019

Trump nos abandonó, él nos mintió, no era verdad (La Farsa, episodio 9)



El pasado 2 de diciembre, el Secretario de Estado Mike Pompeo aclaró ante el auditorio de la Universidad de Louisville, en Kentucky, que su país no planea una intervención militar en Venezuela.

“Hemos aprendido por la historia que los riesgos de usar la fuerza militar son significativos, por lo que hemos trabajado para privar a Maduro y a sus compinches de los ingresos del petróleo que deberían ser para el pueblo venezolano”

La reacción de muchos venezolanos no se hizo esperar.

“Trump se hartó, nos abandonó, no habrá intervención”, esto significa que Donald Trump “no es confiable”, no es “amigo”, algunos afirman que “se cansó de nosotros” otros dirán que es un traidor, ahora bien ¿a quién interesa esta situación? Sin duda a los que promovieron en medios y redes sociales la hipótesis de una intervención armada, hay que decir que algunos lo hicieron de buena fe, ingenuamente, movidos por una esperanza legítima, pero otros lo hicieron con una intención siniestra, para frustrar, agotar, romper, moler y así poder volver a amasar, y aquí pueden poner tanto a chavistas como opositores, incluyendo chavistas disfrazados de opositores y viceversa.

Cierto es que la administración Trump con su “todas las opciones están sobre la mesa” se ocupó de ventilar la hipótesis de fuerza para generar presión ¿dónde? en el imaginario colectivo y en los operadores políticos sin duda, pero siempre se trató de retórica, y para llegar a esta conclusión bastaba con estudiar al personaje Donald Trump como tal, su oferta programática, su política exterior, su no dependencia de operaciones de policía internacional o de “operaciones de prestigio”, porque su adhesión electoral no depende de eso.

Bastaba también con estudiar la historia de las intervenciones de EE.UU. en el continente, sobre todo durante la guerra fría, para entender que factores como fuerzas armadas y “son of a bitch” anticomunistas son especies extintas, en fin, bastaba con entender que una intervención armada era forzosamente una operación a gran escala, que no se podía emprender sin cooperación regional y anuencia internacional, y que situaciones delicadas en el vecindario impiden e impedirán por un buen tiempo, que se pueda obtener siquiera algún consenso previo, con o sin TIAR.

¿Vieron lo que está pasando en Colombia? ¿podía el gobierno de Iván Duque comprometerse y desplegarse en una operación semejante sin asegurar antes su retaguardia, comenzando por la misma Bogotá? Sabiendo que el “Estado FARC” no solo es Estado paralelo en Colombia, sino que es también una organización binacional, trinacional, multinacional, sin fronteras, recuerden que el Foro de Sao Paulo tiene como tríada fundadora a Fidel Castro, Luiz Inácio Lula da Silva y las FARC.

¿Podía el gobierno de Jair Bolsonaro armar una expedición punitiva, comprometido como está en una guerra política interna que será sin tregua, donde sus enemigos no descansarán hasta sabotear su obra de gobierno y comprometer la gobernabilidad?

Apenas ahora está iniciando la tarea de construcción de un partido, de una organización, de un ejército político y social para dar la batalla, y todo esto era predecible porque Bolsonaro llega al poder con una amplia base social pero con una plataforma política mínima y endeble, insuficiente para proporcionar “piso”.

¿Acaso no se sabe desde hace un siglo, que a los políticos suramericanos la hipótesis de una intervención armada de los EE.UU. es algo que nunca podrán tragar, mucho menos digerir, que esto sería crear un precedente que ningún latinoamericano socialistoide (80-90% de la clase política) podría admitir?

A no ser que se construyan los lazos y engranajes atemporales de una gran alianza panamericana anticomunista, una historia que de paso es de repetidos fracasos históricos, a la cual se le debe sumar una contracción en las últimas décadas, de la influencia de los EE.UU. en el mismo continente.

¿Investigar y explicar todo esto era demasiado trabajo? de ninguna manera, lo que pasa es que a muy pocos interesa informar y orientar debidamente, con responsabilidad, con respeto. Ningún manipulador o traficante de esperanza echaría a perder una operación mediáticamente rentable, desde influencers en ascenso en las redes sociales hasta medios “mainstream”. Esto fue una fiesta y seguirá siendo una fiesta porque muchos no se rendirán: importa más la reputación que el deber de rectificar y formar.

Esto del “abandono de Trump” es la última de una larga serie de operaciones de manipulación y distracción, promovidas desde un complejo aparato de formación de opinión pública en donde régimen y oposición juegan codo a codo, y la honestidad no es lo que abunda precisamente, aquí les dejo una lista que no pretende ser completa:

1. “Maduro es malo, es el traidor del legado de Chávez, con Chávez no hubiese pasado esto, saquemos a Maduro y todo resuelto”.

Esta estrategia que busca la “re-seducción” en la masa para peronizar la política venezolana hacia diversas modalidades de “chavismo democrático”, ha sido copiosamente tratada por este servidor en varios artículos precedentes.

2. “Guaidó se dejó acorralar por un entorno de malhechores, Guaidó está rodeado, cayó en una trampa, perdió el tren, está caído, lo que pasa es que le presta oído a quien no debe, Guaidó debe alejarse de mengano o zutano, ¡GUAIDÓ DEBE GOBERNAR!”.

Como si Juan Guaidó tuviese algún poder “ejecutivo”, tuviese independencia, tuviese determinación. Guaidó siempre fue un perro pastor, mejor dicho, el perro de un pastor (Leopoldo López) que a su vez es siervo de un señor feudal (Sistema de poder Cisneros), los borregos mareados somos nosotros. Mareados porque Guaidó no nos hizo caso, fue secuestrado y también es traidor, todo a la vez, es el uso del todo y lo contrario de todo para crear disociación, de hecho se trabajó mucho en la opinión pública para crear algo totalmente alejado de la realidad, ahora bien ¿a quién convenía esta permanente confusión de opinión?

