sábado, 23 de noviembre de 2019

La nueva teoría foquista de la “Patria Grande”



En Colombia, la guerrilla comunicacional de izquierda amanece difundiendo por las redes sociales una supuesta “teoría del pánico”, para denunciar que fue el gobierno de Iván Duque el que fomentó la violencia y el vandalismo durante el paro nacional.

Un plan policial y civil para desacreditar el proceso de pacificación y la protesta ciudadana, solo falta que digan que la autoría intelectual de este “montaje” sea de Álvaro Uribe.

Lamentablemente, es el exacto contrario, son las izquierdas latinoamericanas coordinadas por el Foro de Sao Paulo, quienes están aplicando la estrategia del caos para desestabilizar gobiernos, en lo que podría definirse como una nueva concepción de la teoría del foquismo en donde ya no se pretende “crear uno, dos, tres Vietnam” como pretendía el Che, sino “uno, dos, tres Chiles”.

Esta nueva teoría foquista al parecer cuenta con una gran ventaja, una enorme ventaja de la cual no pudo disfrutar el Che, se trata de una “condición subjetiva” novedosa: el ejército chileno ya no es el de Pinochet y esto podría estar pasando con otros ejércitos de la región, neutralizados cuando no ideologizados en dirección contraria (también desmoralizados como es el caso de Colombia).

Cuidado, el plan “Patria Grande” del chavismo y del Foro de Sao Paulo podría ser también un plan militar.

“Alerta, Alerta, Alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina”

Fatalmente, uno de los principales colaboradores de esta nueva teoría podría ser la que denomino “la concepción liberal” y su tontismo útil debilitador del Estado, sus instituciones y sus fuerzas del orden, para explicarlo envié unos tuits, respondiendo a uno lanzado por el analista geopolítico colombiano Omar Bula-Escobar:

1. Años noventa, el "fin de la historia" lleva a la desactivación de la estrategia de la tensión como operación anticomunista.

2. Fuerzas armadas y fuerzas del orden, la "concepción liberal" las quiere neutrales, demolición a favor de la izquierda.

3. Crimen organizado y narcotráfico, la “concepción liberal” los combate como si fuesen delincuencia y no sistemas de poder que ya han colonizado sectores del Estado, de la clase política y la sociedad.

4. La “concepción liberal" impulsa un proceso de globalización con plena libertad de circulación del capital, como si todos los poderes económicos del planeta fuesen virtuosos y "apolíticos".

Paradójicamente, nadie se opone al país más "incorrectamente político" del planeta: China.

5. La “concepción liberal” cree que buenos gobiernos que impulsen la macroeconomía son suficientes y crean una nueva cultura.

6. La “concepción liberal” cree que los índices macroeconómicos son índices de bienestar y satisfacción que alivian tensiones sociales.

7. La “concepción liberal” cree en "educación sin doctrina", la laicidad de las instituciones, democracia sin hegemonía cultural.

8. “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo” esto, sin hegemonía cultural, es una declaración suicida.

9. La “concepción liberal” cree que los Estados despojados de poder e injerencia son “Estados fuertes”, cree que la razón de Estado debe ser “excepcional”.

La izquierda aplaude a rabiar que la conquista se la pongan tan fácil.

10. Pero lo peor todo es que la “concepción liberal” demoniza el conflicto, cree que se puede combatir al mal sin guerra, "desarmando mentes y corazones", es la criadora de los corderos destinados a la degollina.

11. Ojalá que los Estados volviesen a ser capaces de crear caos para hacerle la guerra al mal, lamentablemente, creyendo derrotado al comunismo, se entregaron a “la paz”, “la prosperidad”, “la felicidad”, al "fin de la historia", o sea, a la molicie.

Una vez más, aprenderemos por las malas.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

Iván Duque: ¿cuánto durará?



El 10 de agosto del año pasado publiqué en este blog un trabajo especial sobre Colombia titulado “Duque frente al destino”, lamentablemente, muchas de las advertencias hechas en aquella ocasión han recibido una dramática confirmación de actualidad.

