Amigos visitantes y seguidores de este apartado rincón del
espacio-tiempo cibernético, donde el objetivo principal no es informar, sino
poner a pensar para evitar la atrofia de facultades mentales básicas para la
supervivencia.
Se habla mucho de la hegemonía cultural lograda por la
izquierda en muchos países, de cómo ha logrado la dominación por invasión de
casi todas las instituciones y organizaciones, pero desde hace unos 5 años, ha insurgido
un fenómeno de sublevación social que desafía esta dominación, y es el
despertar triunfante de la derecha en muchos países, algunos muy importantes, el
triunfo de Andrzej Duda en Polonia, el triunfo del “Brexit” en el Reino Unido,
de Donald Trump en EEUU y los más recientes de Boris Johnson y de Jair Bolsonaro
en Brasil, son la demostración de que la derecha no solo logro sobrevivir, sino
que supo levantarse del letargo y triunfar ante los atónitos ojos de la
izquierda globalista, estos fueron duros golpes, sobre todo porque ponen en
entredicho la teoría misma de la hegemonía cultural, o al menos, de que esta
sea universalmente eficaz.
Y la primera reacción de los izquierdistas es el reflejo de
un pánico intelectual que aún no logran controlar, se trata una alharaca
reactiva, reaccionaria, que expone a la derecha como un cúmulo de ignorancia
retrograda y obsoleta, que solo sabe manifestarse mediante racismo, xenofobia, chauvinismo,
etc., en otras palabras, a una izquierda momificada por su degeneración
definitiva en una elite 100% aburguesada, en una casta 100% reaccionaria, en
una empresa 100% trasnacional que no es lo mismo que internacional, esa
izquierda 100% convertida en clase subsidiada del establishment, que endiosa al
gran capital sin fronteras y desprecia a la clase trabajadora, que privatizó al
Estado hasta convertirlo en una corporación mercantilista, a esa izquierda
convertida en aristocracia, no se la ha ocurrido otra cosa que desempolvar la
palabra fascismo, en un intento desesperado por aplicar una etiqueta que por más
que lo intenten, se les queda pegada a ellos, el adhesivo se pasó al lado correcto.
Bueno, hoy vamos a abordar un tema que debería ser fácil, pero
la manipulación de izquierda y cierta manipulación liberal lo han convertido en
complicado, aunque algunos de mis seguidores dirán ¿pero cómo si a la derecha ya
la he descrito? Y es verdad, en el video 9 sobre “ideologías, izquierda y
derecha”, definí lo que es derecha y también comencé a insinuar ciertas
características actuales de la derecha, lo que pasa es que sobre este tema es
muy importante ahondar, comenzando por el problema de la derecha como
agrupación política, que de cierta forma siempre ha sido retraída frente a la
política y más que ceder terreno, nunca lo ha conquistado en forma acorde, con
las mayorías conservadoras que siempre, o casi siempre, han existido en las sociedades
de muchos países.
Me explico, hubo una época en donde los rivales en política
eran liberales y conservadores, esa época duro poco, y a partir sobre todo del
siglo XX se comenzó a hablar de izquierda y derecha, y en esta nueva
confrontación, la izquierda está representada por el socialismo y el comunismo,
pero la derecha ya no está representada por conservadores sino por liberales, por
liberales que afirman ser conservadores en lo social, pero se declaran sobre
todo liberales.
Y ese liberalismo, al convertirse en el contendor de la
izquierda, y sobre todo a partir del auge del neoliberalismo, se ha concentrado
cada vez más en el asunto del tamaño del Estado y su injerencia en la economía,
y al promover en forma casi monotemática la reducción del Estado, terminó por desalojar
a un sector de la derecha que piensa que el rol del Estado y su injerencia no
es el tema fundamental,
De hecho, mucha derecha tradicional, la conservadora, desea al
Estado tal como es, o como siempre ha sido, para la derecha conservadora más
importante que el tema del Estado, es el tema de la propiedad privada, como la condición
indispensable para que exista la libertad donde lo importante es que el Estado no
sea expropiador, confiscador, colectivista, y esto se debe a que hay derechistas,
generalmente los derechistas conservadores, que en lo económico en vez de ser
liberales son keynesianos, en otras palabras, son derechistas que aceptan la intervención
del Estado en el mercado.