3. “En la Asamblea Nacional hay diputados “nuestros” que son corruptos, esto es “algo nunca visto”, mientras no eliminemos la corrupción no se podrá hacer nada, Calderón Berti (el “admirador” de Julio Borges) debería ser candidato presidencial, pero aquí el problema es Maduro, saquémoslo como sea y santo remedio”.

La nueva cruzada mediática contra la corrupción, es como un edificio en llamas, pero el fuego en cada apartamento es culpa de alguien distinto.

Esta alharaca distractiva sobre corrupción opositora (una raya más en una manada de tigres) pueden apostar que no amainará, y no por una conjunción de pulsiones moralistas, se trata de un festín mediáticamente provechoso, muy provechoso...

Faltaría más, resurge la sempiterna discusión sobre como combatir la corrupción, confieso que es difícil sustraerse a ese debate, hacerle seguimiento es comprender muchas cosas, sobre todo acerca de las bases culturales de la corrupción, de como es metabolizada en la sociedad, hasta la tolerancia, hasta la adicción. Se comprende también que muchos posibles remedios, que atañen lo estructural, los comparto, pero también debería comprenderse que este cambio estructural nunca podrá ser “pacífico” ni “desde dentro”, porque se trata de arrasar con todo un ecosistema.

En Australia no existían los mamíferos placentarios, solo marsupiales, existía un lobo marsupial y un tigre marsupial, hasta un tigre dientes de sable marsupial.

Si no se cambia el ecosistema, los nichos ecológicos siempre serán ocupados por los mismos "modelos", una y otra vez.

Pero no, esa no es la solución, la solución es ésta: Humberto Calderón Berti, o alguien “cómo el”, en otras palabras, busquemos “políticos honestos” (no importa que después se muestren sorprendidos y escandalizados al “descubrir” que el fanguito en la suela de sus zapatos de firma, viene de un pantanal que se pierde en el horizonte, no importa, “necesitamos gente así”).

4. Los diálogos, los dichosos diálogos, “los diálogos son para ganar tiempo, no deben ocurrir o deben hacerse de otra forma, deben ser discretos, deben ser públicos, no se puede negociar lo innegociable, los diálogos deben ser sin condiciones”

O sea, diálogo no pero sí, diálogo sí pero no, mientras tanto, no se termina de tomar conciencia del hecho importante: régimen y oposición nunca han cesado de conversar, dialogar, negociar y acordar, dentro y fuera del país, lo vienen haciendo en forma ininterrumpida por lo menos desde el 2005 (aunque cualquier fecha podría valer, porque la relación rentismo-consenso es de naturaleza constituyente y no puede determinar otra cosa que un ambiente de pactos de repartición constantes).

Y lo peor, es que no se trata de una “negociación con secuestradores”, es ENTRE secuestradores: aquí lo que se está negociando es nuestra entrega a unos nuevos secuestradores.

Sin información no hay democracia

La materia prima de la democracia es la información, porque disponer de información de calidad, hecha con honestidad, incluso desde medios ideologizados o partidizados pero con honestidad, es indispensable para poder “escoger”, y es indispensable también para poder “deliberar”.

¿Saben una cosa? desinformar, deformar, emitir información tendenciosa, informar superficialmente, espasmódicamente, circunstancialmente, exponiendo fragmentos pero nunca “the big picture”, sin nunca profundizar sin nunca hilar sin nunca orientar, sin buscar la activación del pensamiento sin buscar la transmisión de conocimiento útil, impidiendo la formación de una “sabiduría”, eso también es corrupción.

Es la cobija.

lunes, 2 de diciembre de 2019

Calderón Berti, una trama tan espesa como el petróleo (La Farsa, episodio 8)



Antes de pasar al tema principal del artículo, me gustaría detenerme por un momento en el asunto de la corrupción opositora: ¿realmente Humberto Calderón Berti es una persona honesta? es posible que lo sea, pero el problema desde hace no menos de 40 años, no es de integridad personal sino de capacidad política para enfrentar no solo la corrupción, sino la destrucción del país.

A los fines de la comprensión de este artículo es importante recordar que Humberto Calderón Berti es esencialmente, un hombre del negocio petrolero, que ha ocupado todas las posiciones políticas e empresariales imaginables: presidente del “Instituto de Tecnología Venezolana para el Petróleo” (INTEVEP), presidente de “Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima” (PDVSA), ministro de Energía y Petróleo, ministro de Relaciones Exteriores, presidente de la “Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Además ha sido un exitoso empresario petrolero, un prestigioso empresario petrolero, ha sido miembro de la junta directiva de varias empresas petroleras internacionales, es un hombre que ha vivido y trabajado en el medio oriente, al cual conoce muy bien, conoce bien a árabes e iraníes, Ahmed Zaki Yamani es su amigo personal, ningún venezolano sabe tanto del negocio, y ha establecido tantos nexos y contactos internacionales de importancia como él.

Es el hombre que cualquier Estado o empresa del mundo quisiera tener como contacto o interlocutor para tratar cualquier asunto relacionado con el negocio más atractivo e importante de Venezuela: el petróleo.

El caso Luis Herrera Campíns

La honestidad intachable de Luis Herrera Campíns (LHC) no es un caso único, pero es un caso ilustrativo que reviste cierta actualidad porque durante su presidencia de 1979 a 1984, Calderón Berti fue su ministro de Energía y Minas, y Ramón Guillermo Aveledo su secretario privado.

Luis Herrera fue una persona “honesta” hasta el final de sus días, y de eso puedo dejar constancia personal, no hace falta que nadie me lo diga, sin embargo, durante su presidencia se puede afirmar, sin lugar a duda, que comenzó un proceso de decadencia que nos llevaría en un corto lapso de 15 años, directamente a las botas de Hugo Chávez.

No hay duda de que todo comenzó con el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, el tsunami de petrodólares le tocó a él, y se podría afirmar que hizo de todo para cambiar al país, solo que el proceso terminó en desfiguración.

