domingo, 3 de enero de 2021

La izquierda asocial y su convergencia neoliberal (El método globalista y sus objetivos)


Amigos visitantes y seguidores de este apartado rincón del espacio-tiempo cibernético, donde el objetivo principal no es informar, sino poner a pensar para evitar la atrofia de facultades mentales básicas para la supervivencia.

Desde hacía tiempo quería hacer este video sobre la izquierda neoliberal, aunque no la voy a seguir llamando así, porque eso da la idea de una izquierda que, aunque traidora, de todos modos se pasó a otra ideología, sigue teniendo una ideología, pero la verdad es que esta izquierda no se merece ni siquiera esta gentileza, y es así como opté, después de repasar la historia de su decadencia, por definirla como izquierda asocial, que de paso creo que es algo que la define de forma más acertada, bueno, comencemos.

Pero antes de comenzar, una aclaratoria, como ustedes ya deberían saber, si han seguido mis videos, el globalismo tiene dos agendas, la globalista occidental propiamente dicha y la agenda del comunismo versátil, que es el globalismo chino, que actúa sobre todo en países del tercer mundo, países del hemisferio sur, pues bien hay una izquierda para cada una de estas agendas, y la izquierda que sirve a la agenda del comunismo versátil, ustedes ya la conocen, es la del chavismo en Venezuela, la del PT en Brasil, la del peronismo en Argentina, la de Evo Morales en Bolivia, y desde luego, la del castrismo en Cuba y el sandinismo en Nicaragua.

En general, se podría decir que la izquierda del comunismo versátil es la izquierda confederada en el Foro de Sao Paulo, aunque esta etiqueta no permite captar que hay ciertas diferencias, que no son detalles, por ejemplo, el actual peronismo en argentina, tiene sus propias características, basta estudiar un poco a Ernesto Laclau para entender esto, el PT en Brasil tiene sus corrientes, el Lulismo es una de ellas, pero no es la única.

Y no olvidemos que la izquierda comunista versátil también tiene sus expresiones en el primer mundo, en España, está Podemos, en Italia, está el Movimiento 5 Estrellas, que por ser un partido de puro gatekeeping, de todos modos es muy difícil de precisar porque es camaleónico, y por allí anda una nueva internacional, la “Internacional Progresista”, en donde tenemos a Celso Amorín, Fernando Haddad, Rafael Correa, Noam Chomsky, Gustavo Petro, Yanis Varoufakis, esta internacional progresista sin duda alguna agrupa al comunismo versátil.

Pero, ¿qué está pasando aquí? pasa, que el comunismo versátil es muy heterogéneo, agrupa trayectorias que pueden ser muy variadas, por ejemplo, el comunismo versátil de Alexandria Ocasio Cortez del partido demócrata de los EE.UU., no es exactamente igual al de Bernie Sanders, que es más globalista, más atlantista que caribeño, y se parece más al comunismo versátil de Jeremy Corbyn del partido laborista inglés, partido en donde también hay globalismo puro como el de Tony Blair y su descendencia, bueno, no sigo para no enredarme demasiado, y no enredarlos a ustedes.

De todos, y a pesar de su topografía variada, hay que entender que toda la izquierda del globalismo y sus dos agendas es de todos modos es una izquierda asocial, porque el globalismo es asocial, plantea la supresión de la sociedad, PERO, en su propaganda, en su relato, la izquierda del comunismo versátil da la impresión, no solo de ser más radical y combativa, sino de conservar todavía, cierto discurso teatralmente revolucionario de inclusión social, incluso de lucha de clases, aunque en la práctica, esto no sólo no se ha visto reflejado, sino que ha terminado por generar contradicciones escandalosas, por ejemplo, en la creación de nuevas burguesías, de una verdadera oligarquía, con burocratismo y clientelismo en grado de metástasis, Y, sobre todo esto, un océano de corrupción que ya se ha vuelto estructural, cultural, o como dice Gabriel Albiac, “Constituyente”. 

¿Y cuál ha sido la primera derivación de esta constituyente de la corrupción? una nueva casta, nuevos privilegiados, y digo nuevos privilegiados, porque además muchos privilegiados del viejo régimen, de la oligarquía anterior, han seguido como si nada, desde luego, esto de la casta, que no es otra cosa que la instauración de sistemas de poder realmente mafiosos, es una vieja historia de los regímenes comunistas, aquí no hay nada nuevo, porque al fin y al cabo, la historia de la izquierda real, es una historia de izquierda antisocial y asocial, sobre todo en su dirigencia y en sus cuadros superiores.

LO QUE PASA, lo que pasa… es que si uno por ejemplo se pone a ver lo que ocurrió en la Alemania del este, en Checoslovaquia, en muchos países de la cortina de hierro, uno puede observar, incluso hoy en día, que en medio del horror, si hubo transformaciones concretas en lo social, hubo construcción de seguridad social, fue una construcción deforme, malsana, que nos parece horrible en muchos aspectos, pero si la hubo, tal como también ocurrió con las construcciones de seguridad social del fascismo italiano y del nazismo alemán, y en todos estos casos, se obtuvieron resultados tangibles, medibles, nada menores, Y ESTO, ES MUY DISTINTO a la farsa, a la farsa perversa erigida por el chavismo, o los Kirchner, o la de Lula, que son insultos sin fin a la moral, a la dignidad, a la inteligencia, ¡al pueblo! porque son obras de demolición social pura, de aniquilación social, son verdaderas muestras de izquierda asocial que solo puede generar sociedades lumpen, desde lumpenburguesías arriba en lo alto, hasta lumpenproletariado más abajo.

Recuerden también que la gran receta anticomunista de posguerra aplicada a todo occidente, comenzando por las naciones perdedoras, Alemania e Italia, se fundamenta en el mantenimiento de Estados sociales, de Estados de welfare, que ya habían sido concebidos, erigidos y echados a andar por el fascismo y el nazismo, sin dejar de reconocer que el Estado social alemán fue una creación de los tiempos de Bismarck, y que también en Italia, previamente al fascismo, hubo una iniciativa parecida, pero el gran impulso hacia el welfare, hacia el Estado social, hasta convertirlo en algo estructural, que además fue funcional, ese impulso fue proporcionado por el fascismo y el nazismo.

Por cierto, esto de la gran receta anticomunista que se aplicó en el mundo libre para prevenir cualquier avance del comunismo más allá de la cortina de hierro, receta que explica el auge de la social democracia y el social cristianismo en la mayoría de los países de occidente, es muy importante que la conozcan para comprender lo que voy a explicar hoy, de esta gran receta anticomunista me ocupé en el video número once “Socialismo, Comunismo y la “Gran Receta Anticomunista”, cuyo link esta abajo en el texto descriptivo.

Ahora bien, hoy les voy a hablar de toda la izquierda asocial globalista -que no desea la superación de las clases sociales, sino la superación de lo social- y que se encuentra en convergencia perfecta con cierto capitalismo, que dejó, hace un buen tiempo atrás, de fingir que era virtuosamente liberal. Este es un fenómeno que no es reciente, no es una consecuencia de la caída del bloque soviético en los noventa, aunque eso desde luego influyó, tampoco empezó, como muchos suponen, con esa izquierda culturosa, de intelectualismo exclusivamente burgués, que se desarrolló sobre todo a partir de los años sesenta, sobre todo a partir de ese "1968", cuando la izquierda en todas sus expresiones comenzará a aburguesarse y el neoliberalismo comenzará su ofensiva política, desde luego ese proceso fue decisivo para el desarrollo de la izquierda asocial, pero la decadencia empezó antes, se gestó antes.

A partir del 68 hizo eclosión una nueva generación, pero la gestación originaria de esta izquierda asocial, la cual, según dos pensadores marxistas, el español Santiago Armesilla que la despacha como “izquierda indefinida”, y el italiano Diego Fusaro que la define como “izquierda fucsia”, la gestación de este engendro, comenzó antes, mucho antes.

Por cierto, Armesilla y Fusaro son jóvenes representantes de cierta izquierda marxista o marxiana, que se opone a esta izquierda degenerada, y que en el caso de Diego Fusaro está proponiendo ideas de izquierda con valores de derecha, los valores olvidados de la derecha, y las ideas abandonadas por la izquierda, pero se trata de un fenómeno que numéricamente sigue siendo muy reducido.

Bueno, volviendo al tema, este engendro de la izquierda asocial, realmente comenzó a desarrollarse hace bastante tiempo, más de lo que muchos se imaginan.