Ahora bien, la derecha se fue convirtiendo en una
sobreviviente con el pasar del tiempo, incluso sobreviviente a duras penas, y
este proceso tiene varias etapas: comenzando por el nuevo orden mundial que
surgió después de la segunda guerra mundial, que aplicó a gran escala la gran
receta anticomunista de promover estados sociales, de welfare, o sea de
socialismo democrático, después, a partir de los años 70 y 80 comienza a cobrar
auge el neoliberalismo, y a partir de los 90, la caída del bloque soviético se
quiso presentar como un fin de la historia que debía orientarse hacia la
globalización y el fin de los nacionalismos, todo esto afectó a la derecha
tradicional, y a todo esto se debe sumar además que el pensamiento, la cultura
de derecha, fue relegada hasta casi desaparecer, por la hegemonía cultural de
izquierda, y todo esto lo remató la propaganda de izquierda cuando logra igualar
derecha con fascismo, y por lo tanto se logra desprestigiar a la derecha hasta
un grado criminal.
En fin, por todo este cúmulo de razones la derecha, sobre
todo esa derecha conservadora que nunca fue liberal, quedó relegada en el campo
político, no se trata de que se volvió torpe, es que fue desprestigiada,
demonizada, criminalizada, ridiculizada, arrinconada en una operación de
alcance global que duró décadas, muchas décadas.
En vista de todo esto, la derecha sobreviviente se fue
volviendo cada vez más liberal, porque no le quedó otra alternativa, de paso,
hay que aclarar que la derecha liberal no es un fenómeno nuevo, tiene también
su tradición, pero lo cierto es que los espacios para la derecha conservadora
se volvieron cada vez más estrechos, Aunque en algunos países no desapareció
del todo, por ejemplo en países como los EEUU y en el Reino Unido, y en Francia,
país donde rige una verdadera tradición de intervención del Estado en la economía,
incluso de planificación económica centralizada, eso que algunos llaman el “colbertismo”.
Y hablando de términos, términos como neoliberalismo lo
trataré en el próximo video cuando hable del liberalismo, y eso de keynesianismo,
lo tratare con más detalle en algún momento del futuro, con respecto al keynesianismo
lo importante a tener claro, es que los keynesianos, en oposición a los
liberales, admiten la intervención del Estado en la economía, en su política
monetaria, fiscal, arancelaria, creen en una regulación macroeconómica del
mercado por parte del gasto público, para estimular demanda, consumo, inversión,
empleos, por lo tanto no creen en el Estado reducido a su mínima expresión.
Ahora bien, hay que aclarar algo de una vez por todas, algo que
no debe crear confusión, la derecha con respecto a su visión de la economía
puede ser liberal o puede ser keynesiana, o sea, hay derechistas que desean
menos intervención del estado, y hay derechistas que creen lo contrario, y
ambas derechas, tienen su tradición, tienen su historia, son históricas, por lo
tanto definir a la derecha desde su visión económica, es un error, eso sirve
para clasificar sus tendencias, pero no para una definición esencial.
Ser de derecha significa ser conservador en lo social, punto.
Ahora, si tu concepción económica es liberal, o sea mercado libre, te haces
llamar liberal pero aclaras que eres conservador en lo social ¿y por qué hay
que aclarar esto? porque en los EEUU y en otros países ser “liberal” significa
ser de izquierda ¿y a qué se debe esto? esto se debe a que existe un
liberalismo social, o social liberalismo, que es progresista, que deberé
explicar cuando aborde el tema del liberalismo, y me va a llevar algo de
trabajo explicar esto.
Y hay una derecha cuya concepción económica es keynesiana, o
sea mercado justo, los que están en esta derecha generalmente se definen a sí
mismos como conservadores, a secas, pero la ofensiva globalista que intenta
arrinconarlos, los obliga a definirse también de otras formas, como
soberanistas, populistas, euroescépticos, etc.
Y aquí hay un problema, un serio problema en todo esto,
porque liberales y conservadores deberían poder convivir, colaborar y hasta ser
aliados políticos en su lucha contra la izquierda, y esto lamentablemente no
sucede, porque hay intereses globalistas que promueven una división en la
derecha, este problema lo explicaré en todos mis próximos videos, cuando
explique el liberalismo, cuando explique la agenda globalista, y sobre todo
cuando explique la necesidad de una nueva construcción ideológica para poder ir
a la guerra, a una larga guerra contra las agendas globalistas.