Comienzo por advertir que desde el primer momento Iván Duque nunca me gustó, siempre me ha parecido un gelatinoso socialista globalista disfrazado de liberal, un “perfil” confirmado por su admiración por Barack Obama, George Soros y sobre todo por el Papa Francisco, sin embargo, me impuse darle un año de chance para desmentirme, porque las dificultades y los retos que tenía que enfrentar eran enormes.

También por eso guardé cierto silencio hasta hace poco, silencio que rompí hace unos días al llamarlo el “presidente invertebrado”, en el fondo, una gentileza que lo disculpa, pero como dicen en mi tierra “ya está bueno ya”: ha llegado la hora de las definiciones y la campanada en el reloj la estará dando el paro general nacional convocado para mañana.

Mas allá de las protestas legítimas de ciertos sectores, y de las intenciones sediciosas del Foro de Sao Paulo, siempre listo y preparado para infiltrar y desviar cualquier manifestación de descontento social (no lo duden ni por un segundo), se trata de un paro que fue publicitado y anunciado con anticipación, por lo tanto el objetivo de esta operación podría no ser el de activar de inmediato una insurrección directa y frontal, pero si la de comenzar a instaurar un clima de caos constante para desestabilizar gradualmente al gobierno, y debilitarlo hasta lograr su contracción irreversible hasta un punto de crisis.

Por cierto, la Conferencia Episcopal de Colombia apoya el paro, esto en un país como Colombia pinta muy mal, y ya no se puede seguir escondiendo que la iglesia católica (también la protestante no así la ortodoxa) en todas partes ha emprendido una deriva indetenible hacia el globalismo (agenda norte, “países burgueses”) y el comunismo versátil (agenda sur, “países proletarios”) ¡Pobre Marx que decía que “la religión es el opio de los pueblos”!

Para justificar el paro desde lo económico, se le acusa a Duque de querer aplicar medidas neoliberales, lo cual está bastante lejos de la realidad, porque nada de lo que conforma el supuesto “Paquetazo de Duque” ha sido aplicado, ni siquiera ha sido formalmente presentado y mucho menos publicado, pero contra esta campaña de rumores, contra esta matriz sembrada en diversos sectores socialmente álgidos, donde cada uno tiene su “agenda”, de nada han servido los reiterados desmentidos de Duque y su equipo de gobierno, ni podría servir a estas alturas, si el gobierno persiste en dejarse acorralar.

En el artículo mencionado al comienzo, se hacia la advertencia sobre la guerra que le harían a Duque “o sí o sí”, sin importar nada de lo que haga, en una dirección u otra, lo haga bien, lo haga mal, si hace mucho o hace poco.

En realidad lo que ha terminado por acorralar a Duque ha sido el gran plan de dominación nacional en la “narcopaz”, todo un plan de poder que ha logrado avanzar sin mayores contratiempos y que él no ha querido enfrentar, a pesar de la claridad y coherencia de Álvaro Uribe, de gran parte de su partido “Centro Democrático”, de otras agrupaciones políticas y sociales, y hasta de su base popular (que sigue siendo la misma del “NO” en el plebiscito contra los acuerdos de paz).

En la búsqueda de un por qué para esta situación que ya se está convirtiendo en muy preocupante, se podría acumular una colección de “buenas explicaciones”, que para este servidor de todos modos están todas relacionadas con el ADN de Duque, que huele demasiado a globalismo por dónde se lo vea, comenzando por la misma conformación de su equipo de gobierno, y la distancia que ha tomado de su partido y de Uribe, buscando consensos donde se le advirtió que nunca los conseguiría.

Es la evasión sospechosa del conflicto en contra del más elemental sentido común político, en contra del plan de la “narcopaz”, contra el cual Duque ha debido oponer desde el principio un plan nacional de guerra definitiva al cultivo de coca y al narcotráfico, la base material de los males colombianos, invitando y comprometiendo al partido FARC en su adhesión, hasta obligarlo a la definición y a la toma de una posición inequívoca, esto de entrada habría aclarado todas las posiciones políticas restantes y de la sociedad civil. Mientras esto no se haga, y se superen engaños y autoengaños, Colombia nunca será una nación libre y democrática.