Señores, la Escuela de Frankfurt, la de Horkheimer y Adorno, la de Habermas y Marcuse, nació durante la República de Weimar en Alemania, en los años 20 del siglo pasado, hace casi 100 años, y esa misma República de Weimar, depurada de elementos extremistas, y bajo régimen de soberanía limitada y tutoría atlántica, fue reimpuesta en Alemania después de la segunda guerra, y esa depuración no incluyó a la Escuela de Frankfurt, la cual siguió, y nunca dejó de ganar prestigio intelectual y académico, incluso en los Estados Unidos, en las universidades de los EE.UU., en importantes universidades de los Estados Unidos.

Y el caso de Antonio Gramsci y de su vigencia permanente, es igual de ilustrativo de cómo después de la segunda guerra no hubo ninguna depuración, sino todo lo contrario, hubo promoción, promoción y propagación, y esta promoción y propagación no fue un plan de la Unión Soviética señores, no fue un plan comunista de infiltración… el pensamiento de Gramsci y la escuela de Frankfurt, prosperaron en las mejores universidades de occidente, por las cuales muchos políticos importantes del mundo libre, supuestamente democráticos, no solo pasaron, sino que allí comenzaron sus carreras políticas, y aquí tampoco se trata de objetar la libre investigación académica, algo que debe defenderse sin duda alguna. 

Pero es que la operación no fue de libertad académica, o de libertad de cátedra, fue de hegemonización y dominio de la academia, de creación de un ejército intelectual, de creación de intelectualidad orgánica en todos los ámbitos, y bajo el pretexto de la autonomía universitaria, toda la política occidental, incluyendo la de los EE.UU., permitió esta transformación de las universidades en el semillero de todo un sistema intelectual, cultural y artístico, de izquierda.

Y aquí habría que agregar otras corrientes y escuelas de pensamiento además de Gramsci y la escuela de Frankfurt, me refiero al estructuralismo y sus derivados, el de Lévi-Strauss, Lacan, el de Michel Foucault, Louis Althusser y otros más, está la escuela de Budapest, donde están Georg Lukács e István Mészáros, está el post-marxismo, de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, en fin, hay toda una pléyade de pensadores, muy importantes, que habría que estudiar, además de Marx, Lenin, ¡Trotsky! que fue un precursor del globalismo!, Señores, estamos lejos de conocer al enemigo, muy lejos, y en la derecha no hay nada comparable a esto, hay pensadores de mucho mérito, como no, pero no hay nada comparable a las bibliotecas enteras que la izquierda ha sido capaz de levantar.

¿Y por qué todo esto se permitió en occidente? ¡OK! ¡los comunistas nos infiltraron! pero si eso fue así, fue una infiltración visible, a la luz del día, no fue una conspiración a la sombra, y frente a esto, la pasividad y el generoso subsidio del sistema político de occidente, constituyen una evidencia resplandeciente, encandilante, y esto no puede despacharse con justificaciones de universalidad, autonomía universitaria, libertad académica, debate de ideas, etc.

Tomen en cuenta que esta pasividad y este generoso subsidio del sistema político frente a la obra de hegemonía cultural de la izquierda, es la pasividad y complicidad del sistema político de la gran receta anticomunista principalmente, y estos hechos están relacionados, mejor dicho, no hubiesen ocurrido el uno sin el otro, por lo tanto son complementarios dentro de un mismo proyecto político.

Y aquí no se trata de conspiracionismo ni paranoia, es un hecho real, que ocurrió y sigue ocurriendo, frente al cual la alcahuetería occidental, es muy difícil de explicar, hasta que se detecta la existencia real del globalismo, y uno comienza a estudiarlo, a estudiar sus orígenes, y es allí cuando uno comienza a entender que existe un proceso que no es, una conjura de los comunistas para hacerse con el mundo, no, no es eso, y es por eso, que la trama de eso que llaman el “marxismo cultural” no es solamente una trama tonta, justificable por ignorancia de la política, ES una trama encubridora cuyo objetivo es escondernos la corresponsabilidad que el neoliberalismo tiene en el proceso globalista. Los denunciantes del marxismo cultural, nos impiden ver la deriva liberal, su degeneración, y su confluencia con la izquierda asocial.

Y si no logramos ver esa confluencia entre izquierda asocial y neoliberalismo, mucho menos lograremos ver el desarrollo en el tiempo de todo esto, entender que esto es un desarrollo de siglos, en donde se puede retroceder con cierta certeza hasta descubrir que es algo que viene desde el renacimiento, la ilustración, la revolución francesa, desde eso que llamamos la modernidad, y el no entender esto, también nos impide entender que este desarrollo posee una complejidad, que no se puede reducir, a una conjura de los marxistas culturales y el comunismo, o a una conjura de “illuminatis”, masones, jesuitas y satánicos, o a una conjura de los ricos, de las transnacionales y la banca internacional, una conjura de los Soros, los Rockefeller y los Rothschild, ¡NO! NOO! 

Se trata una conjunción que debe ser estudiada con seriedad, con paciencia, que va más allá de las ideologías políticas y las teorías económicas, que tiene que ver con algo más profundo, que tiene que ver con una visión cosmológica armónica, de fe y razón, cuya sabiduría fue alterada por el triunfo de la sola razón, de la racionalidad, de la ciencia, de la técnica, todas cometiendo un pecado de arrogancia, de “hybris”, o sea, de presunción sin límites, es una pretensión de poder absoluto, que comenzó retando a los dioses, y ahora se dispone a retar a la humanidad, para establecer un nuevo reino.

Y esto es lo que en el fondo es el globalismo: Hybris.

Bueno, antes de seguir… quisiera avisarles que el proceso de degeneración política del liberalismo en neoliberalismo, ese proceso lo expliqué en un video anterior, en el video número 14, que se titula “LIBERALISMO Y NEOLIBERALISMO, o cómo fue que llevaron la libertad al mercado y la vendieron...” bien, seguimos…

Señores, es muy importante, es crucial que entendamos que se desarrolló un fenómeno de convergencia evolutiva decadente, entre izquierda y liberalismo, ambos en sus expresiones degeneradas, el cual dio como resultado este globalismo actual que se plantea el "fin de la historia", para finalmente transformar a la misma modernidad, en la negación nihilista de toda civilización, porque así es señores, ni la modernidad se salva de esto.

Bien, enfilemos de una vez hacia la izquierda asocial del globalismo, que se expresa claramente en la actual izquierda europea, a la cual por una convención partitocrática se le denomina “centro izquierda”, y CUIDADO, cuidado porque no podemos dejar de lado a cierta derecha zambumbia, el “centro derecha”, que es un mazacote, un amasijo sobre todo socialcristiano, que ignominiosamente aterrizó en el vertedero del neoliberalismo, bajando por una larga pendiente de degradación moral, que fue la que afectó a todo el socialismo reformista, que también fue socialcristiano, por lo tanto hay partidos como el Partido Popular español, que a pesar de cierto encorbatado supuestamente conservador, son partidos progresistas, y no representan ningún problema para el globalismo porque ya se consolidó la convergencia entre izquierda asocial y neoliberalismo.

Y esta convergencia viene de lejos, pero pasó por una etapa muy importante, que nos permite entender mucho de lo que nos pasa hoy en día, y me refiero a la época de esa gran receta anticomunista que se aplicó después de la segunda guerra mundial, que impuso en la mayoría de los países occidentales, Estados sociales, Estados de bienestar, con un sistema partitocrático socialista, perfectamente domado y adaptado, que debía servir como vacuna de pacificación social contra el virus comunista. 

Y en este sistema de socialismo domesticado, de socialismo instrumental a la alianza atlántica antisoviética, había, hay, aún hay, partidos social demócratas de centro izquierda como Acción Democrática, o el PSOE, y, partidos social cristianos de supuesto “centro derecha” -y pongan eso de “derecha” entrecomillas- porque estos partidos de centro derecha como COPEI, o el actual PP de España, de todos modos son socialistas, son progresistas, realmente son de izquierda, aunque hoy en día toda la izquierda asocial del globalismo, tanto la de centro izquierda como de dentro derecha, en su obra de gobierno aplican con entusiasmo recetas neoliberales de precarización y compresión social, como la privatización del Estado social de bienestar y de las empresas estatales, y la liberalización, flexibilización del mercado de trabajo.

Y es sobre todo a partir de este proceso de posguerra, que comienza a gestarse esta izquierda asocial europea, porque desde el principio estamos ante una izquierda sumisa al poder atlantista, que nunca dejará de ser sumisa, y hoy en día esta izquierda, a diferencia de la izquierda del comunismo versátil, es más homogénea, está más normalizada, desde luego siempre hay variaciones que responden a ciertas inevitables diferencias, que siempre existen entre los diversos países, Y, para que tengan una visión panorámica de esta fauna, vamos a hacer un elenco de sus integrantes, en donde también hay representantes en Latinoamérica, porque la gran receta anticomunista, también fue aplicada en América, se trataba de una vacuna a ser aplicada en todo occidente.