Solo les voy a adelantar un dato: ¿sabían que George Soros no
solo financia a grupos de izquierda? porque también apoya a grupos de derecha
¿lo sabían? Y esa “incoherencia” de Soros solo se puede entender cuando se
entiende plenamente lo que son las agendas globalistas de dominación, y se
entiende cuáles son sus objetivos con respecto al poder político, el nivel
intermedio. El objetivo globalista a largo plazo es la compra de toda la clase
política desde luego, para convertirla en casta, en elite subsidiaria, pero el
objetivo a corto/medio plazo es lograr la división en la derecha, entre
liberales y conservadores, liberales y keynesianos, y entre los mismos liberales
y sus sectas, y en todo esto aplica el principio de “divide y vencerás”.
Por eso es que estoy haciendo todo este hincapié en las definiciones
ideológicas, para entender todas las estrategias del enemigo. El globalismo
desea que pensemos que eso de izquierda y derecha es una discusión sin sentido,
porque nos quiere despojar de conciencia con respecto a nuestra posición
política, el globalismo solo desea que exista una sola clase política, donde un
color gana las elecciones y a los otros colores les toca ser falsa oposición, y
así se van turnando, son las democracias políticamente correctas, las tiranías
de emperador invisible que ya expliqué.
Bien, seguimos…
Señores, la derecha no existe en un
solo sentido, en el sentido de la organización política, le derecha existe en
la gente, no estamos solos ni somos pocos, pero el problema es que la derecha no
tiene representación política. Históricamente, su representación primero fue secuestrada
por el socialismo cristiano y la democracia cristiana, con la anuencia y el
fuerte espaldarazo de la doctrina social de la iglesia, y la democracia
cristiana, fue un importante factor constituyente de la hegemonía cultural del
socialismo, en muchos países,
eso ya lo expliqué en los videos 9, 10 y 11.
Y esto fue por un lado, y por el
otro, la derecha también fue secuestrada por cierto liberalismo que lamentablemente,
degeneró en neoliberalismo globalista en algunos casos, y en otros se cerró y
se aisló en concepciones libertarias y anarquistas, estoy hablando de una
relevante porción del liberalismo que al reducirse a la esfera del individualismo
y el economicismo, se metieron en la cancha del materialismo en donde siempre,
siempre van a salir vapuleados, apaleados por el marxismo, por el socialismo y todos
sus cómplices. Como ven, a la derecha la recluyeron en esta especie de
manicomio, de manicomio pero con los locos afuera, que es el mundo de hoy.
“No existe la derecha política”, esto es lo que afirman
algunos y podrían tener razón, Bolsonaro en Brasil ganó sin partido, y sigue
sin partido, tiene una gran base social pero no tiene organización, Trump en los
EE.UU. tampoco tiene partido, aterrizó a la fuerza en el portaaviones
republicano, pero el partido republicano es un partido constituyente del Deep State
bipartidista, la derecha que representa Trump, aun no es mayoritaria en la
estructura cupular de un partido que, al igual que el partido demócrata,
abandonó a sus bases en la clase media y la clase trabajadora hace décadas.
Especialmente a partir de la irrupción de Bush hijo, del
globalista George W. Bush, el que no hizo nada contra Chávez y la gente no
entendía… y en España, y en Colombia, eso que creemos derecha no lo es, ese PP partitocrático
es un partido demócrata cristiano, y a Álvaro Uribe lo cercaron los globalistas
hace mucho tiempo, y tanto el Partido Popular español como el “Centro
Democrático”, son partidos de la “Internacional Demócrata de Centro”, que sigue
siendo la Internacional Demócrata Cristiana, pero con un nuevo empaque de
mercadeo, y lo mismo pasa en tantos otros países en donde, lo que creemos que
es derecha, es centro democrático constituido por castas políticas, perfectamente
alineadas con el globalismo y sus falsas democracias de consenso de casta, las democracias
políticamente correctas.
En fin, vamos a tratar de todos modos de precisar algunas
claves de la derecha, a ver si conseguimos total claridad, repasemos en qué
radica la esencia del ser derechista, algo que ya expliqué en el video 9 pero
vamos a extendernos un poco más…
En los años ochenta se creó todo un escándalo artificial con
una secta que se llamaba “tradición, familia y propiedad”, contra este grupo se
desató toda una campaña de demonización, promovida por la hegemonía cultural
socialista, que los asoció con el fascismo, y hasta con el nazismo, a lo mejor
este caso lo trataré en un “paseo por el laberinto”, pero aquí lo que me
interesa es el conjunto de términos que giran en torno al cosmos de derecha:
tradición, familia, propiedad, y orden…
El derechista es tradición, familia, propiedad y orden, por
lo tanto es alguien que aprecia el grado de civilización alcanzado por la
sociedad donde vive, y está dispuesto a defender todo eso, porque sabe que se
debe defender al todo, porque todo eso que él defiende, es lo que se llama la
civilización, y toda civilización es un cosmos, y ese cosmos también puede ser
espiritualmente armónico con un orden superior, religioso.