Sobre las precisas responsabilidades históricas de estos dos presidentes, CAP y LHC, encontrarán una descripción al final del artículo que se llama “Notas Magnicidas”. [1]

Los hombres honestos de la cuarta

Luis Herrera Campíns, Humberto Calderón Berti, Ramón Guillermo Aveledo, son hombres que uno podría afirmar que son intachables y honestos, por lo menos en cuanto a que no son portadores de marcas o señalamientos materiales de corrupción, en otras palabras, llamarlos “corruptos” sería algo impropio.

Me ha tocado conocer personalmente a varios dirigentes de esa “cuarta república” que según algunos chavistas, coincide con la república democrática civil que tuvimos entre 1959 y 1999, dentro de mis “conocidos” hay personajes sobre todo del partido “Acción Democrática” (AD), y puedo afirmar que la gran mayoría de ellos son honestos, basta ver cómo viven actualmente, y en algunos casos como “sobreviven”, porque en algunos esa tristísima condición de insolvencia económica en la vejez es algo con lo cual deben lidiar, en medio de un olvido que no es solo el de la notoriedad, sino el de antiguos “colegas” y “compañeros”.

¿Se merecen ese fin? algunos dirían que sí, pero no por haber sido corruptos, sino por haber sido inútiles, al no poder evitar la catástrofe cuando el país disponía en forma abundante de todo tipo recursos y energías naturales y humanas para evitar un final semejante, por lo tanto, y como “dirigentes” que fueron, no pueden evadir su responsabilidad, ni sustraerse a un juicio que difícilmente puede ser benévolo.

Calderón Berti además hace mención de un “sectarismo generacional que es inaceptable” y que excluye el aporte de “la experiencia”, y no podría estar más de acuerdo con esto, soy el primero en no atribuirle ninguna virtud especial a la juventud, sobre todo en asuntos de política, poder y Estado, pero aquí la pregunta es ¿cuál experiencia?

Esta pregunta nos la debemos hacer todos y no podemos responder a ella con automatismos, mas aun ante lo que nos tocará enfrentar en el futuro. De la “cuarta república” hay cosas rescatables, muy rescatables, sobre todo de la que llamo la “democracia sobria y virtuosa” de 1959 a 1973, tal como la describo en “El Comienzo del Mal”. No todo fue “corrupción”, “pillaje” y “robo”, las generalizaciones tal como provocaron un profundo daño en el pasado, hasta el punto de llevarnos a celebrar el regreso del “minotauro militar”, también pueden hacer mucho daño en el presente.

Aun así, hay algo que no puedo evitar de pensar, y ante esto pido disculpas, pero las capacidades de muchos “hombres probos” de nuestro pasado político, las veo como una determinación de interés particular de no mancharse en el pantano, y para lograr eso aprendieron a caminar sobre los lomos de los caimanes, pero no creo que esto sea una “virtud”, en todo caso, no creo que sea la virtud que necesitaremos para liberar y reconstruir a la nación.

La guerra de los 40 candidatos, bajos fondos y subsuelo

La guerra de los 40 candidatos ya descrita en artículos anteriores (episodios 4 y 5), comienza a aflorar en forma visible a raíz de la opereta de rebelión militar del 30 de abril, se trata de una guerra entre micro líderes y micro partidos, es un balde de cangrejos, pero debajo del balde hay petróleo.

En disputa están nada más y nada menos que las cuotas de repartición del futuro pacto de consenso y alternabilidad del petroestado rentista, lo cual pasa forzosamente por la definición de las candidaturas presidenciales, en donde ya sabemos cuanta influencia puede ejercer el Estado chavista, y cuando me refiero a ese Estado recuerdo que tiene dos componentes: el componente castrista y el componente castrense.

Con respecto al componente castrense, el 30 de abril nos muestra que Leopoldo López puede salir en libertad y llamar a la rebelión desde una base militar, además y para no dejar dudas, afirma que en su reclusión hogareña se reunió varias veces con militares activos, reuniones que, no les quede la menor duda, quedaron grabadas ¿no será éste el “ajedrez en el jardín” que Cayetana Álvarez de Toledo resaltaba como muestra de la habilidad estadista del hijo de un diputado del Partido Popular al parlamento europeo?

Ahora bien, tomen en cuenta esta clave: Leopoldo López acusado por Calderón Berti de ser el responsable de “nuestros grandes errores”, es un protegido (gracias a la incansable diligencia de su madre) de los Cisneros, del sistema de poder Cisneros (Gustavo, Oswaldo y otros más) que desde hace años ha comenzado a incursionar en el negocio petrolero.

De Julio Borges se pueden afirmar muchas cosas, en su mayoría malas o muy malas, pero no se le puede negar cierta habilidad política, su fuga del país es una de esas tantas fugas permitidas por el régimen en sus inexplicables “descuidos”, que ya suman toda una colección desde los tiempos de Pedro Carmona Estanga. Pero el elemento clave aquí es otro: a Borges lo han acusado de sabotear tramas conspirativas de naturaleza cívico-militar, se le acusa incluso de haber denunciado golpes en marcha, de haber develado militares, esto plantea numerosas interrogantes ¿Borges también develó la trama del 30 del abril? ¿la saboteó? Imposible saberlo, y es posible que por mucho tiempo no se sepa.

Pero de haber algo de cierto en todo esto, de las “dinámicas militares” de López y Borges surge la posibilidad de que existan bandos militares, pero atendiendo a un orden empresarial rentista (un orden mafioso), recuerden que el Estado chavista castrense tiene sus pasdaran, sus accionistas de GAESA-VENEZUELA (CAMIMPEG) [2] a los cuales se le han otorgado concesiones mineras y petroleras, comenzando por la militarización de PDVSA, ese tramado lo expliqué en un artículo anterior. Recuerden que Rafael Ramírez fue destronado sí por una guerra entre mafias, pero también fue destronado por la necesidad de militarizar PDVSA.