Bien, comencemos con las organizaciones internacionales y europeas que agrupan a todos estos partidos, estas organizaciones son importantes, y en nuestro caso nos serán útiles, para ubicar tendencias, y entre estas organizaciones que voy a mencionar están los partidos europeos, que son empresas transnacionales que agrupan a las diversas ofertas electorales que ofrece el parlamento europeo de Bruselas, y esto es muy significativo, porque la Unión Europea es el máximo triunfo del globalismo.

Bien, comencemos por la organización de mayor tradición…

Que es la Internacional Socialista, que muchos de mis seguidores seguramente ya conocen, yo aquí no voy a hacer la historia de cada organización, ni siquiera de esta que es la más antigua, yo realmente deseo que ustedes también se pongan a investigar, sobre todo que se pongan a investigar cuales partidos pertenecen a cada una de estas organizaciones, porque ese es un buen dato para formarse una idea de la ubicación de cada partido en el falso espectro político del globalismo, que es falso porque en él todos los partidos, en la medida de sus planes de mercado, deben ser de centro, centro derecha, centro izquierda, centro liberales, centro humanistas, todos deben ser de centro porque eso es lo políticamente correcto.

Bueno, disculpen el paréntesis, sigo…

La internacional socialista se fundó en 1951, aunque deriva de alguna forma de la segunda internacional, la de 1889, es por lo tanto una organización con cierto abolengo, y muy rápidamente les diré que miembros de esta internacional son partidos tanto de Europa como de América y otros continentes, me refiero a Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, Voluntad Popular, el Partido Liberal Colombiano, el APRA del Perú, el PRI de México, el PSOE de España, el partido socialista francés, el partido laborista del Reino Unido ¡el partido laborista de Israel! el de Ben Gurión, Golda Meir, Yitzhak Rabin, Shimon Peres, etc…

Ahora vayamos al PES, Partido Socialista Europeo, es como la extensión de la Internacional Socialista, en la Unión Europea, pero totalmente sumisos, supinamente sumisos al globalismo, en este grupo están el SPD, partido socialdemócrata alemán, el Partido Democrático de Italia, el Partido Socialista de Portugal, el PSOE de España y Partido Laborista del Reino Unido.

Y ahora vamos a entrar a la zona que sigue confundiendo a mucha gente, la de los grupos socialcristianos y demócrata cristianos, que como ya les expliqué son socialistas, aunque estúpidamente o para despistar, algunos los llamen conservadores, y como categoría partitocrática se les llame centro-derecha, pero en realidad son partidos de izquierda, como lo era el partido COPEI en Venezuela, cuidado con esto, porque aunque no lo parezca, un partido como el PP español, no es de derecha, ni siquiera de centro-derecha, es un partido de socialismo reformista, y estos partidos socialcristianos, programáticamente no son distintos de los partidos socialdemócratas salvo en detalles de pura diferenciación electoralista, de mercado político, porque todos son partidos de consenso democrático, de status quo, de establishment, son partidos de partitocracia, los partidos de esa falsa democracia donde hay alternabilidad pero no alternativa.

Y además como hoy en día todos son globalistas, el hecho de que sean de centro izquierda o de centro derecha son etiquetas que no definen nada, porque tanto la izquierda asocial como el neoliberalismo son convergentes, son socios, todo es un engaño para hacer creer que hay pluralidad, y por lo tanto para hacer creer que hay democracia, si, una democracia políticamente correcta funcional a una partitocracia, que debe servir a los sistemas de poder que han privatizado al Estado. Ni más ni menos es la democracia gatopardiana, en donde los cambios son para garantizar que todo siga igual, lo que yo defino como tiranías de emperador invisible, que es el verdadero régimen político del globalismo, en su fase actual, temporal.

Bien, vamos con estos partidos de supuesta derecha, de falsa derecha, que a nivel europeo se agrupan en el Partido Popular Europeo, al cual pertenecen los republicanos franceses, el CDU alemán, Forza Italia el partido de Berlusconi, el Partido Social Demócrata de Portugal, el PP, partido popular de España, y muchos otros. 

Y todos estos partidos a su vez, con la excepción de Forza Italia, participan ya a nivel internacional, de otra agrupación que es la Internacional Demócrata de Centro, la otrora Internacional Demócrata Cristiana.

A la cual pertenecen, representando a latinoamérica, el Partido Socialcristiano COPEI, el Partido Conservador de Colombia, el Partido “Centro Democrático” de Iván Duque, el partido PAN de México, el Partido de la Social Democracia de Brasil, el Partido Demócrata Cristiano de Chile, el de los Eduardo Frei, padre e hijo, etc.

Y ahora pasemos al grupo de los Verdes Europeos, donde están los partidos verdes, los ecologistas, que representan a la agenda ambientalista, todos son de izquierda y totalmente globalistas, el ecologismo es muy importante para el globalismo, porque además de ser la excusa para cambiar a un modo de producción compatible con la superación de la sociedad tradicional como modelo social, cultural, ético, religioso, se complementa con la creación de un panteísmo ecuménico, de religión de la madre tierra, de la Pachamama, que deberá sustituir a las religiones de la civilización.

Tenemos también el Partido de la Izquierda Europea y El Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, dos grupos muy heterogéneos donde encontramos partidos de izquierda de todo tipo, tanto de comunismo versátil, como globalistas, partidos ecologistas, y partidos comunistas propiamente dichos que aún sobreviven.

Y finalizamos con un grupo muy interesante, la Alianza Progresista, que no se debe confundir con la Internacional Progresista que les nombré al principio, porque esta agrupación desea proyectarse como la nueva internacional socialista, pero en un sentido globalista más completo y acabado, que agrupe partidos de las dos agendas globalistas, y que se encuentre mejor alineado con las agendas de la ONU y del Foro Económico Mundial de Davos.

Y en esta internacional está el MAS de Bolivia, el partido de Evo Morales, el PT de Brasil, el partido de Lula, está el Partido Socialista de Chile, el de Ricardo Lagos y Michele Bachelet, el SPD alemán, el partido laborista de Israel, el partido Al-Fatah de Palestina, el PSOE, del inefable Pedro Sánchez, el partido laborista del Reino Unido, el Partido Democrático de Italia, Y, está el Partido Demócrata de los Estados Unidos ¿Qué tal? ¡Felicitaciones a los seguidores de Joe Biden por estar en tan buena compañía!

En Venezuela, tenemos a los partidos que son del Gran Polo Patriótico, o sea los que gravitan en torno al chavismo, que son comunistas versátiles, y el resto de los partidos, todos los partidos que integran la oposición visible, sean o no de la MUD o del Frente Amplio, son globalistas, y dentro del globalismo de centro-izquierda, tenemos a Acción Democrática, Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo, La Causa R, y Avanzada Progresista, el partido de Henri Falcón, y dentro de los neoliberales progresistas, partidos de centro-derecha, tenemos a COPEI, Primero Justicia, Proyecto Venezuela, y otras entelequias centro-humanistas, centro-liberales, centro-lo-que-sea, en fin el zoológico electoralista del centro.

Bueno, no voy a seguir porque de verdad, deseo que investiguen, les he dado muchas pistas, sería bueno que Ustedes también se pusieran a investigar.

Señores a los partidos del comunismo versátil es fácil identificarlos porque son más honestos en el despliegue de sus intenciones, parece mentira pero hay un rasgo de honestidad en el comunismo versátil, porque en ningún momento esconden sus objetivos, pero con los partidos globalistas sean de izquierda, los de centro-izquierda, o neoliberales, los de centro-derecha, es más difícil dar con la verdad, porque aquí ya no importa saber si estos partidos son de izquierda o derecha, liberales o humanistas.

Aquí lo importante es saber si están con el globalismo, y esa es la investigación que la ciudadanía debe hacer, hay que averiguar si están o no están con las agendas de desarrollo sustentable de la ONU, la Agenda 21 y la Agenda 2030, si están con el Foro Económico Mundial de Davos, si están con el actual Papalumpen, el comandante Bergoglio, hay que averiguar si tienen nexos con organizaciones como la Open Society de Soros, o con el National Endowment for Democracy, o con ciertos partidos europeos o con ciertas agrupaciones internacionales, como las que ya les describí, e incluso no detenerse allí, porque está por ejemplo, el Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos, el ECR Party, que de todos modos es una agrupación internacional altamente sospechosa, porque tienen como partido afiliado al Partido Republicano de los Estados Unidos, cuyo establishment es 100% globalista, y lo lamento por Trump, aunque Trump esto lo sabe mejor que nadie, pero lo realmente importante que habría que investigar, es saber quién financia a estos partidos, eso sería lo decisivo pero eso ya es mucho pedir, porque el periodismo libre e independiente, es un periodismo en vías de extinción.