En otras palabras para el derechista la civilización es algo
que va más allá de lo material, lo mundano, es una fortaleza que comienza en la
tierra y termina en el cielo y que no solo actúa en defensa del pensamiento,
sino en defensa de las almas y de la espiritualidad. No se trata solamente de
calidad de vida en términos materiales, no se trata solamente de indicadores
sociales y económicos, el verdadero derechista no es materialista como el
izquierdista, ni es economicista como lo son ciertos liberales, por ejemplo,
los neoliberales globalistas…
Pero todo esto no significa que el derechista esté
totalmente satisfecho con el estado de cosas, ni quiere que nada cambie, no es
cierto que el derechista actualizado, crea que la pobreza es inevitable porque
la igualdad no existe, el derechista está en contra de la pobreza, porque al
igual que los verdaderos liberales, sabe que la pobreza nunca es solo
económica, sino moral y espiritual, por lo tanto la igualdad importante es una
donde no haya pobreza en todos los sentidos, y eso no se resuelve solamente en
el plano material.
Más bien, el intento de resolver la desigualdad solamente en
un plano de condiciones materiales, puede ser un desastre, porque para el verdadero
derechista eso de por si no garantiza nada, para el verdadero derechista el
solo avance material no significa nada. Para un neoliberal todo se reduce a “incentivos”,
todo se resuelve con “incentivos”, sin darse cuenta del materialismo, del
mecanicismo, del determinismo economicista que eso implica, que no es muy
lejano del marxismo. Para el verdadero derechista en cambio, los incentivos
deben acompañarse de valores, de valores supremos para que ambos, valores e
incentivos, puedan actuar como factores evolutivos, transmisibles como genoma
moral.
Bien, en esto radica la esencia del verdadero derechista,
espero que haya quedado clara, y ahora vamos con un tema importante, generalmente
asociado con la derecha, pero con mala intención muchas veces, y es el tema del
nacionalismo.
“Dios, patria, familia”, esta tríada también identifica a la
derecha, a la derecha nacionalista, y aquí entramos en el tema del
nacionalismo, el cual ha sido muy manipulado, porque digo esto, porque el
nacionalismo puede ser adoptado por cualquier ideología, el nacionalismo puede
ser de derecha, y de izquierda también, eso ya lo expliqué al abordar el tema
de los socialismos nacionales, o nacionalistas, o sea fascismo y nazismo, pero
el nacionalismo puede anidar en cualquier parte, en Venezuela tenemos un
ejemplo histórico: Marcos Pérez Jiménez y Rómulo Betancourt eran nacionalistas,
el “nuevo ideal nacional” y las bases programáticas de Acción Democrática, son
nacionalistas.
Cuidado con esto del nacionalismo porque la izquierda una
vez más, ha sabido manipular, y ha sido exitosa a la hora de lograr la asociación
exclusiva de nacionalismo con derecha, de nacionalismo con fascismo, por lo
tanto fascismo y derecha son lo mismo, este es el objetivo de este jueguito
conceptual, que tiene su origen en la escuela sociológico-filosófica conocida
como la “Escuela de Frankfurt”, esa que algunos asocian en forma no del todo acertada
con el “marxismo cultural”.
Hay dos filósofos muy pero muy influyentes de esta escuela, Max
Horkheimer y Theodor Adorno, que lograron establecer la falsedad de que “todo
lo que no es comunismo es fascismo”, todo lo que no es
"revolucionario" es fascismo, por lo tanto liberales y conservadores
son fascistas, es más, toda la civilización occidental es fascista, hasta el
país que los acogió cuando tuvieron que escapar del nazismo, los EEUU, el país
que los recibió y los acomodó en sus universidades, es fascista. Por eso los “Antifa”
en los EEUU arremeten contra todo, claro la jauría no sabe nada de nada, pero
las élites que los pagan si saben de todo esto.
Pero así es la izquierda cuando cae en el “totalitarismo
cultural”, y ese debería ser el término a usarse, para el totalitarismo
cultural, la base filosófica del globalismo, todo lo que no es izquierda, o
globalismo, es fascismo, y el nacionalismo solo puede ser fascista, o sea, el
nacionalismo solo puede ser de derecha, lo cual tiene su lado divertido, por
ejemplo, ¿la revolución francesa, fue una revolución de derecha? lo pregunto
porque fue una revolución nacionalista, la revolución de Mao en China, sí, se
hizo contra el nacionalismo de Chiang Kai-Shek, ¿pero eso es suficiente para
afirmar que Mao no fue nacionalista? ¿en serio? revisen el giro nacionalista
del partido comunista chino a partir de los noventa, y vean como ese giro no
contradice a Mao...