La misma PDVSA de la cual y según informaciones aparecidas en medios digitales, el partido AD se ha beneficiado, nada más y nada menos que por vía de la mismísima famiglia Allup-D’Agostino, otro “clan político” interesado en el negocio petrolero, y aquí les ruego que no me salgan con el cacareo tonto de que “el petróleo está perdiendo importancia como negocio, porque el futuro es el de las energías alternativas”, por favor, se los ruego: el petróleo seguirá siendo EL negocio de primer orden en lo económico y en lo geopolítico por muchas décadas más. Además, a los clanes políticos-mafiosos no interesa el largo plazo, interesa el plazo corto-inmediato, además porque aprendieron del Estado chavista que el enriquecimiento puede ser rápido, meteórico. [3]

Una trama tan espesa como el petróleo

Militares y políticos (como representantes no del pueblo sino de otros poderes), no solo se disputan la repartición política del petroestado rentista, sino la repartición del petróleo, directamente. Es un salto cuántico “de calidad” en la definición de los partidos y la dirigencia, dentro del ecosistema de poder venezolano.

Desde luego, que en todo esto del negocio petrolero, hay jugadores internacionales, recuerden que “aquí ya no pintamos nada”, y entre esos jugadores están empresas estadounidenses que siguen el modelo “chevron” de no tener el menor problema ético de cerrar contratos jugosos con Estados paria, pero entre esos jugadores destaca Rusia, recuerden también que la opereta del 30 abril el que la saboteó fue Putin.

La mesa de la unidad petrolera, pudiese tener cuatro patas:

1. Leopoldo López, Guaidó, Cisneros, Petróleo, Militares.

2. Ramos Allup, clan Allup-D’Agostino, AD, Petróleo, ellos también tienen sus militares, de ese sector al parecer se ha ocupado Edgar Zambrano, de eso saben mucho personajes como Diosdado Cabello ¿recuerdan la fugaz aparición de Zambrano el 30 de abril? después lo hicieron preso, ahora lo liberaron.

3. Manuel Rosales, líder máximo del partido “Un Nuevo Tiempo”, ex gobernador de la provincia petrolera del Zulia, ex candidato presidencial, condenado, perseguido, exiliado, devuelto, encarcelado y rehabilitado por el régimen chavista, en una operación acrobática que muchos estómagos delicados aún tratan de digerir. El Doctor Calderón Berti, desde lo alto de sus “60 años de experiencia política”, “no entiende” su presencia dirigiendo la reunión de junta directiva de la empresa Monómeros, a otro perro con ese hueso…

4. ¿Y al grupo de intereses en torno a Julio Borges qué le queda? ¿se va a quedar por fuera del reparto petrolero? Pues el Julio Borges saboteador de golpes militares ¿o golpes petroleros? tiene un gran amigo, lo sabemos porque Calderón Berti, el petrolero Calderón Berti, no ha cesado de resaltar la amistad y el aprecio que le une a Julio Borges, hasta con tuit dedicado y honorable mención en una entrevista reciente.

Todo lo demás, es ruido.

Incluyendo la honestidad gritada al viento.

[1] Notas Magnicidas:

“Las magnitudes económicas de Venezuela en los 30 meses que van de 1973 a 1975 superaron la de los 30 años precedentes. En 30 meses, el producto territorial bruto se duplicó, los ingresos fiscales se triplicaron, las entradas en divisas se cuadruplicaron, y las reservas se quintuplicaron. Y sin embargo, los últimos presupuestos de Pérez en 1977 y 1978 fueron deficitarios, y por primera vez en 40 años, el Banco Central registró déficit en la balanza de pagos…”

“los ingresos de los 5 años del gobierno de Carlos Andrés Pérez de 1974 a 1979 duplicaron los de los 15 años de Betancourt, Leoni y Caldera. Y los ingresos de los 5 años de Luis Herrera de 1979 a 1984 duplicaron los ingresos de Pérez. Pérez y Herrera recibieron en 10 años más ingresos fiscales per cápita que la suma de todo el dinero recibido por los gobiernos venezolanos de 1830 a 1973. Su culpa es proporcional a esto. Ambos presidentes se iniciaron con sobreabundancia fiscal. Ambos concluyeron en déficit, inflación y recesión…”

“Y del desastroso gobierno de Carlos Andrés Pérez se pasó al peor de Luis Herrera Campins. En enero de 1979, el gobierno del Shá de Irán fue derrocado y el barril de petróleo pasó de 12 dólares a 30 dólares. En su discurso inaugural Luis Herrera dijo que había recibido un país “hipotecado”. A los pocos meses denunció la “deuda mil millonaria” que su gobierno había heredado. Cuatro años después, el viernes 18 de febrero de 1983, Venezuela inició una marcha de empobrecimiento constante y progresivo. Poco antes de concluir el periodo no sabía en cuanto se había endeudado.

Fue informado por los Bancos acreedores que los venezolanos teníamos el honor de ser el primer país del mundo en deuda per-cápita pues debíamos más de 32 millardos de dólares. En la década Pérez-Herrera de 1974 a 1984, el fisco venezolano recibió por exportaciones petroleras (sin incluir prestamos) 133.623 millardos de dólares. De ellos 48.416 millardos entraron durante el gobierno de Pérez (36,2%) y 85.207 millardos durante el gobierno de Luis Herrera (63,7%)...”

“HISTORIA VIVA 2002-2003: La rebelión civil, el referéndum revocatorio”
Jorge Olavarría, Alfadil Ediciones, Primera Edición, Caracas, 2003.

[2] PASDARAN: Ejército de los Guardianes de la Revolución Islámica, controlan un tercio de la economía en Irán. GAESA: “Grupo de Administración Empresarial Sociedad Anónima”, el consorcio de empresas militares que domina la economía cubana. CAMIMPEG: “Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas” el equivalente de GAESA en Venezuela.

Que los militares controlen la economía no tiene nada de particular, siempre y cuando el país no sea democrático y esto ocurre en otros países: Egipto, Siria, Tailandia, etc.