Bueno, después de esta exposición sobre la variada fauna de las organizaciones políticas globalistas, sigamos, que me falta mucho por exponer…

Y aquí vuelvo a lo que se presentó después de la segunda guerra mundial con la gran receta anticomunista, porque fue una operación de imposición de un régimen político partitocrático socialista para los países europeos, financiado por el Plan Marshall -que no era solamente un plan de reconstrucción- y todo esto se basó en el principio atlantista, de los Estados Unidos y el Reino Unido, de limitación de la soberanía para los países europeos, a ser aplicada primero en los países vencidos, Alemania e Italia, y luego en los demás países conforme a un proyecto de supresión de las Estados-nación europeos, que debía desarrollarse primero como mercado común, pasando por la situación actual de Unión Europea con fronteras internas abiertas, hasta desembocar en algún momento del futuro en la unión política, o sea, en los Estados Unidos de Europa. 

Y este principio de limitación de la soberanía para poder transitar hacia la unión, no solo siguió vigente después de la superación de la amenaza soviética en los noventa, que era supuestamente lo que justificaba todo este proyecto, más bien a la caída del Muro de Berlín, la Unión Europea se consolida, se establece definitivamente, y se expande hacia el este, porque debía servir para absorber a las naciones de la cortina de hierro, y como el meollo consiste en la limitación de la soberanía, eliminando fronteras entre Estados nacionales, estos planes de la gran receta anticomunista y el de la Unión Europea, son globalistas desde el principio, desde su concepción.

Por  lo tanto el globalismo se ejecuta desde el mismo principio de la segunda posguerra mundial, a partir de 1945, y se expresa tanto en la gran receta anticomunista como en el proyecto de la unión europea, y también en la estrategia de la tensión, que explicare más adelante, estos tres métodos se conciben juntos desde el principio, y no se trata de proyectos supeditados a la guerra fría, debían ser funcionales a la lógica de guerra fría, desde luego, pero se proyectan más allá de esto, y no se trata de proyectos democráticos… porque la Unión Europea agrupa a gobiernos nacionales que son partitocracias, oligarquías de consenso, determinadas por un diseño de poder atlántico, que es un diseño desde arriba, y esto es lo crucial de la gran receta anticomunista, que se supone que es anticomunista, antifascista, anti totalitaria, pero no es democrática, este proceso fue muy bien descrito por el pensador español, Antonio García Trevijano, en su libro “Teoría Pura de la República”, del cual voy a leer un extracto:

Finalizada la guerra mundial, el miedo a un retorno de las ideologías totalitarias motivó el blindaje del Estado con normas constitucionales que, suprimiendo la representación política mediante el sistema de elección proporcional, convirtieron a los partidos políticos en órganos estatales y en titulares exclusivos del poder constituyente (o sea, de la soberanía).

Dictaduras sucesivas por turno de partidos estatales. La integración de los partidos de masas en el Estado no ha causado la de las masas, ya seducidas por el Estado asistencial de las dictaduras. Los partidos no conforman la voluntad general, sino la voluntad de poder de una clase política estatal.

El poder militar Estadounidense improvisó poderes estatales para acordar la reconstrucción europea, al mismo tiempo que el poder cultural (la Unesco) organizó encuentros internacionales (en Ginebra, en 1947) entre los intelectuales para definir el porvenir de Europa.

Los partidos estatales no tienen otra finalidad que la de gobernar por turnos, enriqueciendo prebendariamente a sus amigos o deudos, (y se enajenó todo) llamando democracia a la partidocracia, y libertad de pensamiento, al consenso.

A la sinarquía de ambiciones e ignorancias, fundadora del Estado de Partidos, cada parte de la innoble transacción aportó lo que tenía en común. La condición de perdedores impotentes ante la ascensión brutal del fascismo y del nazismo.

Los Adenauer o De Gasperi aportaron el fraternal abrazo de los derrotados, como pedían (los) cerebros trasnochados en los Reencuentros de Ginebra, organizados por la Unesco. Retornar al parlamentarismo vencido, pero transformando a los partidos, con el sistema proporcional, en órganos del Estado financiados por los contribuyentes.

La historia se repetía como bufonada. Reproducía lo que sucedió tras la muerte de Robespierre. Máxima libertad de obrar para capitales especulativos, con mínima libertad de actuar políticamente en la sociedad. Resultado: sociedad civil sin conciencia de sí misma, disolución de la confianza en la política, y aceptación de la continuidad del orden público y social creado por dictaduras asistenciales. 

El mensaje de los primeros gobiernos del Estado de Partidos repetía el de Thiers a los franceses de la monarquía orleanista.

¡Enriqueceos!

¡Enriqueceos! El mismo mensaje de Deng Xiaoping al inaugurar en China el globalismo, en 1978, “enriquecerse, es glorioso” 

Así que el globalismo como principio rector del nuevo orden mundial está presente desde el principio, desde el primer giro del actual ciclo histórico, que comienza con la Conferencia de Yalta en 1945 y concluye con el asesinato de JFK en 1963, pero su fase neoliberal en Europa solo podía avanzar en la medida que el proyecto de la Unión Europea fuese avanzando, y esto dependía del control del comunismo europeo en los países de Europa occidental, su control y su neutralización, porque el resto de la izquierda es ya partitocracia asimilada al Estado y no debía dar ningún problema. 

Pero había que esperar sobre todo por el aburguesamiento de la sociedad (el “enriqueceos”), que tardaría una generación y comenzaría a estar listo solo a mediados de los años sesenta, y este aburguesamiento consistió en la transformación de la sociedad tradicional en sociedad de consumo: eso permitiría la superación de todo relato de lucha de clases, y toda necesidad de defensa de la clase trabajadora, que se fue transformando en defensa de los derechos, de los consumidores y usuarios, porque el problema ya no debe ser de ascenso o de inclusión social, sino de “calidad de vida”.

Y todo parece muy bueno, todo parece presagiar un futuro esplendoroso. Por lo tanto, después de la segunda generación y ya entrando en el tercer giro histórico en los años ochenta, ha llegado la hora de comenzar a venderle a la gente lo del sueño europeo, la Europa Unida, sin fronteras, incluso se le vende a la gente la idea de que eso formará una gran potencia, la verdadera potencia.

Ojo, aquí no estoy haciendo una crítica generalizada, muy lejos de mi estaría la crítica al Estado social de bienestar y a la mejoría en la calidad de vida, cuando todo va bien no se debe criticar tanto lo que está a la vista, sino andar atentos a lo que está detrás, y eso que está detrás, gracias a la historia cíclica, aflora a su debido tiempo, a pesar de la voluntad y la presunción de las elites por aplanar los ciclos, e imponer el progreso como una historia lineal, y es lo que estamos viviendo en este momento y  en todas partes, donde el ecosistema pantanoso y oculto del poder profundo, gracias a esta crisis de cuarto giro, se está volviendo visible .

Y esta es la oportunidad perfecta para denunciar un proceso, que por cierto, y esto es importante, es un proceso de transformación de la política en antipolítica mediante la supresión del conflicto público, o sea, la supresión de lo político, como algo inmanente, inherente a toda sociedad de cierta complejidad, de hecho, esta izquierda asocial y el neoliberalismo son antipolítica, y el proceso de la antipolítica es un proceso que debe controlar y desvirtuar primero, todos los cuerpos intermedios entre Estado y sociedad, como lo deberían ser los partidos, los sindicatos, los medios de comunicación, y cualquier organización colectiva realmente civil, hasta acabar finalmente con las mismas instituciones y así conquistar el Estado al privatizarlo. 

Y en este proceso se debe sustituir cada uno de estos cuerpos intermedios e institucionales con castas, con mafias, con raleas, o sea, con cuerpos socialmente cerrados, en donde la corrupción es factor constituyente y factor dinamizador. Señores, la corrupción es un factor constituyente, no es una consecuencia indeseada, les recomiendo que lean a Gabriel Albiac, abajo en el texto puse un link.

Amigos, al tratar de describir todo esto, créanme que tengo que hacer un esfuerzo para limitarme al actual ciclo histórico que comenzó en 1945, y así poder concentrarme en los orígenes de la degeneración de la izquierda, aunque lo correcto sería explicar también la etapa previa donde se construyó su auge, y por lo tanto debería explicar cómo fue el ascenso del orden liberal, de los Estados liberales, sobre todo en el siglo XIX y de cómo ese orden ya a finales de ese siglo decae, y cómo de la luminosa Belle Époque globalizada, se pasó a la primera guerra mundial, y a la revolución bolchevique, y al auge de los fascismos, pasando por la crisis sistémica de 1929. 