Es muy probable que ciertos factores impidieran todo esto, comenzando por los factores Fuerzas Armadas y colaboración internacional, fuertemente averiados y distorsionados por Juan Manuel Santos, a los cuales debería sumarse el avance de la narconación como sociedad de cómplices en numerosos estamentos, un avance transversal y vertical, pero no mayoritario. Sin embargo, considero que esta evasión sospechosa obedece por igual a la naturaleza del personaje Iván Duque y a la posibilidad de su dependencia de la agenda globalista decidiendo su discurso, y sus equipos y programas de gobierno. Si se pudiese llegar al fondo de este asunto, despejando velos y capas de alteración de la lucidez, nada de raro tendría que descubramos que la indefinición solo sea conductual, pero que sea todo lo contrario en todo lo demás.

Duque se ha dedicado con torpeza (también sospechosa) a crear “un nuevo centro despolarizado”, un etéreo “duquísmo” de consenso ampliado que cuesta entender cuál sea su propósito, porque la confrontación en la sociedad no es bipolar entre bloques históricos (mucho menos después del retroceso que experimentan los partidos tradicionales, ratificado en las pasadas elecciones regionales) sino entre varios frentes, varias agendas, varios enjambres, en donde a los que son de izquierda les bastaría ponerse de acuerdo en un solo aspecto: sabotear al gobierno.

Hay una nada sutil diferencia que muchas veces no se percibe entre polarización y radicalización, en la polarización generalmente hay dos mitades, dos credos, dos cosmogonías, hay dos “identidades” donde los extremismos son visibles y pueden quedar confinados, en la radicalización se puede formar una plataforma común con grados de libertad donde hay muchos grupos, muchos intereses, una heterogeneidad donde los extremismos pueden actuar o infiltrarse con soltura, pasa en Chile, pasa en España, podría pasar a partir del paro en Colombia.

De hecho, esto ha permitido que la agenda comunicacional común asociada a los factores que convocan al paro haya tomado la delantera, y sea la que determine y comande el discurso, la discusión, la polémica en la opinión pública. El gobierno de Duque ha debido darle una ojeada a lo que hace Donald Trump en su patio, sin jamás desconectarse de su base electoral, más bien energizándola, pero sabemos que estos son el perfecto opuesto, por muchas razones. En cambio, Duque reactivamente pretende desactivar la ofensiva por partes, como si tuviese ese piso político al que él mismo renunció al pretender “flotar” sobre las partes.

Su caída en la popularidad sin duda se debe a decepción entre sus votantes, su base popular, que no perdonan sus muestras de debilidad, de impotencia, aumentando la incertidumbre, la impunidad, y que no haya fortalecido y consolidado la coalición de fuerzas políticas y sociales que lo eligieron, más bien la ha diluído, en otras palabras, estamos ante un proceso creciente de deslegitimación, porque la primera, la imperativa señal que debía dar, era la de una evolución triunfal de candidato a estadista para encabezar la liberación de Colombia del flagelo del narcotráfico, y sus derivados inevitables: narcoterrorismo, narcoélites, narcosociedad, narcopoderes y narconación, hoy en día, Iván Duque es líder ¿de qué? ¿de quién?

En vez de atacar, ahora debe defenderse, ¿triste comienzo o triste final?

A Duque, un presidente cuya falta de firmeza, claridad y acción ha comenzado a rozar el campo de lo siniestro, lo han ido acorralando y podrían empantanarlo fácilmente. Con “el bombardeo a los niños” le terminaron de atar las manos a un ejército desmoralizado desde hace años, con lo de Santrich padeció en carne propia la existencia de una ley al margen del Estado, al margen de la constitución, que crea intocables: la “Jurisdicción Especial para la Paz” (JEP) de hecho es un suprapoder que responde a un Estado paralelo, perfectamente capaz de atentar contra “el otro Estado”, y esto lo ha venido haciendo sin miramientos, al crear una situación que afecta directamente su seguridad y el orden interno, amenazado además por el fenómeno creciente de las “disidencias”.