[3] Investigación de PanAm Post señala a Ramos Allup y su hijo de vinculación económica con el chavismo: https://www.ntn24.com/america-latina/venezuela/investigacion-de-panam-post-senala-ramos-allup-y-su-hijo-de-vinculacion

sábado, 23 de noviembre de 2019

La nueva teoría foquista de la “Patria Grande”



En Colombia, la guerrilla comunicacional de izquierda amanece difundiendo por las redes sociales una supuesta “teoría del pánico”, para denunciar que fue el gobierno de Iván Duque el que fomentó la violencia y el vandalismo durante el paro nacional.

Un plan policial y civil para desacreditar el proceso de pacificación y la protesta ciudadana, solo falta que digan que la autoría intelectual de este “montaje” sea de Álvaro Uribe.

Lamentablemente, es el exacto contrario, son las izquierdas latinoamericanas coordinadas por el Foro de Sao Paulo, quienes están aplicando la estrategia del caos para desestabilizar gobiernos, en lo que podría definirse como una nueva concepción de la teoría del foquismo en donde ya no se pretende “crear uno, dos, tres Vietnam” como pretendía el Che, sino “uno, dos, tres Chiles”.

Esta nueva teoría foquista al parecer cuenta con una gran ventaja, una enorme ventaja de la cual no pudo disfrutar el Che, se trata de una “condición subjetiva” novedosa: el ejército chileno ya no es el de Pinochet y esto podría estar pasando con otros ejércitos de la región, neutralizados cuando no ideologizados en dirección contraria (también desmoralizados como es el caso de Colombia).

Cuidado, el plan “Patria Grande” del chavismo y del Foro de Sao Paulo podría ser también un plan militar.

“Alerta, Alerta, Alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina”

Fatalmente, uno de los principales colaboradores de esta nueva teoría podría ser la que denomino “la concepción liberal” y su tontismo útil debilitador del Estado, sus instituciones y sus fuerzas del orden, para explicarlo envié unos tuits, respondiendo a uno lanzado por el analista geopolítico colombiano Omar Bula-Escobar:

1. Años noventa, el "fin de la historia" lleva a la desactivación de la estrategia de la tensión como operación anticomunista.

2. Fuerzas armadas y fuerzas del orden, la "concepción liberal" las quiere neutrales, demolición a favor de la izquierda.

3. Crimen organizado y narcotráfico, la “concepción liberal” los combate como si fuesen delincuencia y no sistemas de poder que ya han colonizado sectores del Estado, de la clase política y la sociedad.

4. La “concepción liberal" impulsa un proceso de globalización con plena libertad de circulación del capital, como si todos los poderes económicos del planeta fuesen virtuosos y "apolíticos".

Paradójicamente, nadie se opone al país más "incorrectamente político" del planeta: China.

5. La “concepción liberal” cree que buenos gobiernos que impulsen la macroeconomía son suficientes y crean una nueva cultura.

6. La “concepción liberal” cree que los índices macroeconómicos son índices de bienestar y satisfacción que alivian tensiones sociales.

7. La “concepción liberal” cree en "educación sin doctrina", la laicidad de las instituciones, democracia sin hegemonía cultural.

8. “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo” esto, sin hegemonía cultural, es una declaración suicida.

9. La “concepción liberal” cree que los Estados despojados de poder e injerencia son “Estados fuertes”, cree que la razón de Estado debe ser “excepcional”.

La izquierda aplaude a rabiar que la conquista se la pongan tan fácil.

10. Pero lo peor todo es que la “concepción liberal” demoniza el conflicto, cree que se puede combatir al mal sin guerra, "desarmando mentes y corazones", es la criadora de los corderos destinados a la degollina.

11. Ojalá que los Estados volviesen a ser capaces de crear caos para hacerle la guerra al mal, lamentablemente, creyendo derrotado al comunismo, se entregaron a “la paz”, “la prosperidad”, “la felicidad”, al "fin de la historia", o sea, a la molicie.

Una vez más, aprenderemos por las malas.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

Iván Duque: ¿cuánto durará?



El 10 de agosto del año pasado publiqué en este blog un trabajo especial sobre Colombia titulado “Duque frente al destino”, lamentablemente, muchas de las advertencias hechas en aquella ocasión han recibido una dramática confirmación de actualidad.

Comienzo por advertir que desde el primer momento Iván Duque nunca me gustó, siempre me ha parecido un gelatinoso socialista globalista disfrazado de liberal, un “perfil” confirmado por su admiración por Barack Obama, George Soros y sobre todo por el Papa Francisco, sin embargo, me impuse darle un año de chance para desmentirme, porque las dificultades y los retos que tenía que enfrentar eran enormes.

También por eso guardé cierto silencio hasta hace poco, silencio que rompí hace unos días al llamarlo el “presidente invertebrado”, en el fondo, una gentileza que lo disculpa, pero como dicen en mi tierra “ya está bueno ya”: ha llegado la hora de las definiciones y la campanada en el reloj la estará dando el paro general nacional convocado para mañana.

Mas allá de las protestas legítimas de ciertos sectores, y de las intenciones sediciosas del Foro de Sao Paulo, siempre listo y preparado para infiltrar y desviar cualquier manifestación de descontento social (no lo duden ni por un segundo), se trata de un paro que fue publicitado y anunciado con anticipación, por lo tanto el objetivo de esta operación podría no ser el de activar de inmediato una insurrección directa y frontal, pero si la de comenzar a instaurar un clima de caos constante para desestabilizar gradualmente al gobierno, y debilitarlo hasta lograr su contracción irreversible hasta un punto de crisis.

Por cierto, la Conferencia Episcopal de Colombia apoya el paro, esto en un país como Colombia pinta muy mal, y ya no se puede seguir escondiendo que la iglesia católica (también la protestante no así la ortodoxa) en todas partes ha emprendido una deriva indetenible hacia el globalismo (agenda norte, “países burgueses”) y el comunismo versátil (agenda sur, “países proletarios”) ¡Pobre Marx que decía que “la religión es el opio de los pueblos”!