Hay todo un ciclo histórico, un saeculum que va desde 1860-70 hasta 1945, que tocaría explicar debidamente, y debería también explicar que todo ese auge liberal, se vio acompañado por el primer globalismo funcional que fue el colonialismo, y esto sigue siendo así, porque tras la fachada del globalismo actual sigue habiendo colonialismo, opuesto a la autodeterminación soberana de cada nación. 

¿Y porque sería tan importante describir el ascenso, auge y caída de ese liberalismo? porque sin eso no se entendería todo lo que habría que explicar sobre la izquierda de ese mismo período, a partir del mismísimo Karl Marx, que vivió ese período, y de cómo pasamos de la izquierda de ingeniería social marxista-leninista, de supuesta liberación de las clases sociales, a la izquierda del capitalismo inclusivo, de unión del gran capital con la iglesia masónica del comandante Bergoglio, una izquierda de disolución y fusión del tejido social.

Bueno…de todos modos voy a relatarles algunas historias, tratando de resumirlas lo más posible, se las voy a contar usando el hacha, pero aun así se las debo contar, la primera es la historia del comunismo italiano de posguerra, que permite comprender el proceso de degeneración de la izquierda, pero también un proceso en donde cualquier intento de determinación nacional, choca con poderes que ya son globales, que no permiten decisiones o pactos fuera del determinismo atlantista. 

La otra historia, también es un resumen muy condensado de lo que pasó a la que era la fuerza más vital de la izquierda, que era el movimiento laboral, el movimiento de la clase trabajadora, y les hablaré un poco también de un tema que de por si necesitaría muchísimos videos para ser explicado, que es el tema de la “estrategia de la tensión”.

Bien, vamos con la primera…

El Partido Comunista Italiano, después de la segunda guerra mundial, entra a formar parte del sistema partitocrático italiano, y esto ocurre por muchas razones, la Unión Soviética es el aliado vencedor y eso debe reconocerse y respetarse, porque además hay pactos, que duraran poco porque la guerra fría comenzará pronto, pero aún hay pactos en ese momento, la otra razón es que la liberación de Italia del fascismo fue una verdadera guerra civil en donde los partisanos comunistas fueron protagonistas, por lo tanto, el fascismo fue prohibido, era el perdedor, pero no así el comunismo que emerge del lado de los vencedores.

Por lo tanto, no hay forma de no reconocerle el derecho a la existencia al Partido Comunista Italiano, el cual de paso se comporta correctamente dentro del sistema democrático, aunque no hay duda que pertenece a la órbita del comunismo soviético y esto sigue siendo así por unos años, de hecho, en 1956 ocurre la invasión de Hungría por parte de la Unión Soviética, y el partido apoya la operación, y al años siguiente, 1957, el partido se declara contrario al Tratado de Roma, que instituye la comunidad económica europea, por lo tanto se puede hablar de un partido aun alineado con las directrices soviéticas.

Y esto sigue así por un tiempo, periodo en el cual el partido comunista no cesa de crecer, hay altibajos, pero no cesa de crecer sobre todo en el ámbito laboral, dominando los sindicatos, y ejerciendo funciones de gobierno en regiones muy importantes de Italia como Emilia-Romaña y Toscana.

Pero a partir de los años sesenta esto comienza a cambiar, entramos en el segundo giro histórico, que es de revolución de la conciencia, y ocurre el hecho trascendente de la Primavera de Praga de 1968, en donde la Unión Soviética aplastó militarmente, un intento de democratización del comunismo, que no era otra cosa que un intento por transformar el socialismo de transición hacia el comunismo, en un socialismo permanente, fin en sí mismo, que no debe desembocar necesariamente en el comunismo, en otras palabras, los soviéticos en Checoeslovaquia, sofocaron sin miramientos la irrupción de un socialismo democrático, reformista, revisionista, dentro de la cortina de hierro.

Al mismo tiempo, en ese mismo año 68, ocurren las revueltas de la juventud en muchas partes del mundo, y aunque todo el mundo habla del “Mayo Francés”, lo que ocurrió en Francia, ocurrió en muchas partes, y estas revueltas que son de izquierda, son un movimiento de revolución de la conciencia, que es contracultural, se rebela contra lo sociedad tradicional, y aunque a este movimiento se suma la clase trabajadora, es un ya un movimiento de clase media, pero no de clase media común, sino de burguesía ilustrada, cuyo verdadero objetivo es activar la circulación de las elites, crear unas nuevas elites.

Y estos procesos, el de Praga y el del 68, desembocan en el surgimiento del “eurocomunismo”, en los años setenta, ¿y qué es el eurocomunismo, es un movimiento de emancipación de los partidos comunistas de Europa, con respecto al comunismo soviético, el cual, retomando los ideales de los socialistas de la Primavera de Praga, se lanzan con un proyecto político e ideológico de revisionismo marxista, a mitad de camino entre el marxismo-leninismo y el socialismo socialdemócrata, y aunque este proyecto es impulsado por los partidos comunistas de Italia, Francia y España, no hay duda que el protagonista, no solo en lo ideológico, sino en lo político, fue el Partido Comunista Italiano.

¿Y por qué no hay duda? porque casi al mismo tiempo, en Italia se está preparando un pacto político estratégico, entre el partido comunista y el partido de la Democracia Cristiana, aunque sería más preciso decir, un acuerdo entre Enrico Berlinguer, secretario general del PCI y Aldo Moro, líder fundamental de la Democracia Cristiana y 5 veces primer ministro de Italia, porque tanto el ala más a la izquierda del Partido Comunista como el ala más a la derecha de la Democracia Cristiana, estaban en contra.

¿Y en qué consistía este acuerdo, conocido como el “Compromiso Histórico”? bueno aquí les voy a leer una definición bastante satisfactoria que se encuentra en la Enciclopedia Italiana “Treccani”:

Esta estrategia se basó en la necesidad de colaboración y concertación entre las fuerzas populares de inspiración comunista y socialista, con las de inspiración católico-democrática, con el fin de crear una alineación política capaz de llevar a cabo, un programa de profunda rehabilitación y renovación de la sociedad, y del Estado italiano, sobre la base de un consenso de masas tan amplio que pudiese resistir las reacciones de las fuerzas más conservadoras.

¿Y cómo terminó este acuerdo? Bueno, comenzó con un preaviso, el atentado contra el comunista Berlinguer durante una visita a Bulgaria en 1973, y terminó con el magnicidio del demócrata cristiano Aldo Moro en 1978, de manos de las “Brigadas Rojas”, una organización terrorista de izquierda, que la investigación histórica se ha encargado de mostrar como lo que era realmente, como una organización que fue permitida, infiltrada, vigilada y maniobrada por un sistema de poder paralelo al Estado italiano, el verdadero Estado profundo italiano, que no es italiano, es atlantista, o sea, es controlado por el Deep State de los Estados Unidos y el Reino Unido, que a su vez fue el artífice de la “estrategia de la tensión” que se aplicó en Italia, durante “los años de plomo”, una época de atentados terroristas de todo tipo y magnitud, que se extendió desde finales de los sesenta hasta finales de los ochenta (1969-1984).

Y fíjense que hubo un atentado contra el comunista Berlinguer ¿por qué? Porque la Unión Soviética desde luego se oponía a que la estrategia eurocomunista, diese como resultado un Estado socialista, independiente de los designios del comunismo soviético, y que pudiese servir de inspiración a otros partidos comunistas, en otras partes.

En otras palabras, tanto el orden mundial de occidente como el orden comunista soviético, no podían tolerar, ningún desarrollo político de determinación soberana, los Estados Unidos y el Reino Unido no podían tolerar un acuerdo de comunistas, aunque fuesen eurocomunistas, más socialdemócratas que comunistas, con la Democracia Cristiana que era el partido hegemónico del capítulo Italia, de la gran receta anticomunista, y por la mismas razones, pero a la inversa, Moscú tampoco podía tolerar esto.

¿Y que vino después de esto? Bueno, comenzó a ocurrir todo un proceso de destrucción de la clase política italiana de posguerra para sustituirla por otra, algo que sería sumamente complicado y largo de explicar, pero lo importante aquí es que este proceso encaminará a Italia por el sendero que la llevará directamente, a su anexión por parte de la Unión Europea en 2002, cuando adopte el euro como moneda.