A esto súmenle el obstruccionismo del congreso, un sistema judicial hace rato gangrenado, enemigo de la nación (pregúntenle a Uribe) y la ofensiva mediática internacional del globalismo progresista y el comunismo versátil.

Y ahora la escalada podría enfilar contra el orden público, la paz ciudadana, alimentada por una baja en la popularidad que no ha cesado de caer, y estamos apenas en el primer año.

Sin apoyo popular, ajeno a su partido, sin ninguna simpatía por parte de la Fuerza Armada, con la iglesia católica en la orilla opuesta y asediado por el Foro de Sao Paulo ¿cuánto podrá durar?

Pronto vamos a llegar a un punto, en donde al beneficio de la duda se le deberá negar su renovación: estamos ante un inepto de marca mayor, o ante un “Santos II”.

Santos por lo menos duró ocho años.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

España: a Frankenstein lo construyeron hace años



Lamentablemente, lo único que podrá “desbloquear” a España es el caos, y los que mejor se preparen no para impedirlo sino para enfrentarlo, son los únicos que podrían formar parte de la solución.

Tocará aprender por las malas.

De llegar a darse el “gobierno de gran coalición” PSOE-PP, este sería un gobierno Zapatero-Rajoy ¿acaso Sánchez y Casado son distintos? Además no se trata de la dirigencia, estos partidos son estructuras fundamentales de un sistema decadente, y ambos no han hecho nada para interrumpir la autopista al caos en los últimos 15 años, todo lo contrario, han acelerado su pavimentación.

Súmenle a esto que la “gran coalición” debería enfrentar una más que probable crisis económica, vaya receta para un incendio perfecto, en una pradera en la que ninguno de los dos jamás se atrevió a apagar el auge de los nacionalismos y la cuestión separatista.

Realmente, si se quisieran hacer bien las cosas, lo único procedente sería un gobierno de “concentración nacional”, pero esto no asoma ni asomará por ninguna parte, también porque algo así solo podría derivar de un imposible: un golpe con apoyo militar. [1]

La verdad es que “la apuesta” a Pedro Sánchez le salió mal porque se debilitó frente a cualquier hipótesis de coalición, pero no todo le salió mal: la subida de VOX lo favorece en su juego chantajista.

En los próximos días asistiremos a un torneo de extorsiones cruzadas y cálculos particulares, y todos usarán a VOX como “el coco”, será el coco común. Como de todos modos cualquier gobierno que se forme estará enfilando hacia el caos, ya saben que es lo que debería hacer VOX: tomar distancia y prepararse. [2]

El “Gobierno Frankenstein”, gobierno de Frente Popular entre PSOE, PODEMOS, nacionalistas y separatistas, sin duda alguna promoverá el caos, lo necesitan, y alguien se preguntará ¿qué ganaría el PSOE con todo esto? Y aquí la única respuesta real pasa por otra pregunta: ¿qué es el PSOE? y para responderla habría que proporcionar varias claves: 11M, “Alianza de Civilizaciones”, Ley de Memoria Histórica, la demolición de la educación superior, la empresa de propaganda en los medios, la alcahuetería política y económica hacia nacionalistas, separatistas y el golpismo catalán, la sentencia farsa del Supremo hacia ese golpismo, lo que ha protagonizado Zapatero en Venezuela, la exhumación de Franco, el Rey en Cuba ¿sigo?

¿Y quién fue el “cómplice necesario” en todo momento? el PP, y con Mariano Rajoy se llegó a un punto donde se podría hablar de coautoría material, y como en el PP no ha pasado nada semejante a un exorcismo ni a una purga, ya saben a qué nos debemos atener. La pretendida “cobardía” de Rajoy fue complicidad, flagrante, y no es de Rajoy, es la de todo el partido, comprobada después de su caída.