Para justificar el paro desde lo económico, se le acusa a Duque de querer aplicar medidas neoliberales, lo cual está bastante lejos de la realidad, porque nada de lo que conforma el supuesto “Paquetazo de Duque” ha sido aplicado, ni siquiera ha sido formalmente presentado y mucho menos publicado, pero contra esta campaña de rumores, contra esta matriz sembrada en diversos sectores socialmente álgidos, donde cada uno tiene su “agenda”, de nada han servido los reiterados desmentidos de Duque y su equipo de gobierno, ni podría servir a estas alturas, si el gobierno persiste en dejarse acorralar.

En el artículo mencionado al comienzo, se hacia la advertencia sobre la guerra que le harían a Duque “o sí o sí”, sin importar nada de lo que haga, en una dirección u otra, lo haga bien, lo haga mal, si hace mucho o hace poco.

En realidad lo que ha terminado por acorralar a Duque ha sido el gran plan de dominación nacional en la “narcopaz”, todo un plan de poder que ha logrado avanzar sin mayores contratiempos y que él no ha querido enfrentar, a pesar de la claridad y coherencia de Álvaro Uribe, de gran parte de su partido “Centro Democrático”, de otras agrupaciones políticas y sociales, y hasta de su base popular (que sigue siendo la misma del “NO” en el plebiscito contra los acuerdos de paz).

En la búsqueda de un por qué para esta situación que ya se está convirtiendo en muy preocupante, se podría acumular una colección de “buenas explicaciones”, que para este servidor de todos modos están todas relacionadas con el ADN de Duque, que huele demasiado a globalismo por dónde se lo vea, comenzando por la misma conformación de su equipo de gobierno, y la distancia que ha tomado de su partido y de Uribe, buscando consensos donde se le advirtió que nunca los conseguiría.

Es la evasión sospechosa del conflicto en contra del más elemental sentido común político, en contra del plan de la “narcopaz”, contra el cual Duque ha debido oponer desde el principio un plan nacional de guerra definitiva al cultivo de coca y al narcotráfico, la base material de los males colombianos, invitando y comprometiendo al partido FARC en su adhesión, hasta obligarlo a la definición y a la toma de una posición inequívoca, esto de entrada habría aclarado todas las posiciones políticas restantes y de la sociedad civil. Mientras esto no se haga, y se superen engaños y autoengaños, Colombia nunca será una nación libre y democrática.

Es muy probable que ciertos factores impidieran todo esto, comenzando por los factores Fuerzas Armadas y colaboración internacional, fuertemente averiados y distorsionados por Juan Manuel Santos, a los cuales debería sumarse el avance de la narconación como sociedad de cómplices en numerosos estamentos, un avance transversal y vertical, pero no mayoritario. Sin embargo, considero que esta evasión sospechosa obedece por igual a la naturaleza del personaje Iván Duque y a la posibilidad de su dependencia de la agenda globalista decidiendo su discurso, y sus equipos y programas de gobierno. Si se pudiese llegar al fondo de este asunto, despejando velos y capas de alteración de la lucidez, nada de raro tendría que descubramos que la indefinición solo sea conductual, pero que sea todo lo contrario en todo lo demás.

Duque se ha dedicado con torpeza (también sospechosa) a crear “un nuevo centro despolarizado”, un etéreo “duquísmo” de consenso ampliado que cuesta entender cuál sea su propósito, porque la confrontación en la sociedad no es bipolar entre bloques históricos (mucho menos después del retroceso que experimentan los partidos tradicionales, ratificado en las pasadas elecciones regionales) sino entre varios frentes, varias agendas, varios enjambres, en donde a los que son de izquierda les bastaría ponerse de acuerdo en un solo aspecto: sabotear al gobierno.

Hay una nada sutil diferencia que muchas veces no se percibe entre polarización y radicalización, en la polarización generalmente hay dos mitades, dos credos, dos cosmogonías, hay dos “identidades” donde los extremismos son visibles y pueden quedar confinados, en la radicalización se puede formar una plataforma común con grados de libertad donde hay muchos grupos, muchos intereses, una heterogeneidad donde los extremismos pueden actuar o infiltrarse con soltura, pasa en Chile, pasa en España, podría pasar a partir del paro en Colombia.

De hecho, esto ha permitido que la agenda comunicacional común asociada a los factores que convocan al paro haya tomado la delantera, y sea la que determine y comande el discurso, la discusión, la polémica en la opinión pública. El gobierno de Duque ha debido darle una ojeada a lo que hace Donald Trump en su patio, sin jamás desconectarse de su base electoral, más bien energizándola, pero sabemos que estos son el perfecto opuesto, por muchas razones. En cambio, Duque reactivamente pretende desactivar la ofensiva por partes, como si tuviese ese piso político al que él mismo renunció al pretender “flotar” sobre las partes.

Su caída en la popularidad sin duda se debe a decepción entre sus votantes, su base popular, que no perdonan sus muestras de debilidad, de impotencia, aumentando la incertidumbre, la impunidad, y que no haya fortalecido y consolidado la coalición de fuerzas políticas y sociales que lo eligieron, más bien la ha diluído, en otras palabras, estamos ante un proceso creciente de deslegitimación, porque la primera, la imperativa señal que debía dar, era la de una evolución triunfal de candidato a estadista para encabezar la liberación de Colombia del flagelo del narcotráfico, y sus derivados inevitables: narcoterrorismo, narcoélites, narcosociedad, narcopoderes y narconación, hoy en día, Iván Duque es líder ¿de qué? ¿de quién?

En vez de atacar, ahora debe defenderse, ¿triste comienzo o triste final?

A Duque, un presidente cuya falta de firmeza, claridad y acción ha comenzado a rozar el campo de lo siniestro, lo han ido acorralando y podrían empantanarlo fácilmente. Con “el bombardeo a los niños” le terminaron de atar las manos a un ejército desmoralizado desde hace años, con lo de Santrich padeció en carne propia la existencia de una ley al margen del Estado, al margen de la constitución, que crea intocables: la “Jurisdicción Especial para la Paz” (JEP) de hecho es un suprapoder que responde a un Estado paralelo, perfectamente capaz de atentar contra “el otro Estado”, y esto lo ha venido haciendo sin miramientos, al crear una situación que afecta directamente su seguridad y el orden interno, amenazado además por el fenómeno creciente de las “disidencias”.