¿Y mientras tanto que pasó con el Partido Comunista Italiano?

Luego del asesinato de Moro y la cancelación del compromiso histórico, en los años ochenta, el partido comunista seguía siendo el principal referente de todo el movimiento sindical, pero Enrico Berlinguer en esos años termina por abrazar la causa de la Unión Europea, incluso apoyando a la OTAN, y por lo tanto se termina de alejar de la Unión Soviética, especialmente después de la invasión de Afganistán y la activación de la rebelión en Polonia contra el comunismo, esto, hasta su muerte en 1984, justamente al principio del tercer giro histórico.

Y el tercer giro histórico como es un giro de disolución, de descomposición, pues a partir de ese momento, comienza la decadencia final del partido comunista, o sea, su fusión total en el sistema partitocrático, no solo a nivel nacional sino europeo, en 1986, entra a formar parte del Partido Socialista Europeo que ya les presenté, y en 1989, el partido abraza la causa ambientalista, ecologista, y con la caída del Muro de Berlín, el partido anuncia que entrará en una constituyente para dar vida a una nueva formación política, y es así como en 1991, el Partido Comunista Italiano deja de existir y se transforma en el Partido Democrático de la Izquierda, cuya evolución final, hoy en día, es el Partido Democrático a secas, el partido más furiosamente europeísta de Italia, en otras palabras, el partido más globalista de Italia, y posiblemente de Europa, un partido que de paso es muy muy cercano, al Partido Demócrata de los EE.UU.

A la final, tanto el Partido Comunista de Enrico Berlinguer como la Democracia Cristiana de Aldo Moro, ya no existen, misión cumplida.

Bien, vayamos ahora con lo que le pasó en ese mismo lapso a la clase trabajadora, como centro neurálgico de la política de izquierda.

El movimiento obrero socialista en los países occidentales de Europa, que era independiente en ideología y acción desde sus orígenes, después de la segunda guerra mundial, comienza a ser poco a poco secuestrado por los partidos del sistema y es mediatizado, instrumentado, en un proceso que dura décadas, hasta que partir de los años noventa, es definitivamente secuestrado mediante corrupción sistémica, y este solo hecho demuestra como la izquierda ya se había colocado irreversiblemente del lado del poder y no del pueblo, demuestra, como la izquierda del sistema había suprimido ¡incluso la posibilidad reformista!, al institucionalizar el gatopardismo para todos, no solo para las elites, también para los trabajadores, al convertir los conflictos laborales en una escenificación rutinaria, de desfiles coreográficos, pliegues noveleros, huelgas dramatizadas, y tripartitas teatrales. 

Toda una ritualidad destinada al agotamiento y de hecho, ese agotamiento cuando finalmente ocurrió se parece al que le pasa a las modas, de hecho, cuando empieza la ofensiva neoliberal a todo cañón, en los noventa, los sindicatos tienen un cortísimo momento estelar que es tan decrépito que parece reaccionario, y la percepción social es que eso de los sindicatos comienza a ser algo fuera de moda, una moda cansada y cansona, de hecho a partir de esos años y cada vez más, en la propaganda y en la publicidad de los partidos de izquierda, aparecen los desempleados, las mujeres, las amas de casa, los niños, los jóvenes, los estudiantes, ¡pero han desaparecido los obreros! 

A partir de los noventa la izquierda abandona la lucha en el aquí y en el ahora, que era la lucha de clases en los comunistas, y el pacto social en los socialistas, que de todos modos implicaba enfrentar conflictos, y se sustituyen ambos por una fe metafísica en el futuro, en el progreso. Se impone la visión progresista de la historia, como una progresión ascendente y sin fin, una fábula seductora para la futura sociedad infantilizada, y en un dos por tres toda la izquierda abandona sus temas centrales, para zambullirse en la religiosidad planetaria del globalismo, del nuevo mundo feliz, donde los problemas del modo de producción, de las clases sociales, de la acumulación de riqueza, quedan como los primitivismos de una izquierda perdedora, que viene de una larga serie de derrotas, comenzando con el triunfo del consumo en los años 60 como indicador positivista de calidad de vida-y de status- hasta llegar en esos 90 a la derrota que les propina el supuesto fin de la historia. 

En realidad, ocurre una rendición completa de la izquierda ante el capitalismo globalizado, y esta rendición no es tanto por derrota, como los neoliberales quieren hacernos ver, sino por asimilación, porque la absorción de la izquierda en el sistema ha sido total, su corrupción ha sido total, ya supera las dos generaciones, y de la izquierda solo quedan palabras, consignas y campañas mediáticas, todas de mercado.

Es la conversión final de la idea y la acción política en mercado político, y esto se afirma con el mayor desparpajo, desde la tecnocracia antipolítica de asesores mercadológicos y empresas encuestadoras, por lo tanto en la izquierda solo hay palabras de mercado, consignas de mercado, campañas de mercado, y desde luego, dirigentes que son productos de mercado.

En otras palabras la izquierda fue al mercado y salió comprada, y en su supuesta confrontación con el liberalismo, en vez del choque, surgió una tensión sexual, se enamoró, y se fue a la cama con el liberalismo del “dios mercado”, o sea con el neoliberalismo, y este matrimonio destinado a engendrar los hijos del globalismo, se expresa en varios fenómenos, pero hay uno de naturaleza supuestamente ideológica, que es muy actual y llama mucho la atención, y es el fenómeno del antifascismo como tema dominante, o sea del antifascismo tanto neoliberal como de izquierda, o sea el fenómeno del antifascismo globalista.
 
A ver qué pasa aquí… si a usted se le ocurre pensar, y ni hablar de mencionar, que en el pasado muchas cosas funcionaban mejor que hoy en día, y ni se le ocurra declarar que en el pasado se vivía mejor ¡cuidado con esto! porque alabar cosas del pasado es fascismo, esa es la verdadera definición progresista del fascismo: el pasado es el fascismo, todas las cosas del pasado, son fascismo…

Según esta lógica, para derrotar al fascismo en forma definitiva se debe derrotar al pasado, aplicando un gran reseteo, un gran reinicio, que es un acto adolescente, un acto Peter Pan que es típicamente adolescente, y además se conjuga con el miedo de las elites globalistas, al envejecimiento, a verse como humanos con pasado, de allí deriva su fijación en los viejos, como algo prescindible mediante triaje sanitario pandémico o eutanasia, esos viejos que son el testimonio viviente de la tradición, palabra maldita para las elites globalistas.

Y esto también se manifiesta en esa obsesión de estas elites vampirezcas, por derrotar al envejecimiento del cuerpo mediante la ciencia, o mediante rituales realmente tenebrosos, o de mejorar las partes del cuerpo mediante medicina tecnológica, hasta llegar a la dimensión transhumana final, de un ser que cree posible derrotar a la muerte mediante su transformación terapéutica, en enfermedad genética curable, un paso importante en la igualación de las elites con los dioses. 

Al parecer, el globalista tiene un problema con el pasado que no es solamente ideológico, es un problema personal con el pasado, el único pasado que él puede ponderar con cierto aprecio es algo muy remoto, muy lejano, es un supuesto pasado prehistórico, precolombino, precolonial, de supuesta comunión ecológica del hombre con la naturaleza, y sobre todo promueve una versión actualizada indigenista, ecologista, amazónica, de este pasado, que se expresa en la Pachamama, y esto lo hace porque además necesita esta visión para su receta panteísta, de superación de las religiones tradicionales.

Y con este rechazo del pasado en todas sus manifestaciones, se presenta OTRA VEZ, OTRA convergencia más con el neoliberalismo, aunque ahora habría que decir con el neoliberalismo “pre-pandémico”, que afirmaba que hoy estamos mejor que nunca, que hoy hay menos pobreza, que la calidad de vida no ha hecho otra cosa sino mejorar, etc, etc, o sea, el “Pensamiento Steven Pinker”, ídolo globalista que remacha la concepción lineal de la historia, siempre ascendente, siempre progresista, donde todo pasado fue peor, y por lo tanto nunca se debe mirar hacia atrás, cual Orfeo en su fuga de los infiernos, y aquí ha llegado el momento de decirlo, el progresismo no nace en la izquierda, ni nace en el liberalismo, el progresismo nace con la ilustración, con la modernidad, y se expresa en sus dos hijos predilectos, el liberalismo y el comunismo, hijos de la razón, de la ciencia, de la técnica.