En estos momentos, si sobre algún partido pesa “el coco de VOX” es sobre el PP, la defunción de CIUDADANOS es un aviso ¿para dónde podría coger el PP? pues "la cabra cogerá" para el sistema, para el establishment, proponiendo sin la menor (buena) fe, un teatro de reforma desde adentro, esto ya es fatalidad: el destino del PP quedó sellado desde el 11M, al contribuir a su encubrimiento.

En un artículo anterior, he afirmado que el verdadero chavismo español, es el del PSOE, PODEMOS es chavismo bolivariano, en realidad, el PSOE se encuentra perfectamente alineado con esa agenda globalista de la cual George Soros es una cabeza visible. PODEMOS en cambio milita en la agenda del comunismo versátil, basada en adaptaciones locales del modo chino de doble sistema, que busca la dominación de Latinoamérica. Estas dos agendas tienen sus puntos comunes pero también sus divergencias fuertes a partir de sus financistas, ese es el “insomnio” de Pedro Sánchez.

Llegado a este punto ¿qué le hace pensar a algunos que un gobierno PSOE-PP sería de “estabilización”? si por alguna razón se les ocurriera arremeter de verdad contra el separatismo ¿cómo terminaría todo? pues terminaría en un conflicto de proporciones nacionales, y aquí lo ingenuo seria pensar que PODEMOS, nacionalistas y separatas no se han preparado para esta eventualidad, que incluso hasta podrían estar aguardando que esto pase, cuidado y todas las actitudes dilatorias y ambiguas, algunas en apariencia inexplicables, pasan por esto, en otras palabras, aquí no cabe más especular sobre extorsiones y negociaciones, sino la constatación de un hecho: el verdadero “Frankenstein” ya fue construido, hace años.

[1] La reacción de estupor y mofa que he detectado siempre que expongo la imposible hipótesis militar, de todos modos me indica hasta qué grado se ha perdido toda perspectiva, la perenne debilidad civil y su desorden disolvente, que en Latinoamérica es la base de todos los minotauros militares, en España ha avanzado un largo trecho y no se trata solo de carencias en su “sociedad civil”, porque al deplorable estado actual de España, cultural e institucional, ha contribuido enormemente la iglesia, la alcahueta máxima, la cómplice máxima.

[2] Lo siento, es tarde para un gobierno “constitucionalista”, y no porque sea imposible, sino por falta de partidos “aptos”. En un artículo anterior, previo a las elecciones, lancé esta pregunta: ¿Se puede cambiar al sistema desde adentro?, pregunta que dirigí específicamente a VOX. La verdad es que no hay remedio porque parafraseando a Gabriel Albiac, “en España la corrupción es lo constituyente”.

Anexo:

Ayer, ante el acuerdo de gobierno entre PSOE y PODEMOS sentí la urgencia de tratar de explicar qué es el PARTIDO COMUNISTA PODEMOS, en unos pocos tuits. PODEMOS no es un partido como los demás, no es una corporación de la oligarquía, no es un partido “del sistema”, es un partido cuyo objetivo es la destrucción de España como nación.

1. El proyecto de Pablo Iglesias, consiste en la construcción de un partido leninista de combate, estaliniano en su vértice debidamente purgado, pero gramscianamente abierto a alianzas con el resto de la izquierda.

2. Podemos no es un proyecto a corto plazo, apuesta a un colapso que en lo cultural ha recorrido buen trecho, y a la decadencia irreversible de todas las instituciones.

Pero, la torpeza fisiológica de Pedro Sánchez y la comatosidad rajoycista del PP, lo han acelerado.

3. Podemos apuesta al caos, porque lo tiene incorporado como condición objetiva máximamente favorable, en su plan de poder y en su arquitectura antifrágil.

¿Una crisis económica? eso no le asusta, todo lo contrario, trabajará para acelerarla.

4. La permanente subestimación de Pablo Iglesias, acompañada de mofa y burla hacia su persona, es algo que le beneficia.

Una vez más, se comete el error de no estudiar al enemigo. Ellos en cambio lo hacen con nosotros, y lo hacen seriamente. No improvisan nunca.