Una vez más, nos tenemos que enfrentar con una manipulación intelectual
de izquierda, que asombrosamente logra tapar la existencia de nacionalismos de
izquierda, aunque hayan existido o existan nacionalismos de izquierda tan logrados
como el nacionalismo socialista irlandés, el nacionalismo Juche de la dinastía
comunista en Corea del Norte, el nacionalismo comunista de Albania, el de Enver
Hoxha, o el de Camboya con los “jemer rojos”.
O el de Israel, si el de Israel, el nacionalismo judío, el
sionismo, tiene su basamento socialista, fabianista, laborista, es el sionismo
socialista el que triunfa históricamente, y se expresa no solo en los “kibutz”,
tiene sus encarnaciones legendarias en David Ben Gurion, Golda Meir, Shimon
Peres, Yitzhak Rabin, todos socialistas, socialistas democráticos, el partido
laborista de Israel, descendiente directo del “Mapai”, es un miembro de La
Internacional Socialista.
Señores, todas estas manipulaciones de la intelectualidad de
izquierda, tienen como objetivo crear un estado de confusión al cual llamo “la
licuadora”, la licuadora que nos impide obtener la claridad necesaria para
entender lo que está pasando en el mundo, y lo que va a pasar. Bueno, sigamos,
volvamos al tema del nacionalismo de derecha, y voy a comenzar con otro
ejemplo, que también genera confusión.
Donald Trump ¿es conservador o liberal?, en muchas cosas
Trump es liberal, es un símbolo viviente de la libre empresa, del individualismo
triunfador, pero al mismo tiempo es conservador, Trump no pide mercado libre,
pide mercado justo, la guerra comercial que ha desatado no es liberal, el
proteccionismo no es liberal, Trump objeta muchísimas cosas de la
globalización, no parecer ser liberal, además tiene un mensaje, claramente patriótico,
que raya en el aislacionismo, su “America First” es nacionalismo, y ese
nacionalismo es coherente al pedir que las grandes empresas americanas vuelvan
a colocar sus fábricas en suelo nacional.
Entonces ¿Trump qué es, liberal, conservador, nacionalista, keynesiano
o es todas estas cosas? y la respuesta es algo que es muy importante que se
entienda, no existe aplicación pura de las ideologías en los estados democráticos,
porque la democracia acepta el conflicto, lo político, expone públicamente los
distintos intereses, como expresión fundamental de libertad, por lo tanto no
demoniza el conflicto, no lo suprime como en los totalitarismos, y procesa los
conflictos mediante exposición, deliberación, discusión, negociación,
compromiso, por eso la aplicación pura de la ideología solo existe en los
totalitarismos, porque con ellos, cesa el conflicto público y plural.
Bien ahora vayamos a la parte filosófica, nacionalismo es
identidad y pertenencia, los valores que debe tener la verdadera igualdad, que
debe ser hermandad, porque sin eso la ruta a la igualdad es el aplanamiento, el
aplastamiento material. El cosmos de la civilización tiene sus planetas, las
naciones de occidente, y es una falsedad sembrada tanto por el comunismo versátil
como por el neoliberalismo, las bases políticas de las agendas globalistas, de que
el nacionalismo moderno es una fosilización, que es autarquía, aislamiento, y se
opone a la globalización, eso no es cierto.
El nacionalismo actualizado de derecha no busca que todo lo
que un país necesita se produzca en ese país, pero tampoco cree que la
globalización deba ser un régimen de oligopolios imperando en cada nicho, donde
vencen solo los más grandes y fuertes. El nacionalismo actualizado está
consciente de algo muy importante, y es que industria, comercio y trabajo no es
solo producción, es pertenencia e identidad, y ese tejido no solo es productivo
es tejido social, humano.