Por cierto, hay un libro muy interesante que trata sobre todos estos temas que estoy exponiendo, un libro que encuentro muy recomendable, aunque no sé si exista una versión en español: el libro se titula “el Complejo de Orfeo”, “La izquierda, la gente común y la religión del progreso”, y su autor es Jean-Claude Michéa, los francófonos me perdonaran mi pésima pronunciación y dicción en francés, pero bueno… y no solo recomiendo este libro, este autor me parece muy interesante, porque se ocupa mucho del tema de la convergencia de la izquierda con el liberalismo, o mejor dicho, de cómo el liberalismo se tragó a la izquierda.

Ahora bien, al observar lo que pasó con el Partido Comunista de Italia, y con el movimiento sindical, hay que estar conscientes de cómo se desarrolla todo el tiempo una operación globalista de poderes y superpoderes, que desde el primer momento juega con las ideologías, las usa instrumentalmente: la decadencia del comunismo europeo es paralela, es pareja con la decadencia del socialismo democrático, de la socialdemocracia, y también es pareja con la desaparición de toda posibilidad de surgimiento de cualquier movimiento realmente conservador, de derecha, y todo esto se desarrolla mientras ocurre el ascenso de un neoliberalismo, que es a su vez, una degeneración del liberalismo clásico, especialmente del liberalismo político clásico.

Señores, y esta operación globalista de poderes y superpoderes, que aplica la receta anticomunista, que desarrolla la partitocracia, la antipolítica y el mercado político, que desvirtúa la democracia y todos los cuerpos intermedios entre Estado y sociedad, e impone soberanía limitada sobre los países para transitar hacia la Unión Europea, esta operación globalista se complementa con una estrategia de control social, mediante la inoculación de miedo en la sociedad, estoy hablando de “la estrategia de la tensión”, la cual no solo se aplicó en Italia, se aplicó en muchas partes, mediante una cuidosa dosificación de actos de terrorismo, pero de un terrorismo que en la mayoría de los casos es el equivalente a una operación de “falsa bandera”, “False Flag”.

Y durante 15 años se aplicó sin piedad la estrategia de la tensión en Italia, activando una compleja red capilar de autores intelectuales y materiales, de cómplices necesarios, de organizaciones a la luz y en la sombra, y por favor pongan atención, porque se trata de hechos comprobados, no de especulación conspiracionista, que de paso no es una hipótesis mía, es una hipótesis que ha ido ganando terreno en muchos, muchísimos investigadores, no solo italianos, la mayoría de los cuales no son ni lejanamente conspiracionistas, es más, llamarlos así sería caer en el ridículo.

A ver, cual es la organización detrás de esta estrategia…

Estrategia de la tensión en Italia
“los años de plomo” (1969-1984)
Agentes ejecutores y cómplices necesarios
 
Había un ejército clandestino, oculto, un ejército organizado según el modelo atlantista “Stay Behind” de guerra asimétrica, que se llamaba “Gladio” y que operaba siguiendo órdenes del sistema de poder atlántico, que es un sistema de poder paralelo al Estado italiano.

Había grupos terroristas de ultraderecha, todos neofascistas, y grupos terroristas de extrema izquierda como las “Brigadas Rojas”, y todos estos grupos siempre fueron permitidos, infiltrados, vigilados, y maniobrados por el sistema de poder paralelo.

Había Mafia en todas sus variedades, y estuvieron involucradas todas las organizaciones regionales: La Cosa Nostra de Sicilia, la 'Ndrangheta en Calabria, la Camorra de Nápoles, la Banda della Magliana en Roma, todas ejecutando acciones de sicariato, extorsión, pero en clave terrorista, o sea de exhibición pública.

Había extremismo islámico como “Pedro por su casa”, sobre todo relacionado con Palestina, al cual, mediante un pacto mutuo de no agresión con el Estado, se le permitía usar el territorio italiano para comprar armas, explosivos, organizar guaridas y aliviaderos, y efectuar operaciones de tráfico y lavado de dinero.

Había un sistema de poder paralelo al Estado italiano, concentrado en la Logia Masónica P2, que además era el encargado de coordinar acciones con los agentes que maniobraban a los grupos terroristas, y con todo el crimen organizado. 

Esta Logia P2 actuaba en Italia y en el cono sur de Latinoamérica (por ejemplo, sus miembros colaboraron en primera persona con el regreso de Perón al poder, en 1973) pero a su vez, la Logia P2 era subalterna con respecto a un sistema de superpoder internacional donde había super logias masónicas (las Ur-Lodges) y desde luego, el sistema atlantista de los Deep States americano y británico (que actuaban sobre todo mediante sus agencias de inteligencia).

Y esta Logia P2, tenía entre sus miembros a muchos altos mandos de todas las fuerzas armadas italianas, sobre todo el alto mando de los carabineros (que son la guardia nacional en Italia) y había miembros de la alta jerarquía de todas las agencias de inteligencia y contrainteligencia del Estado italiano.

Y esta Logia P2, además, tenía entre sus miembros, a muy importantes políticos, magistrados, empresarios, académicos, periodistas, y desde luego, había banqueros.

Por lo tanto la Logia P2, tenía conexiones de muy alto nivel con gran parte del sistema bancario italiano, sobre todo el dominado por la masonería o por el Opus Dei. Y era crucial para transferir, financiar y lavar todo el dinero necesario para poder operar.

Y a través de este sistema bancario tenía conexiones muy pero muy íntimas, con el IOR (Instituto para las Obras de Religión) mejor conocido como el Banco del Vaticano, y la logia se codeaba con el alto gobierno del Estado Vaticano, mejor conocido como la “Curia Romana” (y esto quedo perfectamente expuesto en el caso del Banco Ambrosiano, y del banquero Roberto Calvi “el banquero de Dios”).

Y a través del sistema financiero IOR, había una conexión de primera de la Logia P2 con bancos en los EE.UU. (que quedo expuesta en el caso del banquero Michele Sindona).

Señores, la logia P2 era todo un sistema de poder, controlado a su vez por un sistema superior de poderes, que no era italiano, y este sistema fue eficaz, algunos afirman que sigue siendo eficaz, y es tan eficaz que ha sido copiado, de hecho, estimo que su principal copiador, en el modo de operar, es el Foro de Sao Paulo, hay un artículo en mi blog, que le dediqué a esta semejanza, que se titula “El Foro de Sao Paulo: ¿qué es?” cuyo link puse más abajo en el texto.

Y todo este sistema de poder, de Estado paralelo, desde la Invasión aliada de Sicilia en 1943, durante la segunda guerra mundial, es el que impide que El Estado italiano pueda declararle una verdadera guerra a la mafia, solo puede hacerlo en forma episódica y teatral, los famosos jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, no fueron asesinados por su conocimiento de la mafia, sino por su conocimiento de las conexiones secretas entre la mafia italiana, el Estado italiano y el sistema de poder paralelo.

Y frente a este sistema el Estado como tal, el Estado formal, oficial, y su clase política, y su clase burocrática, eran o títeres o rehenes, y cuando a alguien como Aldo Moro, se le ocurrió inventar algo distinto, bueno, ya saben lo que le pasó.

Señores ¿de qué estamos hablando? ¿de qué estamos hablando realmente?

¿Guerra contra el comunismo? no señores, esto es control total de la sociedad, y de toda una nación.

En serio ¿de qué estamos hablando?...

Y parte importantísima, indispensable, de este control sobre la sociedad y la nación, es desde luego la implantación de una partitocracia controlada, no de una democracia. 

El problema de la democracia, el verdadero drama de la democracia, es que desde el principio fue concebida de esta manera, en muchos países.

Por eso las críticas a la democracia, si quieren ser realmente honestas, deben tomar en cuenta este hecho.

¿Por qué la lucha contra la mafia no da resultados? ¿por qué la guerra contra el narcotráfico nunca da resultados? OK, George Soros principal promotor de la legalización de las drogas en el mundo, tiene un explicación y un remedio mágico, que muchos globalistas han hecho suyo… pero… ¿esa es la razón por la cual todos los políticos han abandonado la consigna de la guerra contra las drogas, como una consigna principal, como promesa programática de máxima prioridad? antes lo hacían, ahora no, ¿Por qué?

Y todo este diseño de receta anticomunista, unión europea sin naciones, y estrategia de la tensión, ya se encontraba completamente concebido desde 1944, es el descubrimiento que están haciendo varios investigadores italianos en los archivos de Estado del Reino Unido, archivos que desde hace unos años están siendo desclasificados, sin que el mundo universitario italiano y los medios mainstream hayan mostrado el menor interés. Y aquí les muestro esta lámina, a modo de resumen:

Fórmula globalista de dominio occidental
(desde 1944)

1. Gran Receta Anticomunista (partitocracia en vez de democracia)
2. Plan de Unión Europea (anulación de la soberanía nacional)
3. Estrategia de la tensión (control político y social)

Objetivos políticos:

Anulación de la izquierda:
Socialdemócrata
Eurocomunista

Anulación de la derecha:
Conservadores = pasado = fascismo
Neoliberalismo en vez de liberalismo (el Dios Mercado)

Así que toda esa supuesta asociación de la socialdemocracia europea y americana que algunos derechistas extraviados, creen que es con el comunismo, no es con el comunismo, es con el globalismo, que juega con las ideologías, con todas las ideologías, hace y deshace con las ideologías, tal como hacen los chinos con el comunismo, mientras nos dicen que “enriquecerse es glorioso”, y que Trump es malo, porque se opone al libre mercado con su guerra comercial. 