5. Y hablando de subestimación y burla, eso es lo que ha tenido que aguantar la investigadora Aura Palermo (@APIntegra) cuando señala desde hace años, que España forma parte integral de la misma agenda de comunismo versátil que actúa en Latinoamérica.

Una vez más, "expertos" y "analisiados" nos impiden entender.

6. Frente a esto, nos encontramos con una derecha que no logra superar sus falsas y tontas contradicciones, donde tenemos a conservadores que apuestan demasiado a suertes populistas, y liberales que en su tontismo útil e infantilmente sectario, los combaten.

lunes, 11 de noviembre de 2019

Oda al golpe de Estado en Bolivia



ADVERTENCIA: la intención de este artículo no es analizar lo que pasó en Bolivia (choque de agendas globalistas) sino defender la institución del golpe de Estado, contra el totalitarismo de la corrección política.
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Las plañideras de la progresía internacional denuncian que en Bolivia ocurrió un “golpe de Estado”.

Ajá, fue un golpe de Estado, ¡¿Y?!

Un golpe de Estado a partir de un fraude electoral, por lo tanto un golpe PERFECTAMENTE LEGITIMO.

Todo golpe que restituya la ley y el orden, la virtud y el honor es un golpe legítimo, y ni siquiera hace falta que sea “constitucional”, el derecho a la rebelión es un derecho natural.

Un derecho natural, como el derecho a la resistencia y el derecho de acato, derechos que no hace falta que los consagre ninguna constitución precisamente porque son NATURALES.

Aunque en la Constitución Militarista de Venezuela de 1999, están presentes en los artículos 333 y 350 (que estén puestos allí para justificar la naturaleza golpista del poder chavista es otro asunto, asunto que bien se podría titular ¿hay golpes “malos” y golpes “buenos”?, una discusión para adultos).

El golpe contra Evo Morales, no solo fue un “golpe bueno”, fue un golpe IMPECABLE, que debe ser defendido, glorificado, y debe quedar como un PRECEDENTE, no desperdiciemos esta oportunidad.

Parafraseando al himno nacional, “Seguid el ejemplo que Bolivia dio”.

ANEXO

Hace un tiempo me dediqué a investigar los derechos naturales, inspirado por unos artículos de Jorge Olavarría del año 2002, me interesaba contar con definiciones que fuesen lo más completas, las que obtuve al final deberían clasificarse como “Olavarrianas”, porque él fue el que hizo el grueso del trabajo (espero que no se ofenda desde el más allá). Lamentablemente, su muerte prematura me impidió contactarlo para que las revisara, de todos modos aquí las tienen.

EL DERECHO A LA RESISTENCIA

El derecho a la resistencia es el derecho natural e imprescriptible del hombre de oponerse a la opresión, y puede invocarse por parte de individuos y colectivos para combatir el despotismo y restaurar la legitimidad, combatir la arbitrariedad, preservar o recuperar derechos anulados o afectados por acciones u omisiones del poder público, demandar el reconocimiento de nuevos derechos y para generar rebelión en caso de necesidad.

EL DERECHO DE ACATO

“Se acata pero no se cumple…” es el derecho a reconocer la autoridad y su mando pero a no obedecer y aplicar sus órdenes, disposiciones y leyes, cuando estas no se ajustan a la constitución, al derecho o a las circunstancias imperantes. Su función principal hoy en día es la de impedir que excesos o deformaciones en el ejercicio de gobierno, puedan justificarse alegando la institución de la obediencia debida (u obediencia jerárquica).

EL DERECHO SUPREMO A LA REBELIÓN

“El derecho a la rebelión, lo mismo que el derecho a la legítima defensa, surge cuando un cúmulo de hechos graves, plenamente comprobados, conforman un estado de necesidad de inminente y extrema peligrosidad para la preservación de la libertad, la vida y los bienes de todos los ciudadanos, que quedan en total indefensión por cuanto los hechos y las agresiones provienen del Estado que debe ampararlos…”

(Interpretación del derecho a la rebelión, según John Locke).