Cuando muere un pequeño comercio, por ejemplo, una pequeña librería por culpa de Amazon,
no solo muere comercio y empleo local, muere el tejido social, especialmente en
las ciudades pequeñas, en los pueblos, desde luego, la precarización de la
clase media y trabajadora es el principal objetivo social del globalismo, y las
primeras víctimas de todo proceso de precarización social, son los centros
periféricos, los pequeños centros urbanos y rurales, a mí me parece increíble
que haya gente que no capte esto. `
Y el nacionalista actualizado sabe otra cosa, sabe que
dentro de la perversa lógica neoliberal del globalismo, los productos chinos
baratos, viabilizan la reducción de los salarios de la clase media y
trabajadora en Occidente y el régimen de mano de obra esclava de China, del
cual nadie habla, porque hablar de eso sería plantear el concepto de la
competitividad, también en términos morales, humanistas.
Por lo tanto, el derechista nacionalista, el verdadero, es
proteccionista, no es liberal, cree en la economía de mercado, no quiere saber
nada de colectivización, ni de teorías comunistas, pero con respecto al mercado,
considera que debe tener unos límites y el Estado legítimamente debe ponerlos,
para proteger tanto a empresarios y comerciantes como a los trabajadores,
porque sabe que tejido productivo es tejido social, tejido social como un
término que no es solo de ciencia económica o de ciencia social, porque el
tejido social no es una construcción de relaciones meramente materiales,
económicas, como lo asumen el marxismo y el neoliberalismo por igual, el tejido
social es una construcción de orden superior, emocional, anímica, cultural,
moral, filosófica y espiritual, que se inserta en un orden cósmico, en el orden
superior de la civilización.
Señores, ojo con esta convergencia materialista entre
marxismo y neoliberalismo, en donde ambos creen que todo lo determina la
producción, sus modos, y las relaciones y estructuras que genera, porque esto
es lo que justamente determina, la convergencia de la agenda globalista
occidental con la agenda del comunismo versátil dirigida por China, este es un
punto crucial que debe ser comprendido.
Los países no son una colección particular de usanzas y
formas distintas, las naciones no son una colección, son una conexión, y también
son un refugio, no solo para sus habitantes sino para cualquiera que desee
escapar de países que han ido desechando la civilización, pregunten a los
venezolanos la utilidad de las fronteras, Señores, en el mundo sin fronteras
que plantea el globalismo, no habría país al cual escapar, y gracias a la
ciencia y la tecnología en manos de ellos, cada paso de nuestra vida ellos lo
van a saber, porque todos viviremos en una cárcel global panóptica, donde cada
celda, cada país, será una celda transparente.
Por cierto hay un tema muy relacionado con el nacionalismo
que es el tema de la política de inmigración, y una vez más, hay que explicar y
aclarar que ningún derechista actualizado está en contra de la inmigración,
está en contra de la invasión, de la complicidad del Estado privado y sus
socios, con el negocio del tráfico de seres humanos, y con su uso para
actividades ilícitas de todo tipo, está en contra del inmigrante convertido en
mercancía, y en arma para jalar los salarios a la baja y viabilizar salarios de
subsistencia en trabajos que nadie quiere, no porque sean indignos, sino porque
la paga es indigna.
El derechista nacionalista sabe que el asunto de la
inmigración no es solo un asunto de cuotas, reglamentos o de “solidaridad”, el
derechista sabe que es un asunto que concierne al tejido social, y que además concierne
a la seguridad ciudadana, la seguridad del Estado, y las relaciones
internacionales. El derechista no es un “buenista” ingenuo o hipócrita, le da a
la cuestión de la inmigración su jerarquía como un asunto que debe ser tratado
desde muchos ángulos, para proteger no solo al ciudadano nacional, sino al
propio inmigrante, para impedir que el propio inmigrante se convierta en un
arma sociológica de los países que promueven caos, destrucción y guerra, como
un negocio global redondo, muy redondo.
Bueno, vamos ahora con los partidos que representan ese
despertar internacional de la derecha nacionalista contra el globalismo, los
cuales se distinguen por su defensa de la unidad y la soberanía nacional, en
términos tanto concretos como espirituales, por lo tanto todos estos partidos
son defensores de la tradición, los valores, las costumbres, de la civilización
occidental, de la civilización judeocristiana, y en este grupo hay partidos más
o menos liberales, más o menos keynesianos, y ninguno de ellos se opone a la
globalización, se oponen al globalismo de pensamiento único, y de imposición de
un orden global totalitario por parte de unas elites neo aristocráticas.
A estos partidos cuando se les trata con un mínimo de
respeto, se les clasifica como partidos de derecha, partidos nacionalistas o
partidos soberanistas, y la manipulación comienza cuando se les trata de
populistas, de ultraderecha o fascistas, ya me voy a encargar del término
populista, el cual da para todo, y del término ultraderecha me encargaré al
final de este video, recuerden que la operación globalista incluye el lenguaje,
de forma que las palabras no sirvan para describir la realidad sino para construir
a la “matrix”.