A esto súmenle el obstruccionismo del congreso, un sistema judicial hace rato gangrenado, enemigo de la nación (pregúntenle a Uribe) y la ofensiva mediática internacional del globalismo progresista y el comunismo versátil.

Y ahora la escalada podría enfilar contra el orden público, la paz ciudadana, alimentada por una baja en la popularidad que no ha cesado de caer, y estamos apenas en el primer año.

Sin apoyo popular, ajeno a su partido, sin ninguna simpatía por parte de la Fuerza Armada, con la iglesia católica en la orilla opuesta y asediado por el Foro de Sao Paulo ¿cuánto podrá durar?

Pronto vamos a llegar a un punto, en donde al beneficio de la duda se le deberá negar su renovación: estamos ante un inepto de marca mayor, o ante un “Santos II”.

Santos por lo menos duró ocho años.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

España: a Frankenstein lo construyeron hace años



Lamentablemente, lo único que podrá “desbloquear” a España es el caos, y los que mejor se preparen no para impedirlo sino para enfrentarlo, son los únicos que podrían formar parte de la solución.

Tocará aprender por las malas.

De llegar a darse el “gobierno de gran coalición” PSOE-PP, este sería un gobierno Zapatero-Rajoy ¿acaso Sánchez y Casado son distintos? Además no se trata de la dirigencia, estos partidos son estructuras fundamentales de un sistema decadente, y ambos no han hecho nada para interrumpir la autopista al caos en los últimos 15 años, todo lo contrario, han acelerado su pavimentación.

Súmenle a esto que la “gran coalición” debería enfrentar una más que probable crisis económica, vaya receta para un incendio perfecto, en una pradera en la que ninguno de los dos jamás se atrevió a apagar el auge de los nacionalismos y la cuestión separatista.

Realmente, si se quisieran hacer bien las cosas, lo único procedente sería un gobierno de “concentración nacional”, pero esto no asoma ni asomará por ninguna parte, también porque algo así solo podría derivar de un imposible: un golpe con apoyo militar. [1]

La verdad es que “la apuesta” a Pedro Sánchez le salió mal porque se debilitó frente a cualquier hipótesis de coalición, pero no todo le salió mal: la subida de VOX lo favorece en su juego chantajista.

En los próximos días asistiremos a un torneo de extorsiones cruzadas y cálculos particulares, y todos usarán a VOX como “el coco”, será el coco común. Como de todos modos cualquier gobierno que se forme estará enfilando hacia el caos, ya saben que es lo que debería hacer VOX: tomar distancia y prepararse. [2]

El “Gobierno Frankenstein”, gobierno de Frente Popular entre PSOE, PODEMOS, nacionalistas y separatistas, sin duda alguna promoverá el caos, lo necesitan, y alguien se preguntará ¿qué ganaría el PSOE con todo esto? Y aquí la única respuesta real pasa por otra pregunta: ¿qué es el PSOE? y para responderla habría que proporcionar varias claves: 11M, “Alianza de Civilizaciones”, Ley de Memoria Histórica, la demolición de la educación superior, la empresa de propaganda en los medios, la alcahuetería política y económica hacia nacionalistas, separatistas y el golpismo catalán, la sentencia farsa del Supremo hacia ese golpismo, lo que ha protagonizado Zapatero en Venezuela, la exhumación de Franco, el Rey en Cuba ¿sigo?

¿Y quién fue el “cómplice necesario” en todo momento? el PP, y con Mariano Rajoy se llegó a un punto donde se podría hablar de coautoría material, y como en el PP no ha pasado nada semejante a un exorcismo ni a una purga, ya saben a qué nos debemos atener. La pretendida “cobardía” de Rajoy fue complicidad, flagrante, y no es de Rajoy, es la de todo el partido, comprobada después de su caída.

En estos momentos, si sobre algún partido pesa “el coco de VOX” es sobre el PP, la defunción de CIUDADANOS es un aviso ¿para dónde podría coger el PP? pues "la cabra cogerá" para el sistema, para el establishment, proponiendo sin la menor (buena) fe, un teatro de reforma desde adentro, esto ya es fatalidad: el destino del PP quedó sellado desde el 11M, al contribuir a su encubrimiento.

En un artículo anterior, he afirmado que el verdadero chavismo español, es el del PSOE, PODEMOS es chavismo bolivariano, en realidad, el PSOE se encuentra perfectamente alineado con esa agenda globalista de la cual George Soros es una cabeza visible. PODEMOS en cambio milita en la agenda del comunismo versátil, basada en adaptaciones locales del modo chino de doble sistema, que busca la dominación de Latinoamérica. Estas dos agendas tienen sus puntos comunes pero también sus divergencias fuertes a partir de sus financistas, ese es el “insomnio” de Pedro Sánchez.

Llegado a este punto ¿qué le hace pensar a algunos que un gobierno PSOE-PP sería de “estabilización”? si por alguna razón se les ocurriera arremeter de verdad contra el separatismo ¿cómo terminaría todo? pues terminaría en un conflicto de proporciones nacionales, y aquí lo ingenuo seria pensar que PODEMOS, nacionalistas y separatas no se han preparado para esta eventualidad, que incluso hasta podrían estar aguardando que esto pase, cuidado y todas las actitudes dilatorias y ambiguas, algunas en apariencia inexplicables, pasan por esto, en otras palabras, aquí no cabe más especular sobre extorsiones y negociaciones, sino la constatación de un hecho: el verdadero “Frankenstein” ya fue construido, hace años.

[1] La reacción de estupor y mofa que he detectado siempre que expongo la imposible hipótesis militar, de todos modos me indica hasta qué grado se ha perdido toda perspectiva, la perenne debilidad civil y su desorden disolvente, que en Latinoamérica es la base de todos los minotauros militares, en España ha avanzado un largo trecho y no se trata solo de carencias en su “sociedad civil”, porque al deplorable estado actual de España, cultural e institucional, ha contribuido enormemente la iglesia, la alcahueta máxima, la cómplice máxima.