Constitución Militarista de Venezuela de 1999:

Artículo 333:
“Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia”.

Artículo 350:
“El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad, que contraríe los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe los derechos humanos”.

domingo, 10 de noviembre de 2019

¿Qué pasa en Bolivia?


¿Qué pasa en Bolivia?

Que hay oposición.

Clave: uso de las elecciones como operación insurreccional (solo posible si la oposición es real, y logra organización y método).

Lo expliqué en un artículo del año 2015: “Las Elecciones: el callejón sin salida” 

Clave: el “timing”, sentido de la oportunidad, actuar cuando el poder no necesita caos sino estabilidad para la consolidación (fase conservadora).

Lo expliqué aquí, en un artículo de 2017: “La Resistencia Suicida”

Clave: ¿Las FF.AA. están ideologizadas? ¿hay fractura? cuidado, esto pudiese ser no medible por el momento.

Clave: la “comunidad internacional” por ahora, es como las señoras que no se meten en la pelea de sus perritos falderos, se cruzan las correas.

Clave: Evo podría ceder, y continuar la guerra por otros medios, la izquierda boliviana es vertebrada y musculada.

Si hay transición “pacifica, constitucional, electoral”, y gobiernos torpes como Macri/Piñera la izquierda volverá.

Nota: la eventual fractura en una FF.AA., pudiese ser no visible (de entrada), porque puede generar tanto inmovilidad (¿Brasil?) como una intervención “institucional”, de divisiones mirándose de reojo. Los militares lo último que quieren es guerra, sobre todo entre ellos.

Nota para los venezolanos: lo que pasa en Bolivia no puede pasar en Venezuela, primero porque los militares ya están el poder, segundo (y esto es una lápida) porque no hay oposición, la oficial es falsa y la radical fue secuestrada por el yaísmo (de forma cada vez más sospechosa). 

Otra nota para los venezolanos: los motines policiales no son necesariamente "fractura" de la FF.AA., un ejemplo: 11 de abril de 2002, la policía defendiendo a los ciudadanos, Chávez llamando a sus tiburones, pero hubo uno que no respondió.

Solo en ese momento ocurrió la fractura. 

Pero el "vacío de país" fue lo que determinó el desenlace. 

¿Con todo esto qué deseo transmitir? 

Que la fractura en la FF.AA. no necesariamente deriva en "acción de fuerza", y pudiese resultar la principal promotora de "diálogo político". 

En los golpes no hay fractura, si la hay, entonces lo que está ocurriendo es guerra. 

@FBoccanera

viernes, 8 de noviembre de 2019

La insania de votar por el PP



El próximo domingo tendremos elecciones en España, y una sola cosa me preocupa, la votación por el Partido Popular (PP).

Para ahuyentar toda posibilidad de votar por el PP bastaría pronunciar una sola palabra: RAJOY, y si esto no surte efecto, solo se puede pensar en insania.

Si José Luis Rodríguez Zapatero fue el tumor primario, Mariano Rajoy fue la metástasis.

El PP no tiene remedio, la prueba está en que se ha negado a hacer lo urgente, lo imprescindible: un exorcismo, y si el demonio no suelta, purga.

(Si, soy infantil al pensar que un partido de corporativismo prebendario pueda hacer algo así)

Se dice que el enemigo es la izquierda, sin duda alguna es un enemigo, en todas sus vertientes: socialista (PSOE), comunista (PODEMOS) y los separatistas.

Es un enemigo, pero no es EL enemigo, el enemigo es el actual Estado español, afectado por un cáncer que no ha dejado de avanzar desde que Zapatero, el verdadero chavista español, llegó al poder.

España es buen ejemplo, de nación donde el sistema de partidos colonizó al Estado, operación promovida por poderes que buscan privatizarlo. Los partidos españoles: el nivel intermedio, meros ejecutores, todos se han vuelto empresas de "gatekeeping", espero que VOX no termine igual.