Vayamos con una pequeña lista, la fracción nacionalista del
partido republicano apoya a Trump, recuerden que los partidos de los EE.UU.
siempre han sido partidos de tendencias, o sea partidos de masa que “lo agarran
todo”, pero hay una fracción neocon, neoconservadora, de halcones globalistas
como Bush y Bolton, que no lo apoya para nada, más bien lo adversan, cuidado
con esto, sigamos… Jair Bolsonaro
en Brasil, ahora es que está armando su partido “Alianza por Brasil” el cual y dadas
las circunstancias deberá ser por los momentos, un partido de puro activismo
simpatizante-manifestante, más que de militancia.
Esta Vox
en España, en Italia está La Lega de Matteo Salvini y Fratelli d’Italia de Giorgia
Meloni, está el partido “agrupación nacional”, el partido de derecha social de
Marie Le Pen en Francia, está el partido AFD, Alternativa para Alemania, en Alemania,
y no nos podemos olvidar de los partidos conservadores, todos en el poder en
los países del grupo de Visegrado: Hungría, Polonia, República Checa y
Eslovaquia, pero hay muchos más, por cierto a casi todos estos partidos de
derecha europeos se les denomina euroescépticos, porque la mayoría de ellos se
oponen, unos más otros menos, a la Unión Europea, que es la construcción mejor
lograda de la agenda globalista de dominación, otro tema que quedará pendiente
de explicación, para otro video.
Bueno,
como sé que me lo van a preguntar, les respondo de una vez ¿hay partidos de
derecha en Venezuela? pues no, porque el que debería ser un partido de derecha
se declara de “centro”, de “centro liberal”, y no desea que se le llame de
derecha, más bien declara tener “diferencias profundas con posiciones
conservadoras o de derecha”, y ya saben a qué partido me refiero. Señores ya
les expliqué en el video 9 que son los partidos de centro, que no tienen
ideología, porque en un partido de centro toda la construcción ideológica es un
estudio de mercado.
En
realidad la única posibilidad de partido de derecha en Venezuela, es un movimiento
verdaderamente antisistema, de desconocimiento de la constitución, el Estado
rentista, su sistema de poder y el sistema consensual que estructura todo eso, y
un movimiento así solo puede trabajar aplicando una metodología precisa,
pensada, no improvisada, una metodología que no hace falta inventarla, existe, no
la voy a exponer ahora, y que es la única que puede funcionar para desarrollar tareas
de conspiración atemporal, capaces de construir un proyecto y una organización
territorial sin plazos determinados, porque la pérdida de toda forma de autodeterminación
en Venezuela así lo impone, y la verdad es que yo no he visto nada así hasta
ahora.
Y a lo
mejor eso es una buena señal, una señal de que están trabajando fuera del cono
de luz que el régimen chavista exige para todos sus opositores, sean
colaboracionistas o no, donde las organizaciones opositoras deben ostentar una pirámide
visible, con un líder-candidato parlanchín y vociferante, con voceros o figuras
que deben ser mediáticos, machaconamente mediáticos… lo que pasa es que todo lo
que implica trabajo serio y paciente en Venezuela es rechazado por el “yaísmo”
de la política venezolana, el YA, el “ahora o nunca”, el “primero salgamos de
esto, y después resolvemos”, el “esta vez es distinto y tú lo sabes”, Señores eso
es pensamiento de lumpenburguesía atorada, atorada en un callejón sin salida histórico.
Nuestro
problema no es “la oposición que no nos deja salir del chavismo”, nuestro
problema es con el tiempo, con la noción del tiempo, y si alguna vez “la guerra
de los mundos” llegase a liberar a Venezuela, no por acción directa sobre
Venezuela sino por la derrota de las agendas globalistas en los grandes centros
mundiales de concentración de poder, para ese momento deberíamos poder contar
con una organización de derecha, digna de tal nombre y preparada para ese
momento.
Lo que
pasa es que este reto necesita una visión de lucha atemporal, apostólica, consciente
del ciclo oscuro que nos tocará vivir, que sepa donde se encuentran los radares
del enemigo, que no caiga en lo supuestamente público, que no es público es
solo publicitario, y lo que yo he detectado hasta ahora, son operativos, campañas,
campañas circunstanciales, oportunistas, surfeadoras, pantalleras… el problema político
de los venezolanos con el tiempo lo afronté en un artículo que está en mi blog,
abajo en el texto van a conseguir el enlace.