Y cuando estos mismos extraviados dicen “república si, democracia no”, lo dicen porque o son tontos, tontos útiles, o porque son cómplices, porque saben que nunca hubo democracia desde el principio, y no quieren que esto se sepa… desde luego, a muchos que lamentablemente conozco, la cabeza nos le da para entender que el globalismo apunta a la supresión, tanto de la república como de la democracia.

Y el globalismo en su juego con todas las ideologías, hasta volverlas unas zombi, juega también con cierta intelectualidad, que no sé hasta qué punto, logra adquirir consciencia de haberse convertido en una intelectualidad orgánica, de servicio a un poder absoluto, una intelectualidad que no nos advierte que “la caverna” es protección pero también es una prisión, que no proporciona una visión que permita desvelar este juego que ya no es de política para las sociedades, por lo tanto ya no es de ideología, sino que es un juego de poder contra la sociedad, contra su misma existencia.

Bueno, vayamos aterrizando:

El globalismo es un sistema de poderes y superpoderes, que no es reciente, y aplica control de la política, de las instituciones, del Estado, de los gobiernos y la sociedad, desde que terminó la segunda guerra mundial, y se implantó un nuevo orden mundial, y este globalismo, al entrar al cuarto giro histórico, se dispone a ascender a una fase superior que es totalitaria, y que supone la entrada, de aquí al 2030, a otro ciclo histórico donde podrá dominar sin oposición.

Y el globalismo político, es una convergencia de deformidades, donde la primera deformidad es una izquierda asocial, que no es social, no desea que haya sociedad, tejido social, organización social de abajo hacia arriba. 

La izquierda del globalismo busca la disolución de la sociedad en una masa líquida, amorfa, como decía Zygmunt Bauman, que debe estar constituida por moléculas simples, sin capacidad de interacción química, sin capacidad de generar agregados, coacervados, algo que es opuesto al principio mismo de la vida, algo que es envasable dentro de cualquier contenedor. Esta izquierda no desea sociedad civil, desea agencias de la ONU y ONGs controladas desde arriba, y esto señores, no es comunismo, esa insistencia en que esto es comunismo, es perjudicial porque no permite identificar con claridad, la naturaleza asocial de esta izquierda, que no es que no desea clases sociales, no desea sociedad.

Y otra cosa es el comunismo versátil, la agenda globalista china, en donde si hay comunismo, pero comunismo al modo chino, y eso ya lo expliqué en otro video que se titula: “El globalismo y sus agendas: China, EE.UU. y el posible conflicto”, busquen el link abajo por favor.

Bien, la segunda deformidad del globalismo es la neoliberal, donde el liberalismo clásico, que reconocía Estado y mercado, cada uno con su funciones y deberes, al césar lo que es del césar y zapatero a tus zapatos, ese liberalismo, en el globalismo fue sustituido por un neoliberalismo donde todo es mercado, el mercado total, hasta el Estado es mercado, nada fuera del mercado todo dentro del mercado, pero este mercado neoliberal a su vez no es mercado, porque en él, la mano invisible es sustituida por una mano super asimétrica.

La mano invisible de los liberales clásicos necesitaba la mayor cantidad posible de libertad e información libre, sin acumulaciones monopólicas, sin esa condición no podía funcionar, en cambio la mano invisible del neoliberalismo es super asimétrica, concentra toda la información, concentra todo el poder, y actúa sin oposición de ninguna naturaleza, solo respondiendo a sí misma.

Y estas dos deformidades son las que exponen la naturaleza totalitaria del globalismo, y aquí les pongo otra lámina, para poder entender cuán totalitario es el alcance que se propone, en el video número 7, búsquenlo por favor, expliqué que el totalitarismo no busca un cambio parcial, busca un cambio total que es cósmico, cosmológico, desea imponer un nuevo mundo…

Objetivos cósmicos del globalismo

En general, se trata de acabar con el “cosmos” de la civilización occidental, se trata de acabar con la tradición judeocristiana, y desde luego con sus religiones, tradiciones, costumbres, instituciones, en especial la institución familiar, PERO, también se trata de acabar con la modernidad en su expresión política, social, liberal: la república, la separación de poderes, separación Estado-iglesia, separación Estado-mercado, instituciones al servicio del interés común, la limitación legal y temporal del poder, el Estado de derecho, Señores, ni Adam Smith se salva de esto. 

Y, y, faltaría más, la primera baja fue la democracia, que es muy fácil de sabotear, y a la democracia más que eliminarla, le impidieron que naciera realmente, y todo esto debe conllevar a la superación de la humanidad, la sociedad y las naciones, tal como las conocemos, lo de las naciones está claro, la construcción antinacional más difícil de lograr que era la Unión Europea, esa la lograron, y también, al parecer, le están apuntando a la propiedad, ese lema de “no tendrás nada, pero serás feliz” del gran reseteo propuesto por el partido global de Davos, apunta también a la superación de la propiedad que es sagrada tanto en la tradición judeocristiana y de otras religiones cuando predican el “no robarás”, y la propiedad desde luego es central  en la tradición liberal.

Y en cuanto al control y manejo de las masas aplicando ciencia e inteligencia artificial, bueno eso ya lo estamos viviendo con la pandemia, donde el poder siembra miedo para cosechar protección, constituyendo un totalitarismo terapéutico, biopolítico, sin fronteras, mediante aplicación de medicina, ciencia, tecnología e inteligencia artificial, erigiendo así un gran egregor colectivo, sobre la base de controlar todos los egrégores individuales, que hoy en día creo que se encuentran contenidos en nuestros dispositivos móviles…

Y este reino del hybris, busca derrotar tanto a la Fe como a la Razón por igual, no debe haber ni Dios ni hombre, en el Nuevo Mundo Feliz.

Bueno amigos y seguidores, es todo por hoy, si, este video salió largo, pero sentí que no debía dividirlo, tenía que mandarme la visión completa, coincidiendo con la hora más oscura, la del solsticio… bueno amigos, les deseo a todos una Feliz Navidad, no dejen que nada ni nadie les impida celebrar la Navidad, y nos veremos pronto, muy pronto, hasta luego.

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A tal propósito los invitamos a consultar la playlist que creamos al respecto, que se llama “Poder y Superpoder: las Agendas Globales”, en ella encontrarán en orden cronológico y numérico todos los videos que se han hecho sobre el tema, y los invitamos de paso a consultar la playlist “Crisis USA” donde tratamos el tema de la crisis de los Estados Unidos.

“Poder y Superpoder: las Agendas Globales”

https://t.co/m69Wqnvta2?amp=1

“Crisis USA”

https://www.youtube.com/playlist?list=PLrYYAfU1kgrA39Oczwh9APNmspYo2ZHnL

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En nuestros BLOGS personales encontrarás nuestra colección de artículos y de videos, en muchos casos con su TRANSCRIPCIÓN A TEXTO y un traductor incorporado.

BLOG de Federico Boccanera:

“Radiación de Fondo”

http://federicoboccanera.blogspot.com/

BLOG de Aura Palermo:

“Genealogía del Caos”

https://genealogiadelcaos.blogspot.com/

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Referencias de contenido relacionadas con el video:

“La corrupción constituyente”, Gabriel Albiac

https://www.abc.es/espana/20141102/abci-albiac-corrupcion-espana-201411021252.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F

El Foro de Sao Paulo: ¿Qué es?

https://federicoboccanera.blogspot.com/2019/10/el-foro-de-sao-paulo-que-es.html

Socialismo, Comunismo y la “Gran Receta Anticomunista”

https://youtu.be/n9ftdXwtlP8

LIBERALISMO Y NEOLIBERALISMO, o cómo fue que llevaron la libertad al mercado y la vendieron...

https://youtu.be/BIlp6sReh4Q

El globalismo y sus agendas: China, EE.UU. y el posible conflicto

https://youtu.be/ryXzkxupFiE

Totalitarismo y tiranías de emperador invisible (democracias políticamente correctas)

https://youtu.be/uulbGruLTkU

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