Pero un Estado como este que se ha desviado hasta volverse criminógeno, no puede existir sin una complicidad que debe establecerse a toda escala, hasta llegar a la fractalidad. El “cómplice necesario” ha resultado ser el PP (aunque a partir de Rajoy comparte la autoría material), pero esto no es suficiente, necesaria es la existencia de una sociedad de cómplices, que permee hasta abajo, hasta la base, y esto por una razón: de todos modos necesitan votos.

La utilidad del PP en este sistema finalmente atado y bien atado, consiste en que lo perfecciona al proveer la simetría bilateral que autoriza la calificación democrática, en sus términos más “correctos”.

Si España fuese un país medianamente “normal” (algunos dirían un país razonablemente “sano”) bastaría la construcción de una alianza de “las derechas” entre el PP, Ciudadanos y VOX. En Italia, un país que calificar de normal sería un buen chiste, se ha logrado con La Lega, Fratelli d'Italia y Forza Italia, pero hablamos del país de Maquiavelo (que de todos modos logró una confluencia tan inverosímil como la de Cavour con Garibaldi para unificarse como nación).

Lamentablemente, me temo que una alianza de las derechas en el sistema atado y bien atado, terminaría siendo de asimilación al sistema, porque éste cuenta con una estructura antifrágil (que crece en el caos), una estructura que se ha dividido en subestructuras que aspiran a la autonomía. Imponerse sobre esta arquitectura corporativa a un paso, o ya constituida en una federación de mafias, difícilmente se podría lograr sin potenciar todos los conflictos ya existentes, y los durmientes.

La razón de ser de la asimilación al sistema es la muerte de toda alternativa, ya pasó con Ciudadanos. Es la maldición del consenso, y de su siamés el electoralismo, que han descubierto que el llamado a elecciones se puede hacer con desenvoltura, es más, debería hacerse con cierta frecuencia para poder vaciar de sentido cualquier cambio que pueda producirse, es el agotamiento por repetición.

En algún momento, en algún lugar, quizás por accidente, la derecha hará “clic” y superando cierto temor natural, descubrirá que la única alternativa posible debe ser antisistema, el temor obedece a que esto implica conflicto, guerra. Por cierto, los que si quieren cambiar el sistema, fragmentándolo, ya asimilaron este designio, se han preparado, y solo esperan el momento.

Por lo tanto ese “clic” cuando ocurra, pudiese ser tardío.

Aquí la mayor irresponsabilidad de todas las dirigencias consiste en no hacernos ver que el conflicto ya se desató, que ese conflicto en estos días al fin logró la baja de Franco, proceso de resurrección del mal que comenzó con el destructor Zapatero, él desempolvó la guerra civil, y ahora Sánchez la desenterró para sancionar el fin de toda paz, y todo esto nos agarra mal, porque Rajoy nos entregó.

En estas circunstancias ¿es posible cambiar el sistema desde adentro? La experiencia no solo española, la de muchas partes, indica que la entrada al sistema implica casi siempre adaptación y neutralización, hasta llegar a la esterilización, algunos dicen que esta fatalidad se gestó desde la misma transición.

¿A VOX podría pasarle lo de Ciudadanos? El partido de Albert Rivera nació con un diseño listo para abrazar debates, negociaciones y concordatos, una arquitectura civilizada, alejada de “bajezas”, como debe ser “la derecha educada”, esa que siempre se cuadra de primera, en la fila de los tontos útiles que demonizan todo conflicto.

Lo único que podría alterar este determinismo de régimen consensual, de civilidad y corrección como fachadas para encubrir la barbarie moderna, es un milagro: que el solo partido VOX obtuviese la mayoría, eso lo cambiaría todo, se trataría de un mandato ineludible, pero estamos hablando de una fantasía que es posible que nunca llegue a realizarse, dadas las característica del ecosistema político, y del electorado que ha logrado moldear.

Una vez más ¿Se puede cambiar al sistema desde adentro? Esta pregunta la debe responder VOX, y la debería responder todo el que vote por VOX, la apelación es colectiva y es a no engañarse.

No engañarse, y no engañar, si VOX no hace esto estaremos jodidos.

Aunque ganemos.