Bueno
volviendo a la seriedad política, en todos estos partidos de derecha que les
nombre antes, partidos serios, partidos de filosofía y cultura política, los
hay más alineados hacia el liberalismo, y los hay más alineados con la visión
económica keynesiana, algunos son euroescépticos, y otros lo son menos, igual,
si uno se toma el trabajo de consultar sus propuestas ideológicas y
programáticas, se dará cuenta que en ellos no hay nada de fascismo ni de
ultraderecha.
Y
justamente, vamos a tocar el tema de la ultraderecha, porque la ultraderecha
existe y es fácil de identificar si uno no termina imbecilizado por la propaganda
“mainstream” que difunden tanto los medios de comunicación globalistas como
ciertos formadores de opinión.
Los partidos
de ultraderecha son partidos fundamentalistas que son literales, dogmáticos e
intransigentes en cuanto a su conservadurismo, en otras palabras, son
radicalmente reaccionarios, o sea, se oponen tanto a la revolución como a la
reforma, ¿por qué? porque no desean cambios, y muchos sostienen que solo un
retorno al pasado, incluso a un pasado pre iluminista, incluso pre moderno, solo
eso puede restituir valores, instituciones y la verdadera autoridad, sobre todo
autoridad por la gracia de dios, y este dios puede ser el católico, el judío o
el musulmán, porque hay partidos de ultraderecha en todas las religiones
monoteístas. Por ejemplo, se podría afirmar que el régimen teocrático de Irán
es, por su fundamentalismo y por su naturaleza reaccionaria, un régimen de ultraderecha,
al menos en lo que concierne al clero que vigila y supervisa al Estado.
Para la
ultraderecha no hay diferencia entre modernismo y posmodernismo porque para
ellos el modernismo ya se había olvidado de Dios, pero no crean que conversar
con un dirigente de ultraderecha sea como conversar con un cavernícola, si
piensan eso se equivocan de lo lindo, la ultraderecha esta sólidamente
fundamentada, no tiene fisuras, y el diagnóstico que hace de la actualidad puede
ser muy acertado en muchos puntos, son un mundo aparte pero están en este mundo
como decía Paul Elúard y lo observan, lo vigilan atentamente.
Los Amish,
no sé si los conocen, los Menonitas, o sea el radicalismo reformista cristiano,
si ese grupo tuviese un movimiento o partido político sería de ultraderecha,
los monárquicos, no digo todos pero muchos de ellos son de ultraderecha, en
general, los partidos, movimientos o grupos que en cierto modo rechazan tanto
la modernidad racionalista como la posmodernidad nihilista, son de
ultraderecha, y muchos de ellos son apocalípticos, se preparan para el final de
los tiempos, hasta el punto de negarse al proselitismo porque Dios ya escogió, no
quieren mezclarse con los condenados.
Ahora
bien, hay expresiones de ultraderecha, algunas políticamente organizadas, otras
no, en todas partes, y son de todas las religiones.
Hay
varias organizaciones y partidos de ultraderecha en Israel, están los talibanes
en Afganistán, en el fundamentalismo islámico hay organizaciones de
ultraderecha, Hamas en Palestina es esencialmente de ultraderecha, en Suráfrica
hay hubo partidos racistas, eso es ultraderecha, y los hay o los hubo en Centroamérica,
en México, en el cono sur, en fin…
Ahora
compárenme esta noción de lo que es ultraderecha con las peroratas de los globalistas,
en especial de los europeístas, contra la supuesta ultraderecha, “la
ultraderecha fascista”, perorata a la cual se suman en coro ciertos académicos
e intelectuales, incluso ilustres. Globalistas y europeístas confundiendo
fascismo con ultraderecha, o sea lo revolucionario con lo reaccionario, confundiendo
ultraderecha retrógrada de fundamentalismo religioso monoteísta, con los
fascismos que querían cambiarlo todo en forma totalitaria para volver a
neopaganismos imperiales ¿no se dan cuenta de cuan burda y cómica es esta
manipulación? y estamos hablando de académicos, de intelectuales que caen en
esto, debe ser porque saben que su labor embrutecedora, ha sido exitosa.
Bueno amigos y seguidores, es todo
por hoy y como siempre, les pido que se cuiden, y activen su pensamiento, el
que lo cuida todo… nos veremos pronto, hasta luego.
@FBoccanera
ENLACE: En Venezuela nunca hay tiempo http://federicoboccanera.blogspot.com/2019/06/en-venezuela-nunca-hay-tiempo.html
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