miércoles, 30 de septiembre de 2020

Primer debate presidencial en los EE.UU.: el ganador fue…

 

(Lo que leerán a continuación es la transcripción del video, para aquellos que no hablan español, podrán usar el traductor que se encuentra en la esquina superior derecha de esta página, seleccionando el idioma de su preferencia).

Amigos y seguidores, ayer fue el primer debate presidencial en los EEUU, faltan dos, además del debate entre vicepresidentes que será el próximo y podría resultar muy interesante.

Bien al grano ¿qué fue lo fundamentalmente vimos? Yo sé lo que vi y lo que vi fundamentalmente, fue un programa de protección al débil y al desvalido. El problema fundamental que planteaba este debate, y será así con los siguientes, es el enfrentamiento entre una locomotora que goza arrasando y una carretilla oxidada que no quiere salir del jardín de su casa, por lo tanto, y no existiendo la posibilidad de eludir esta realidad, los organizadores optaron por poner a un árbitro humanitario, a un referee de boxeo que en todo momento separó a los boxeadores, se interpuso para proteger al desvalido y solo faltó que aplicará conteo de protección, no podía suspender el combate desde luego, pero hizo de todo para mantener a Joe Biden lejos del alcance de Donald Trump, eso fue lo que pasó, eso fue lo que presenciamos, punto.

Ahora bien, yo propondría reflexionar sobre un punto y es el siguiente: ¿cuál fue la impresión que dejó en los espectadores? Pues a mí me cuesta creer que en los demócratas o entre los simpatizantes por esa tendencia haya dejado una buena impresión, de hecho, todos esos comentarios beatos, muy beatos, que me ha tocado leer sobre la bajeza y la mala calidad del debate, no son otra cosa que imploraciones, son un pedido de piedad, supuestamente disfrazado de dignidad y decoro, incluso algunos plantean que en vista del espectáculo deplorable (según ellos) y del hecho que con Trump no se puede debatir en forma razonable y civilizada, más de uno implora que estos debates no deberían seguir, francamente, esta no me parece una actitud victoriosa, mas bien, transparenta un temor difícil de esconder.

De todos modos hablemos de calidad, más bien, hablemos de validez, pues bien, la validez de este debate fue alta, muy alta ¿y por qué lo digo? Porque los debates deben mostrar la realidad de cada candidato, más allá del empaquetado electoral, si alguna utilidad primordial tienen es ésta, y si logran transparentar las verdaderas cualidades de los contendores, no las confeccionadas por el comando de campaña, pues me parece bien, muy bien.

Ahora bien, en cuanto al discurso calidad, los bebes, niños y adolescentes que no logran ver que nos encontramos al final de un ciclo histórico rumbo a un conflicto que nada ni nadie podrá detener, no entienden que las sociedades poco a poco se están deslizando hacia una situación donde  ya no quieren calma, no quieren paz, no quieren morir sin pelear… el ciclo supuestamente lineal, ascendiente en el cual creen progresistas y liberales, se agotó hace años en su capacidad de resolver los problemas de la población en forma cívica y pacífica.

Y este sentimiento epocal, de fin de mundo, no podrá ser domado ni neutralizado, pues se trata de una situación de crisis irreversible en la civilización, la cual será superada, si como no, pero no podrá superarse sin pasar por una fase de oscuridad, donde algo debe morir para que lo nuevo pueda nacer, mientras tanto, nos tocará presenciar los fenómenos más morbosos, morbosos en términos de degeneración y enfermedad terminal, y estos hechos ya están ocurriendo ante nuestros ojos, desde hace un buen tiempo, el que tenga ojos que vea…

Y para finalizar, ciertos analistas electorales afirman que los resultados de un debate deben medirse en caliente, pero sobre todo en frío, con el pasar de los días, yo a esto respondo de que no estamos en presencia de una campaña política normal, en donde se discuten y debaten programas y propuestas, estamos en la antesala de una gran colisión social, de un enfrentamiento de vida o muerte entre posiciones cosmológicas, que trascienden la política y la economía, por lo tanto, el que todavía no esté claro ante esto, dudo mucho que se despierte en los días que siguen, por ejemplo, los indecisos, los swingers, si a estas alturas aún no saben por quién van a votar, ¿qué deberá llegar a pasar para que se decidan? Pues me temo que deberá ser algo muy contundente…

Bueno amigos y seguidores, hasta el próximo boletín, muchas gracias por la atención, hasta luego…

@FBoccanera

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