[2] Lo siento, es tarde para un gobierno “constitucionalista”, y no porque sea imposible, sino por falta de partidos “aptos”. En un artículo anterior, previo a las elecciones, lancé esta pregunta: ¿Se puede cambiar al sistema desde adentro?, pregunta que dirigí específicamente a VOX. La verdad es que no hay remedio porque parafraseando a Gabriel Albiac, “en España la corrupción es lo constituyente”.

Anexo:

Ayer, ante el acuerdo de gobierno entre PSOE y PODEMOS sentí la urgencia de tratar de explicar qué es el PARTIDO COMUNISTA PODEMOS, en unos pocos tuits. PODEMOS no es un partido como los demás, no es una corporación de la oligarquía, no es un partido “del sistema”, es un partido cuyo objetivo es la destrucción de España como nación.

1. El proyecto de Pablo Iglesias, consiste en la construcción de un partido leninista de combate, estaliniano en su vértice debidamente purgado, pero gramscianamente abierto a alianzas con el resto de la izquierda.

2. Podemos no es un proyecto a corto plazo, apuesta a un colapso que en lo cultural ha recorrido buen trecho, y a la decadencia irreversible de todas las instituciones.

Pero, la torpeza fisiológica de Pedro Sánchez y la comatosidad rajoycista del PP, lo han acelerado.

3. Podemos apuesta al caos, porque lo tiene incorporado como condición objetiva máximamente favorable, en su plan de poder y en su arquitectura antifrágil.

¿Una crisis económica? eso no le asusta, todo lo contrario, trabajará para acelerarla.

4. La permanente subestimación de Pablo Iglesias, acompañada de mofa y burla hacia su persona, es algo que le beneficia.

Una vez más, se comete el error de no estudiar al enemigo. Ellos en cambio lo hacen con nosotros, y lo hacen seriamente. No improvisan nunca.

5. Y hablando de subestimación y burla, eso es lo que ha tenido que aguantar la investigadora Aura Palermo (@APIntegra) cuando señala desde hace años, que España forma parte integral de la misma agenda de comunismo versátil que actúa en Latinoamérica.

Una vez más, "expertos" y "analisiados" nos impiden entender.

6. Frente a esto, nos encontramos con una derecha que no logra superar sus falsas y tontas contradicciones, donde tenemos a conservadores que apuestan demasiado a suertes populistas, y liberales que en su tontismo útil e infantilmente sectario, los combaten.

lunes, 11 de noviembre de 2019

Oda al golpe de Estado en Bolivia



ADVERTENCIA: la intención de este artículo no es analizar lo que pasó en Bolivia (choque de agendas globalistas) sino defender la institución del golpe de Estado, contra el totalitarismo de la corrección política.
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Las plañideras de la progresía internacional denuncian que en Bolivia ocurrió un “golpe de Estado”.

Ajá, fue un golpe de Estado, ¡¿Y?!

Un golpe de Estado a partir de un fraude electoral, por lo tanto un golpe PERFECTAMENTE LEGITIMO.

Todo golpe que restituya la ley y el orden, la virtud y el honor es un golpe legítimo, y ni siquiera hace falta que sea “constitucional”, el derecho a la rebelión es un derecho natural.

Un derecho natural, como el derecho a la resistencia y el derecho de acato, derechos que no hace falta que los consagre ninguna constitución precisamente porque son NATURALES.

Aunque en la Constitución Militarista de Venezuela de 1999, están presentes en los artículos 333 y 350 (que estén puestos allí para justificar la naturaleza golpista del poder chavista es otro asunto, asunto que bien se podría titular ¿hay golpes “malos” y golpes “buenos”?, una discusión para adultos).

El golpe contra Evo Morales, no solo fue un “golpe bueno”, fue un golpe IMPECABLE, que debe ser defendido, glorificado, y debe quedar como un PRECEDENTE, no desperdiciemos esta oportunidad.

Parafraseando al himno nacional, “Seguid el ejemplo que Bolivia dio”.

ANEXO

Hace un tiempo me dediqué a investigar los derechos naturales, inspirado por unos artículos de Jorge Olavarría del año 2002, me interesaba contar con definiciones que fuesen lo más completas, las que obtuve al final deberían clasificarse como “Olavarrianas”, porque él fue el que hizo el grueso del trabajo (espero que no se ofenda desde el más allá). Lamentablemente, su muerte prematura me impidió contactarlo para que las revisara, de todos modos aquí las tienen.

EL DERECHO A LA RESISTENCIA

El derecho a la resistencia es el derecho natural e imprescriptible del hombre de oponerse a la opresión, y puede invocarse por parte de individuos y colectivos para combatir el despotismo y restaurar la legitimidad, combatir la arbitrariedad, preservar o recuperar derechos anulados o afectados por acciones u omisiones del poder público, demandar el reconocimiento de nuevos derechos y para generar rebelión en caso de necesidad.

EL DERECHO DE ACATO

“Se acata pero no se cumple…” es el derecho a reconocer la autoridad y su mando pero a no obedecer y aplicar sus órdenes, disposiciones y leyes, cuando estas no se ajustan a la constitución, al derecho o a las circunstancias imperantes. Su función principal hoy en día es la de impedir que excesos o deformaciones en el ejercicio de gobierno, puedan justificarse alegando la institución de la obediencia debida (u obediencia jerárquica).

EL DERECHO SUPREMO A LA REBELIÓN

“El derecho a la rebelión, lo mismo que el derecho a la legítima defensa, surge cuando un cúmulo de hechos graves, plenamente comprobados, conforman un estado de necesidad de inminente y extrema peligrosidad para la preservación de la libertad, la vida y los bienes de todos los ciudadanos, que quedan en total indefensión por cuanto los hechos y las agresiones provienen del Estado que debe ampararlos…”

(Interpretación del derecho a la rebelión, según John Locke).

Constitución Militarista de Venezuela de 1999:

Artículo 333:
“Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia”.

Artículo 350:
“El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad, que contraríe los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe los derechos humanos”.